Capítulo 25

2.4K 273 30
                                    

El lugar que Jungkook eligió para su cita era un pequeño restaurante que  había abierto hace sólo unos meses atrás,  era acogedor ,  con mesitas para dos con iluminación tenue que lo hacía más íntimo.

- ¿ Te gusta bebé?- le preguntó Jungkook mirándolo.

- Es...es maravilloso Kookie- Jimin tomó asiento después de que Jungkook caballerosamente le retiró el asiento.

- Pensé que te gustaría,  como es nuevo no está tan repleto de gente y se puede conversar sin tener que gritarnos- Jungkook sonrió tomando asiento frente a Jimin.

- ¡ Me encanta amor!- Jimin entrelazó sus dedos con los de Jungkook por sobre la mesa.

Un mozo se acercó a ellos.

- Bienvenidos,  ¿ tienen decidido qué van a pedir?- un joven impecablemente vestido les sonrió.

- Dos jugos de fruta natural y una tabla de quesos,  por el momento- le sonrió Jungkook de vuelta.

En pocos segundos el mozo les trajo lo pedido y se retiró.

Jungkook tomó su copa de jugo y la levantó.

- Hagamos un brindis Minie- esperó a que Jimin tomara su copa- por nuestra nueva vida juntos.

- Por una cita perfecta- los ojos de Jimin resplandecían al mirar a Jungkook.

Chocaron sus copas y sin dejar de mirarse bebieron un sorbo y luego se sonrieron.

La velada fue un éxito, la comida exquisita,  conversaron de miles de cosas,  se rieron,  coquetearon, se robaron besos y caricias sutiles,  Jimin se sentía en una verdadera cita, se sentía amado y deseado por su esposo.

Al final de la velada un joven tocó algunas melodías tranquilas en un piano,  haciendo el ambiente aún más perfecto.

Jungkook se incorporó y le tendió la mano.

- ¿ Me concedería el honor de bailar esta pieza?- su sonrisa hacía que leves arruguitas se formaran alrededor de sus ojos.

Jimin tomó la mano de Jungkook y se puso de pie.

- Será todo un placer- le respondió Jimin sonriéndole con sus ojitos de medias lunas.

Hacía tanto que no estaban así,  sin presiones,  sólo disfrutando del momento,  Jimin se balanceaba armoniosamente en los brazos de Jungkook dejándose llevar,  eran sólo la música y ellos,  colocó su mejilla en él hombro de Jungkook y se olvidó de todo,  menos de ellos y sus corazones latiendo a un mismo compás.

Bailaron unas tres canciones y luego se retiraron a su mesa con sus manos unidas y siguieron charlando hasta que llegó la hora de partir.

El silencio en el automóvil era cómodo,  sólo sus dedos entrelazados eran suficientes,  no necesitaban decir con palabras lo mágico del momento compartido.

Pequeñín apenas meneó su colita cuando los vio y pegando un gran bostezo se volvió a dormir, Ana les había dejado una nota y las luces encendidas en la salita.

- ¿ Estás cansado bebé?- Jungkook miró los ojos soñolientos de Jimin.

- Mmmm,  estoy pensando seriamente en hacerme un ladito con pequeñín- dijo Jimin riéndose mientras estiraba sus brazos.

- ¿Escuché bien?- Jungkook entrecerró los ojos atrapando a Jimin y alzándolo en sus brazos para llevarlo a la habitación- primero los besos y ahora la cama,  pequeñín es un rival poderoso,  ¿eh?

Jimin rodeó su cuello con sus brazos y lo besó.

- Siempre serás mi primera opción- dijo Jimin escondiendo su cara en el cuello de Jungkook.

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora