Andy.
Son las nueve de la noche y ya llegué a casa.
Ivan me dijo que me daría el resto del día libre después de la sesión. Lo malo fue que la sesión terminó una hora después de mi hora. Vaya lógica.Ruben me trajo a casa y me dijo que mañana no podría pasar a buscarme.
Algo que agradecí ya que no quería ir con el.La ropa que me dió no me gusta del todo pero es mejor que la que tenia puesta.
-Andy.-me saluda Esteban al entrar a la habitación.
-¿no deberías estar trabajando?-bromeo.
-no, se cambio mi horario.-se encoge de hombros.-¿que tal tu primer día de trabajo?¿divertido?
-fue agotador. Ese hombre es todo un sube y baja.-
-tanto que críticas a Camila por sus comparaciones y las tuyas son iguales o peores.-se ríe y se cubre con su sábana para que no le pegue.
- que no se te acaben las neuronas por el descubrimiento - me tira una almohada
-¿y esa ropa?-pregunta después de un rato.
-me lo dieron en la empresa. La ropa que lleve hoy no les gustó. -y era verdad. Creo que a nadie le gustó.
-hmmm. -no suena muy convencido.
Voy hasta el baño y me doy una ducha para poder terminar mis cosas e ir a dormir.●●●
¡ya son las cuatro de la madrugada! Y estoy caminando lo más rápido que puedo para llegar hasta el metro. Y lo peor de todo es que el siguiente pasa dentro de unos cinco minutos.
¿como lo sé? Camila estuvo averiguando a la madrugada y me llego su mensaje, solo por eso me desperté.
Y no fue solo un mensaje, fueron varios.Una vez que llego escaleras abajo, veo la cantidad de gente que se encuentra esperando.
De alguna manera llego hasta el frente en el momento en el que llega el metro.
Soy consciente del poco espacio que hay y que aún así, busco manera de entrar y llegar hasta un lugar.
Una vez que lo logro, estoy satisfecha por haberlo hecho.Una vez que pasan las inmensas dos horas, puedo levantarme y esperar a mi parada, para luego volver a caminar casi dos kilómetros hasta el edificio y enfrentarme dentro de aproximadamente una hora con el magnate. ¿desde cuándo lo llamo así? Sí, yo también quiero saberlo.
De magnate no tiene nada.
Mas que una mirada seductora y dominante... Sin contar lo bien que le lucen los trajes y camisas.
De ida, me quedo a comprar un café mediano. No me limito a pagar uno de Starbucks, por el costo de un café pequeño. No me considero tan tacaña, pero un café de esos no valen tanto la pena.
Una vez que al fin llego a mi destino, no pienso dos veces en entrar al ascensor, pero una voz me lo impide.-Arianna.-me giro sobre mi eje por pura curiosidad.-si, tu.
-no me llamo Arianna.-aclaro.
-a.....-al parecer intenta recordar.-¡Andrea!-exclama y asiento. -¿que haces vestida así?-pregunta mirando mi atuendo. Traigo unos jeans desgastados, una blusa color azul y una camisa de color blanco sin abotonar.-hoy es la inauguración de una nueva tienda, el señor Martinez fue invitado, y obviamente el irá con su secretaria, osea tu.-me señala. ¿what?.
-que lástima no estoy en las condiciones para ir.
-ah, ah.-espeta.-eso no es problema. Vamos.-me guía hasta el ascensor.
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La Propuesta Engañosa. - Ivan y Emilio Martinez. [EN EDICIÓN]
RomanceNo es la típica historia cliché. El tampoco es el típico badboy o el youtuber famoso. Decidió empezar su vida desde cero, pero los actos de su familia lo acompañará hasta el día de su muerte.