Capítulo 3

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Tres semanas habían pasado desde el accidente.

Jungkook fue dado de alta a la semana de haber ingresado,  sus padres se lo llevaron a su casa para poder vigilar su recuperación y que no hiciera ninguna locura que pusiera en peligro nuevamente su estado.

Jungkook casi se volvió loco cuando descubrió el verdadero alcance del accidente para Jimin,  se sentía culpable y entró en un estado de angustia severa,  los tres días siguientes a su descubrimiento lo tuvieron que mantener sedado para poder mantenerlo quieto.

Sus amigos al enterarse vinieron a visitarlo,  pero Jungkook no reaccionaba a nada ni a nadie,  se sumergió en un profundo mutismo,  su cabeza estaba en un constante dolor,  veía una y otra vez,  como en una película en cámara lenta,  la imagen de Jimin sin sus piernas.

¿ Porqué no fue él?, ¿ cómo miraría nuevamente a su Minie sin que la culpa no lo consumiera?, porque todo era su culpa.

Después de que lo dieron de alta,  sus padres no tuvieron mas opción que llevarlo a ver a su esposo, no sabían si era una buena idea,  pero tampoco podían dilatar más el momento.

El día del accidente el camión chocó de frente justo en el lado en que Jimin iba dormido,  lo arrastró por un par de cuadras  hasta que logró frenar,  el conductor se bajó de inmediato y llamó a una ambulancia,  de sólo mirar el estado de vehículo sabía que  con suerte estarían vivos.

Las piernas de Jimin estaban aplastadas por la carrocería del automóvil, cuando llegó la ambulancia el conductor los ayudó a sacarlos, y luego la ambulancia se los llevó de urgencia al hospital,  todavía estaban con vida,  pero inconscientes.

Jimin tenía la parte inferior de sus piernas completamente destrozadas,  no tuvieron más opción que cortarle ambas para evitar que muriera desangrado.

Se las amputaron bajo la rodilla,  fueron horas extenuantes en el quirófano,  había perdido mucha sangre.

Jimin despertó recién tres días después del accidente.   Estaba completamente desorientado,  sólo podía ver que numerosos cables estaban conectados a sus brazos.

- Tranquilo- escuchó que le decía una mujer de blanco- manténgase quieto para que no se dañe,  llamaré al doctor.

¿ Qué diablos hacía en un hospital?, lo último que recordaba era ir camino a casa con su esposo después de la fiesta,  ¿ qué había pasado?, ¿ y Jungkook?, ¿ Dónde estaba Jungkook?

Las palabras se trababan en su lengua,la sentía traposa y seca, la enfermera acercó un vaso con una bombilla para que bebiera unos sorbos de agua.

- ¿ Qué pasó?, ¿ Dónde está mi esposo?- preguntó con un enorme esfuerzo.

- Tuvieron un accidente automovilístico,  esa es la información que manejó, su esposo también está hospitalizado en otra habitación,  no se preocupe él está fuera de peligro.

Jimin suspiró aliviado y recostó su cabeza en la cama.

- ¿ Puedo verlo?- preguntó aún conmocionado y aturdido.

- No aún,  el doctor ya viene a hablar con usted.

Jimin asintió,  se sentía perdido y solo,  no sentía su cuerpo,  bueno era normal si había tenido un accidente.

El doctor entró a la habitación y se acercó,  tras el venían sus padres,  Jimin se alarmó de inmediato al ver la angustia reflejada en sus rostros.

- Mamá,  ¿ qué pasa?, ¿ Jungkook?- se atropellaban sus palabras tratando de salir.

Su madre sólo rompió en llanto.

- ¿ Papá?, ¿ dónde está Kookie?- ahora gritaba Jimin ni siquiera se dio cuenta de que  lo hacía,  estaba desesperado y angustiado.

- Su esposo está bien,  pero en estos momentos está sedado, tranquilo- esta vez fue el doctor quien habló.

- ¿Papá?- dijo Jimin esperando que confirmara lo dicho por el doctor.

- Minie,  tú esposo esta bien,  pero necesita reposo,  ambos tuvieron un grave accidente...

- No recuerdo nada,  estaba dormido...

- Tenemos que hablar- lo interrumpió el doctor.

Jimin sólo lo miró y vio a su padre abrazar fuertemente a su madre.

- Jimin,  necesito de toda tu fuerza y colaboración,  tú  fuiste el más afectado por el accidente- habló el doctor.

Jimin no entendía nada,  el aparte de estar muy adolorido, se sentía bien,  estaba con vida, ¿ de qué demonios hablaba el doctor?

Sus padres se acercaron y su madre acarició su pelo,  pero seguía llorando.

El doctor suspiró,  no había forma de suavizar lo que tenía que decirle.

- Jimin,  tus piernas quedaron atoradas entre los fierros del automóvil,  tuvimos que amputarte las piernas para que sobrevivieras- le explicó lo más humanamente posible.

Jimin abrió sus ojos muy grandes, ¿ qué le había dicho?, ¿ sus piernas?, con un temor que empezó a crecer desde su interior incorporó un poco su cabeza y se miró.

Las lágrimas empezaron a caer una tras otra sin poder detenerlas, no escuchaba nada,  era como si el tiempo se hubiera detenido,  sólo veía sus piernas vendadas,  pero sus pies...sus hermosos pies no estaban.

Ni siquiera se dio cuenta que su madre lo abrazaba,  nada no sentía nada,  eso tenía que ser un mal sueño,  él era un bailarín,  sus piernas eran su vida,  no definitivamente era una horrible pesadilla.

-¡Minie!, ¡ Minie!- sentía a lo lejos la voz de su madre llamándolo.

Jimin miró a su padre.

- Dime que no es verdad- suplicó Jimin a su padre- ¡dímelo por favor!- ahora fue un grito desgarrador que le quemaba la garganta.

- Amor, por favor,  mi niño,  tranquilo- le susurraba su padre,  nadie nunca le había dicho cuanto dolía ver a un hijo desmoronándose frente a sus propios ojos.

- ¡ Mis piernas!, ¿ dónde están mis piernas?, ¡ las quiero de vuelta!- gritó Jimin desesperado- mamá,  por favor,  dime que estoy soñando,  que es una pesadilla,  ¡dímelo!.

La señora Park lo abrazó y sus sollozos  angustiados le confirmaron a Jimin que no era una pesadilla,  era una,  pero una real, el impacto de por fin entender  su situación lo congelaron,  dejó de llorar y sus brazos cayeron lánguidos al lado del cuerpo de su madre,  su mirada se perdió en la lejanía,  no quería ver, no quería escuchar...desearía estar muerto.

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