Cap. 32 - Realidad

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Ivan.

Mi cabeza da vueltas y vueltas. Intento sentarme y veo a Andy acurrucada y tapada con la sabana, aparte de eso, está desnuda. ¿Rubén vino aquí y lo hicieron anoche o en verdad pasó algo entre nosotros?.

Dios mío, dime que es mentira.

Agarro mi móvil y veo que son casi las diez de la mañana. Me levanto rápidamente recordando la reunión que tendré a las diez y media en el restaurante del hotel.

Me ducho, elijo una camisa blanca junto a un pantalón de jean y unos zapatos negros, mi saco color negro y de paso un reloj.

Miro a Andy por última vez y al parecer está despertando.

-¿a dónde vas?- pregunta adormilada. Apenas me mira por unos segundos y vuelve a cerrar los ojos

-tengo una reunión en-miro mi celular-diez minutos. No sé si quieres ir conmigo pero tendrás que apurarte si es que quieres ir

Niega con la cabeza y agarra la bata que estaba en el cajón del mueble de alado-me daré una ducha, supongo que te esperaré

Vaya, creí  que iba preguntar algo más y se pondría a llorar como anteriormente lo hacía.

Dos semanas después.

17:58.

Los días pasan cada vez más rápido y la fecha del contrato se acerca cada vez más y aún no pusimos fecha para la boda, y si esto sigue así tendremos que alargar el contrato por otros tres meses más como mínimo.

-Andy, necesito dos contratos nuevos para las dos y media-pido yendo hasta su escritorio-saldré un momento

Voy a la oficina de Rubén y como de costumbre, lo veo con su secretaria encima de él

-Rubén ya te dije que lleves tus conquistas a otro lugar, mi edificio no es un motel-anuncio arruinando el momento por completo.

La vergüenza que causó mi comentario en aquella chica es impresionante, sus mejillas están sumamente rojas. Pasa por mi lado y la miro un poco más de cerca logrando confirmar que su maquillaje es como el de un payaso y en ningún momento estuvo naturalmente roja.

Ni siquiera logra tener conquistas naturales, que fraude.

-¿qué necesitas?

-nada, sólo venía de paso

-¿qué tal la relación?

Muerdo mi mejilla y me siento frente a el-te debo ser sincero, no me agrada estar intentando algo y que tu metas tu cucharita y te termines metiendo con ella

Lo observo y puedo decir que... ¡Este si es un sonrojado natural!

-¿de qué hablas?-pregunta para después beber agua de una botella

- no te hagas. Sé que la noche de la cena tuvieron algo, el día que fuimos al aeropuerto durante el viaje posiblemente lo hicieron en el baño y después de que los dejé solos seguro y también sucedió algo, aunque suene un poco absurdo también aproveché que estaba borracha y tuve algo con ella

Y así sin más, agradezco no estar lo suficientemente cerca como para que me termine empapando y arruinando mi traje

-¿qué hiciste que? ¡Ivan, tan sólo dime que la cuidaste o al menos te cuidaste!

La Propuesta Engañosa.  - Ivan y Emilio Martinez.  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora