Capítulo 31

2.3K 266 56
                                    

La visita de Mi-Suk había traído cosas buenas a la vida de Jimin, era extraño pero con su llegada por fin Jimin dejó ir su pasado y abrazó fuertemente su presente, convertido en un hombre fuerte, valeroso y con felicidad a raudales.

Esa noche a solas se miró al espejo y se sonrió de corazón, le gustaba lo que veía, el amor y la felicidad se reflejaban en sus ojos y lo hacían ver hermoso.

Sentado en su silla de ruedas se miró sus piernas amputadas y las acarició con cariño, así era él ahora, había perdido sus piernas, pero había ganado mucho más, un hogar, una familia, amigos verdaderos, y sobretodo un esposo amable, considerado y que lo amaba incondicionalmente, ¿ qué eran unas piernas comparado con todo eso?

- Eres un hombre afortunado, Park Jimin, Dios te ama y te lo ha demostrado, mi gran dolor con el accidente fue no volver a bailar ¿verdad?, pero ahora lo veo de diferente forma, gracias Jimin del pasado por dejarme hacerlo y disfrutarlo, siempre serás parte de mí, pero es tiempo de dejarte ir definitivamente- terminó de hablar con su reflejo y se sonrió a si mismo, dando por terminada la conversación con su pasado, con cariño, pero sin nostalgia.

Jungkook lo había escuchado por accidente y se fue de regreso a la oficina, ese momento era privado y sólo de él por eso no lo interrumpió y salió silenciosamente de la habitación, siempre amó a Jimin, pero éste Jimin se había superado, era mucho más fuerte, mucho más sencillo y si antes lo había amado ahora no existía palabra alguna que pudiera hacer justicia a lo que sentía por él, se quedó mirando por la ventana y sonrió con las emociones explotando como fuegos artificiales en su interior.

Esa noche después de bañarse y ponerse su pijama Jungkook se recostó al lado de Jimin que miraba algo en su notebook y sonreía.

- ¿Qué miras bebé?- Jungkook colocó su barbilla en el hombro de su esposo y miró la pantalla.

- Mi última presentación, ¿ te acuerdas?- Jimin le sonrió.

- Como olvidarlo, brillaste ese día en el escenario, parecías un ángel danzando- Jungkook beso su hombro suspirando ante el recuerdo.

- Estaba tan nervioso antes de la presentación, fueron meses de ensayo- Jimin sonrió- pero cuando empecé a bailar me olvidé de todo y me entregué de cuerpo y alma.

- Aún puedo ver al público parándose de pie para aplaudirte- Jungkook miró la pantalla dónde se veía a Jimin haciendo giros y piruetas como si volara.

- Fue una bonita etapa de mi vida Kookie, la recordaré siempre con cariño- Jimin apoyo su cabeza contra la de su esposo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Fue una bonita etapa de mi vida Kookie, la recordaré siempre con cariño- Jimin apoyo su cabeza contra la de su esposo.

- Jimin siempre serás grandioso, no importa lo que hagas, eres como una estrella, siempre brillante y hermoso- la voz de Jungkook destilaba orgullo y ternura al hablar.

- ¿ Cómo puedes ser tan lindo conmigo?, ¿sabes?, pueden cambiar muchas cosas en mi vida, pero la única variable constante eres tú, siempre tú a mi lado, apoyándome, amándome, es lo único que nunca aceptaría perder- Jimin cerró el notebook y lo dejó a un lado.

- Sólo soy un hombre enamorado de mi esposo- Jungkook tomó su rostro y lo miró fijamente antes de besarlo, porque todo se reducía a eso, a su Minie siendo suyo rodeado por sus brazos.

Esa noche se amaron con sus corazones latiendo sincronizados, el mundo seguía avanzando allá afuera, el de ellos estaba dentro de las cuatro paredes de su habitación dónde sin palabras se dijeron y demostraron una vez más cuanto se amaban.

Cuando Jimin despertó por la mañana vio a Jungkook dormido, se levantó el primero y fue a preparar el desayuno, quería regalonear a su esposo y de paso alimentar a pequeñín y sacarlo al patio como todas las mañanas, pequeñín ya lo esperaba al lado del ventanal que daba al patio.

- ¿ Quién es el bebé de papá?- Jimin largó una carcajada cuando pequeñín le lamió la cara- vamos papá te dejará salir un momento, ¿ok?.

Pequeñín se dio unas vueltas y meneo su cola con prisa por salir.

Jimin se fue a la cocina, preparó la bandeja del desayuno y rellenó el plato de pequeñín, estaba en eso cuando sintió un golpe fuerte proveniente de la habitación, preocupado se dirigió a ver que había pasado.

Entró a la habitación y Jungkook no estaba en la cama se había levantado.

- ¿Amor?- sólo sus palabras resonaron nadie contestó.

- Sí es una broma no me gusta Kookie- dirigió sus pasos hacia el baño y un grito ahogado salió de su garganta, Jungkook estaba tirado en el piso.

-¡ Kookie!, ¡Kookie!- Jimin como pudo se arrodilló a su lado tomando su cabeza y dando palmaditas a su rostro, pero Jungkook no reaccionaba.

Pequeñín apareció a su lado asustado seguramente al escuchar el grito angustiado de Jimin.

Depositó suavemente la cabeza de Jungkook en el piso poniendo una toalla doblada bajo ella y afirmándose del excusado se levantó a duras penas, necesitaba pedir ayuda.

- Quédate a su lado pequeñín- le suplicó Jimin con la cara pálida y él lo entendió y se recostó al lado de Jungkook gimiendo.

Jimin rápidamente buscó su celular y llamó a Ana, tras varios intentos logró hacerse entender porque las palabras se enredaban en su lengua, terror, eso era lo que en ese instante sentía.

Ana se hizo cargo llamando a la ambulancia y en un tiempo que Jimin no supo calcular se encontró siendo llevado junto a su esposo al hospital más cercano, sólo podía llorar tomando la mano inerte de Jungkook, eso no podía estar pasando, ni siquiera sabía que había ocurrido, lo dejó dormido y ahora estaba acostado en una camilla de ambulancia inconsciente.

No escuchaba ni veía nada más qué a su Kookie, era como si un abismo inmenso y oscuro se hubiera abierto bajo sus pies.

Los gritos de Jimin cuando lo separaron de su esposo resonaron por toda la sala, sus lágrimas caían descontroladamente, estaba solo.

Una enfermera se acercó con un vaso de agua y se lo ofreció, Jimin negó con la cabeza y la miró con sus ojos desorientados.

- ¿ Va a estar bien?, ¿verdad?- Jimin necesitaba que alguien se lo dijera.

- Sí, estará bien, siéntese está a punto de caer- le dijo la enfermera llevándolo a una silla.

- ¿Jimin?- Tae hyung apareció corriendo aún venía en pijama.

Jimin al verlo se derrumbó y se dejó abrazar por su amigo mientras sollozos salían y salían de su garganta.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora