cap. 23 - ¿Nuevos Planes?

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Ivan.

Me encuentro en el pequeño taburete de la isla mientras espero a Andy, hace media hora nos habíamos levantado y la deje ducharse primero mientras yo hacía el desayuno, pero lamentablemente yo ya termine de hacer lo mío pero ella al parecer aún no.

Me levanto y voy al comedor encontrando a Elizabeth con su desayuno; chocolate caliente con malvaviscos y un tazón lleno de piñas con azúcar. Creo que mi nana la consiente demasiado. -¿no viste a Andy?.

da un sorbo a su chocolate.-solo vi al tío Emilio y a Amelia.- responde dejando a un lado su taza.

Suspiro. Voy a la habitación y la encuentro con la bata puesta sentada en la orilla de la cama.-¿acaso estas meditando antes de bajar?.- pregunto sarcástico al darme cuenta que sólo está ahí y al parecer por un buen rato ya.

-acabo de terminar de ducharme.- responde de manera inocente.

- no sé que tipo de ducha te dabas pero desde hace un buen rato no escuche caer el agua de la ducha. Prepárate ya, tu desayuno se enfría.

Me mira de arriba abajo y vuelca los ojos al cielo.
Andy.

Me levanto de la cama una vez que Ivan sale.

Agarro un vestido floreado con mangas y un abrigo de piel color rosa junto a unas calsetas largas que llega un poco más arriba de mis rodillas, unos zapatos de invierno color marrón para terminar este atuendo.

Salgo de la habitación no sin antes agarrar mi móvil. Cierro la puerta y atrás de mi y justamente veo a Rubén por el pasillo.

-creo que te equivocaste de temporada.- dice apenas me ve. Se acerca y abre la puerta para luego dirigirse al armario.

Luego de hacer un pequeño desastre dentro de éste, deja en la cama un conjunto bastante extraño, se acerca al mueble donde están los calzados y quita una bucanera que nunca me había dado cuenta de que estaba allí.

-quiero que te pongas esto, el abrigo no es necesario, aún hay calefacción en toda la casa, pero sólo bajalo contigo por cualquier cosa.- asiento.

Esto no es raro, es más, es una rutina de todos los días. Cambiar mis atuendos a último minuto es su pasión.

Me dedica una pequeña sonrisa de boca cerrada y se retira dejándome a solas para poder cambiarme de nuevo. Ivan me matará por haberlo hecho esperar demasiado.

●●●

Acabo de bajar el último escalón, su mirada choca con la mía y luego bajan recorriendo todo mi cuerpo.

Muerdo mi labio inferior de manera nerviosa esperando alguna palabra de su parte.

- Ven, vamos a desayunar-, dice acercándose para luego estirar su brazo hacía mi pasándome su mano derecha para que lo agarre. Lo hago sin dudarlo y el me dirige a la cocina, dándome paso a la isla del cual se encuentra encima un plato con dos media lunas, una taza de café, y tostadas con nutella.

Todo se ve como quitado de una revista.

Tomo asiento y me quedo observando todo. -come.- me anima Ivan.

Con cierta timidez empiezo a darle un bocado a la media luna del cual tenía como relleno dulce de leche y crema.

Sin darme cuenta ya lo había acabado y me quedaba uno último. -¿Y tu?.

-¿yo qué?.- pregunta extrañado.

-¿No comerás Nada?.- muerde su labio inferior y se va hasta la mesada, agarra la cafetera y se sirve una taza de café, lo endulza y se acerca nuevamente.-¿eso es todo?-, se encoge de hombros.-¿nutella?- le pregunto agarrando el plato de tostadas con chocolate.

La Propuesta Engañosa.  - Ivan y Emilio Martinez.  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora