Capítulo 1

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Jungkook abrió los ojos,  le costó un enorme esfuerzo hacerlo,  parecía que tenía arena dentro de ellos, ¿ dónde estaba?, no podía enfocar bien la vista, cerró nuevamente los ojos para volver a abrirlos, definitivamente está no era su cama.

Trató de incorporarse y un fuerte dolor en la cabeza lo hizo gemir y recostarse nuevamente.

-¿ Señor?...¿señor?, ¿ me escucha?- una voz a lo lejos le taladraba los oídos.

Sólo gimió en respuesta, enfocó la vista en la mujer con uniforme blanco...¿ dónde diablos estaba?...y como un rayo los recuerdos llegaron a su mente.

Trato desesperadamente de incorporarse,  necesitaba encontrar a Jimin.

- ¡ Señor, no puede levantarse!, tiene una fuerte contusión en su cabeza- le ordenó la enfermera asustada y presionando un botón en la cabecera de la cama.

- ¡ Jimin!, ¡Jimin!- gritó Jungkook desesperado el dolor no le importaba necesitaba saber de Jimin.

La puerta de la habitación se abrió dando paso a un hombre de bata blanca.

- No puedo controlarlo doctor,  está gritando como loco- le dijo la enfermera con desesperación tratando de mantener al paciente en la cama.

El doctor se acercó y lo inyectó en el brazo,  Jungkook sintió como nuevamente la oscuridad lo invadía hasta que su mente quedó en blanco.

La enfermera suspiró aliviada.

- Dormirá unas horas,  lo suficiente para tener los resultados de su escáner cerebral,  no sabemos si tiene alguna hemorragia interna,  mientras tanto manténgase en el cuarto, avisaré a sus familiares para que entren.

La enfermera asintió y se sentó al lado,  le daba pena ver la desesperación con que el paciente gritaba,  seguramente llamaba al otro hombre que había ingresado junto a él,  no quería estar cuando le dijeran el estado de su acompañante,  ese hombre quedaría destrozado.

Luego de un rato entraron los padres de Jungkook a la habitación,  su madre se aferró fuertemente al cuerpo de su esposo,  su hijo yacía irreconocible inconsciente en la cama.

- ¿ Cómo está?- le preguntó el señor Jeon a la enfermera a un costado de la cama donde estaba su hijo.

- Realmente no lo sabemos aún,  el doctor está esperando los resultados del escáner para ver si tiene algún sangrado en su cerebro- le respondió la enfermera.

El señor Jeon miró a su hijo,  tenía el rostro hinchado,  la cabeza vendada,  y diversas contusiones sanguinolentas en el rostro.

- ¿Tiene alguna fractura?- volvió a preguntarle el señor Jeon acercándose junto a su esposa al lado de la cama.

- Un par de costillas rotas,  pero nada preocupante,  su cabeza es la que le preocupa al doctor,  espere los resultados señor,  el doctor los traerá pronto y responderá sus preguntas- le respondió la enfermera.

El señor  Jeon asintió, su esposa sin dejar de llorar tomó entre sus manos la de su hijo.

- ¿ Estará bien,  verdad?- le preguntó en apenas un susurro a su marido.

- Debemos tener fe querida,  nuestro hijo es fuerte,  Dios no lo abandonará,  es un buen muchacho- le respondió el señor Jeon tratando de convencerse el mismo también.

La puerta de la habitación se abrió entrando el doctor.

- Buenos días, supongo que son los padres- saludo el doctor estrechando la mano del padre de su paciente.

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora