Capítulo 13

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Jimin tenía un secreto que escondía de Jungkook, no sabía porqué, simplemente se sentía inseguro de contárselo.

No era nada grave, simplemente que los últimos dos meses cuando Jungkook creía que dormía su siesta Jimin estaba tomando clases de repostería online, si alguien antes del accidente le hubiera dicho que estaría entusiasmado como niño pequeño con las artes culinarias se habría largado a reír por lo improbable de que eso sucediera.

Por accidente vio unos vídeos de un chico enseñando repostería y quedó enganchado de inmediato, el chico lo hacía parecer tan fácil y además entretenido, que sin pensarlo lo contacto para unirse a sus clases.

El chico repostero se llamaba kim Tae Hyung, era loco e irreverente las horas se pasaban volando cuando daba sus clases, eran diez alumnos que se reunían en las clases a través de videollamada, además de esta forma nadie podía ver su condición física ni hacerle preguntas incómodas que todavía no se hallaba preparado para responder.

Al principio Jimin se sintió cohibido porque en realidad no sabía reconocer los implementos que se usaban para preparar las recetas, pero Tae fue muy amable y paciente y dedicó todas las clases unos minutos extras para explicarle los nombres de cada utensilio usado por un repostero.

Ahora sabía diferenciar una espátula de una báscula, que aunque sonaban parecido sus usos eran totalmente diferentes, tenía además un pequeño cuadernillo donde iba anotando las recetas para en algún momento atreverse a experimentar.

Jungkook descubrió este pequeño secreto por accidente. Estaba en su oficina trabajando en uno de los proyectos de la empresa de su padre cuando se percató que había dejado su celular en la habitación, así que fue ha buscarlo, abrió la puerta tratando de no hacer ruido para no despertar a Jimin, pero el sorprendido fue él al verlo hablando con el notebook y riéndose.

Jungkook se quedó parado en la puerta sólo mirándolo, no atinaba a reaccionar y Jimin por primera vez en mucho tiempo se había sonrojado y mordía sus labios, cosa que Jungkook sabía que hacía cuando estaba nervioso o inquieto.

Jimin fue el primero en reaccionar y sonriendo le extendió una de sus manos para que se acercara.

Jungkook lo hizo, sentía curiosidad, se sentó al lado de Jimin y se encontró con unos rostros curiosos mirándolo a través de la pantalla, miró a Jimin para que le dijera de que se trataba todo eso.

- Estoy tomando clases de repostería- le susurró al oído Jimin.

Jungkook lo quedó mirando y luego sonrió.

- ¿ En serio bebé?, ahora si que estoy sorprendido- le dijo Jungkook asombrado.

Jimin no pudo ocultar su sonrisa al ver la cara de su esposo, sabía que lo había sorprendido.

- ¿ Quién es ese bombón?- preguntó una de las alumnas a través del notebook haciendo que Jimin y Jungkook miraran nuevamente la pantalla.

Jimin se puso a reír divertido, más que compañeros de clases ya se sentían amigos.

- Es mi esposo, Jungkook- dijo Jimin.

Cuando Jimin lo dijo Jungkook sintió un calorcito penetrando su pecho, era bueno saber que Jimin aún lo consideraba su esposo.

- Que bien guardado te lo tenías, aunque si mi esposo fuera la mitad de apuesto que el tuyo no lo dejaría salir ni a la puerta - dijo otra alumna haciendo que todos los demás se rieran.

- Hola, soy Tae Hyung, profesor de estas desordenadas, un gusto conocerte- lo saludo el profesor sonriéndole amistosamente.

- Hola a todos, soy Jeon Jungkook, un placer conocerlos- saludo Jungkook un poco tímido por toda la atención de que era objeto.

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora