Eran una pareja feliz y enamorada...hasta el día del accidente.
Jimin, modelo y bailarín.
Jungkook arquitecto renombrado.
Eran una pareja envidiada por lo mucho que se amaban.
Después del accidente Jimin descubrió que nunca más sería bailarín...
Ya se iban de regreso a la casa cuando unos gemidos lastimeros llamaron la atención de ambos.
- Jungkook, ¿ escuchaste?- preguntó Jimin y luego se quedaron en silencio para escuchar.
Nuevamente unos gemidos se escucharon.
- Los gemidos vienen de esos matorrales- le señaló Jimin unos arbustos que estaban cerca de la reja que circundaba el jardín trasero de la casa que arrendaban.
- Iré a echar un vistazo- le dijo Jungkook caminando sigilosamente hacia el lugar de donde venían los sonidos.
- ¿ Ves algo?- le preguntó Jimin.
- Es un cachorro bebé- le respondió Jungkook arrodillándose para poder tomarlo de entre las ramas- ¡ Te tengo!- gritó Jungkook riéndose al ver al cachorrito moverse inquieto y meneando su colita.
- ¡Traélo Kookie!- le gritó Jimin ansioso al escucharlo reírse.
Una bolita de pelos marrón apareció entre los brazos de Jungkook, Jimin estiró su mano y acarició su cabecita.
- ¡ Qué lindo!- susurró Jimin - ¿ cómo llegaste hasta aquí pequeñín?, tu madre debe estar extrañándote- le habló Jimin con dulzura al cachorro acariciando su hociquito- ¿ qué haremos Kookie?- le preguntó Jimin ahora mirando a Jungkook.
¡ Diablos lo había vuelto a llamar Kookie!, Jungkook sentía su corazón galopando, este día lo marcaría en su agenda, "23 de mayo: Día en que Jimin volvió a sonreír y llamarlo Kookie".
- ¿Jungkook?, ¿ pasa algo?- le preguntó Jimin al ver que no le respondía.
Jungkook se sacudió la cabeza, agradecía que hubiera poca luz para que Jimin no viera su cara y sonrisa de bobo.
- Disculpa, me distraje...por ahora lo llevaremos con nosotros, mañana pondré un aviso por si alguien lo reclama, ¿ te parece buena idea?- le consultó Jungkook pasando sus dedos por el pelaje del perrito.
- Sí, pobrecito, debió estar tan asustado ahí solito, debe estar hambriento también- dijo Jimin riéndose.
- Pero primero le daré un baño...es muy bonito, pero huele horrible- dijo Jungkook largándose a reír contagiando a Jimin que se puso a reír también.
Ese día no hicieron su rutina habitual de ejercicios, se dedicaron a bañar y alimentar al pequeño cachorro.
Jimin no paraba de reír al ver como Jungkook quedaba todo mojado tratando de bañar al perrito que se removía inquieto y se sacudía vigorosamente a cada minuto.
- Veo que te divierte verme en aprietos bebé- le dijo Jungkook sonriendo y con la respiración agitada.
Jimin largó una carcajada.
- No sé quién baño a quién, estás casi tan mojado como el cachorro- le respondió Jimin divertido- ¡ espera un momento!
Jungkook vio a Jimin salir del baño sin saber que pasaba, cuando vio a Jimin regresar con el celular entendió.
- ¿ Nos tomarás una foto?, ¿ quieres dejar un registro de mi vergüenza como bañador de perros?- le preguntó Jungkook riéndose.
Jimin le cerró un ojo y tomó unas cuantas fotografías de Jungkook empapado junto al cachorro que meneaba feliz la colita en las manos de su esposo.
- Ahora es tu turno bebé- le dijo Jungkook sonriendo y cerrándole uno de sus ojos.
- ¿ Qué?- le preguntó Jimin abriendo sus ojos.
- Yo lo bañé...ahora tu lo secas- le dijo Jungkook entregándole el perrito envuelto en una toalla- ahora es mi turno de darme una ducha, huelo a perro mojado, pero primero te tomaré unas fotos también.
Tomando el celular de las manos de Jungkook sacó un par de fotos de Jimin con el cachorro, en todas ellas su esposo salía sonriendo.
Jimin no podía dejar de reír al ver y escuchar a Jungkook, claro que no pensó que Jungkook después de fotografiarlo empezará a desvestirse delante suyo, la sonrisa desapareció y tragó saliva con esfuerzo, no podía apartar la vista del cuerpo de su esposo completamente desnudo.
Jungkook se dio cuenta de su silencio y cuando lo miró lo vio completamente sonrojado mirándolo.
- Disculpa, no pensé que podía incomodarte- le dijo Jungkook temeroso de que la nueva camaradería que estaban teniendo se esfumara.
- No...no hay problema, no es como si fuera la primera vez que te veo- dijo Jimin saliendo de su impresión o mejor dicho fingiendo que no lo afectaba.
Jungkook le sonrió y se metió de una vez a la ducha.
¿Qué diablos le pasaba?, él estaba acostumbrado a ver a Jungkook desnudo, pero por alguna razón ahora era diferente, su esposo era un hombre hermoso y ahora lo había comprobado al recorrerlo con su mirada mientras se desnudaba, por extraño que pareciera era como si todo entre ellos estuviera sucediendo por primera vez, y eso lo tenía asustado, se sentía inseguro, su corazón estaba acelerado y sus mejillas le ardían, ¿era posible volver a enamorarse por segunda vez de la misma persona?, ¿ sería capaz de darse la oportunidad de amarlo con su nueva realidad?, ¿ Jungkook volvería a desearlo físicamente cómo antes?, se estaba desesperando con tantas interrogantes.
Para calmarse se centró cien por ciento en secar al cachorro primero con la toalla y luego con el secador.
- Quien como tú pequeñín- le susurró Jimin al cachorro- no tienes idea lo difícil que es ser un humano, somos tan complicados.
El cachorro pegó un bostezo y se acomodó mejor en sus piernas haciendo a Jimin sonreír.
- ¡Te espero en el dormitorio Kookie!- le gritó Jimin a Jungkook para que lo escuchara.
- ¡Ok!, salgo en seguida- le respondió Jungkook.
Jimin en realidad estaba escapando para no tener la visión de su esposo saliendo de la ducha con las gotas de agua recorriendo su cuerpo, eso podría darle un ataque cardíaco.
Cuando Jungkook entró a la habitación con la toalla enrollada en sus caderas, Jimin desvió la mirada y se entretuvo acariciando al perrito para no mirarlo, si lo hubiera hecho habría visto la sonrisa de oreja a oreja que tenía Jungkook, a su esposo no se le había escapado la mirada de apreciación de Jimin, antes del accidente lo habría llevado a la cama y le habría hecho el amor hasta quedar sin fuerzas, pero ahora debía ir de a poco, para él sería un placer volver a enamorarlo hasta derribar todas sus inseguridades y temores, Jimin estaba reaccionando por fin, así que no lo apresuraría, lo dejaría marcar el pasó, bailaría al ritmo que Jimin quisiera.
Se puso su pijama y fue con Jimin a la cocina para alimentar al cachorro, nuevamente rieron al ver con las ganas que se tragaba la comida.
- Es tan bello- suspiró Jimin.
- Tan bello como tú- le respondió Jungkook con una profunda dulzura.
Jimin por segunda vez se sonrojó, sentía mariposas en el estómago, se sentía casi como un adolescente recibiendo su primer halago y bajo su mirada con timidez.
Esa noche dormir abrazado por Jungkook, se sintió diferente, era tan cálido y fuerte y lo hacía sentir amado y deseado, definitivamente tenía muchas cosas en que meditar, por el momento disfrutaría de sentirse feliz y seguro entre los brazos de su esposo.
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