Renacer

Capítulo 8

Los siguientes dos días fueron ajetreados para Jungkook.

Después de la visita del padre de Jimin lo primero que hizo fue ponerse en contacto con el psicoterapeuta y le explicó detalladamente lo que estaba pasando con Jimin,  fue el quien lo orientó con los pasos a seguir,  lo primero y más importante era sacar a Jimin de donde estaba y reanudar lo más pronto posible su rehabilitación, lo más probable era que Jimin estuviera con algún tipo de depresión que  el mismo evaluaría.

Lo segundo que hizo fue reunirse con sus padres pues necesitaba de su ayuda para hacer lo que tenía en mente, porsupuesto sus padres le dieron su apoyo incondicional.

Lo tercero fue encontrar un lugar fuera de Seúl donde Jimin pudiera seguir con su rehabilitación lejos de cualquier interferencia,  eso conllevaría buscar un nuevo lugar donde vivir que tuviera las condiciones necesarias para que Jimin pudiera desplazarse con comodidad y no se lastimará en el proceso.

Todo cambiaría para ambos,  su padre le ofreció que trabajara a distancia con los proyectos de la empresa pero no de inmediato sino cuando ya estuviera establecido y Jimin estuviera en rehabilitación,  es decir cuando sus vidas estuviesen organizadas.

Cuando tuvo todo listo y preparado su nuevo destino sería Yansang, donde estaba la Universidad Nacional de Pusan Hospital de Yansang, donde ya había conseguido un cupo para la rehabilitación de Jimin, su psicoterapeuta se lo había recomendado y además lo ayudó con los trámites para lograrlo.

Consiguió además una casa que se adecuaba a sus requerimientos con salida privada a la playa,  Jimin siempre había amado el mar, salió un poco más cara,  pero sabía que valía la pena el esfuerzo.

Ahora se le venía lo más difícil...sacar a Jimin del lado de su madre,  sinceramente era lo más complicado de todo.

Era la mañana del día miércoles, cuando su amigo y socio en la empresa de su padre, lo pasó a buscar,  a raíz del accidente le suspendieron su licencia de conducir por dos meses,  en el fondo no sabía cuándo se encontraría preparado para volver a conducir porque aunque su terapeuta lo había ayudado mucho aún quedaban cosas con las que no podía lidiar.

- ¿ Listo?- le preguntó Kim seok Jin su amigo del alma.

Jungkook asintió y esbozó una pálida sonrisa subiéndose al lado del copiloto.

Jin lo miró un instante antes de salir.

- Tranquilo amigo,  todo saldrá bien,  estás haciendo lo correcto para Minie.

- Lo sé y lo siento aquí- Jungkook se señaló el corazón- mi único fin es que en un futuro pueda ser feliz y rehacer su vida,  aunque yo no esté en ese futuro- le dijo Jungkook sin ocultar su miedo y dolor, después de Jimin nadie lo conocía tanto como Jin.

- Minie siempre te ha amado,  incluso ahora lo hace,  sólo que esta muy conmocionado- le recordó Jin y empezó a conducir sin decir nada más.

A Jungkook le sudaban las manos cuando bajó del automóvil,  Jin lo esperaría afuera.

El padre de Jimin ya sabía que Jungkook iría porque se lo había avisado,  tocó el timbre y esperó los más largos dos minutos que había esperado en su vida antes que abrieran la puerta.

- Pasa hijo- le dijo el señor Park- Jade está aún en la habitación nuestra,  Jimin está solo.

Jungkook apretó su brazo en agradecimiento y se dirigió hacia la habitación donde estaba Jimin.

Cuando miró a Jimin las fuerzas lo abandonaron,  no podía respirar,  ¿ ese era su Minie?, ¿ cómo había pasado esto?.

La persona en la cama estaba a años luz de lo que Jimin algún día había sido,  estaba demacrado,  pálido,  ojeroso, había bajado unos cuantos kilos y se veía frágil,  parecía que  con tan sólo tocarlo podía quebrarse y romperse,  era horroroso,  pero lo más  doloroso fue ver su mirada vacía y perdida.