Capitulo treinta y tres: Cansancio.

77 5 0
                                    

— ¿Quien es el?— Solté rápidamente, al cerrar por completo la puerta del auto.

Un suspiro de su parte se escuchó, arrancando el auto para comenzar a manejar.

— No lo sé.— Respondió en un tono molesto.— Supuestamente lo conoce desde hace tiempo, pero nunca antes había hablado de él. Solo apareció cuando todo pasó.

Recordé su rostro, aún con ese sentimiento de haberlo visto alguna vez.

— ¿Y sus moretones?— Pregunté, mirando por la ventana del auto.

— No sé.— Ví como se encogía de hombros por el reflejo del vidrio.— Pero no los tenía antes, son de anoche u hoy.

Asentí, descartando la posibilidad de que haya sido uno de los implicados en el incidente... Aunque, es extraño.

— No me gusta ese hombre. No es el tipo de persona que Ethan tendría de amigo, es todo lo contrario, él evita ese tipo de gente.

Alcé la ceja sorprendido por lo que me decía.— ¿Qué tipo de persona es él?

— ¿No sentiste algo cuando te miró? ¿O es solo a mí?— Frunci el ceño intentando recordar detalles.

— No creo... Solo noté que era demasiado distante... Cómo Batman.— Me miró extrañado unos segundos para luego volver a mirar la calle.

— ¿Batman?— Asenti.

— Sí, si Batman existiera, estoy seguro que te miraría con ese aire, aire como... Soy batman.— Negó con la cabeza.

— Ese tipo mira con aires de grandeza, desde que lo conocí por primera vez, me ignora como si fuera una peste.

— Seguro no le gustas tú.— Comenté.

— ¿Por qué no le gustaría? Jamás dije algo que le molestara, no importa cuánto lo piense, es extraño... ¿Será clasista? Estoy desempleado.

— Puede ser, tenía pinta de plata.— Le seguí la broma, aunque en el fondo si pensaba así, si parecía de dinero.

— Pero Ethan no nació en cuna de oro.— Se defendió.

— Pero es influencer.— Nos reímos. La conversación sobre ese tipo terminó así.

Max suspiró profundamente, volviendo a ponerse serio.

— No lo sé Joaquín. Ethan está... Raro. Nunca antes me había ocultado algo a mi.— Se notaba en su tono lo lastimado que se encontraba.— Estoy preocupado. Que le apuñalen no es algo que le sucedería a él.

Negó de golpe con la cabeza, miré las calles de la ciudad, sintiéndome algo fuera de lugar, como si estuviera viendo algún lugar desconocido.

— ¿Sabes que excusa inventaron a los médicos?— Pregunté por curiosidad.

— Robo. Pero como el lugar donde sucedió todavía no está claro, al final no sucedió nada.— Respondió, aunque ya me lo veía venir.

* * *

Configure mi nuevo chip fácilmente. Me encontraba en casa, esperando que llegara mi almuerzo. Durante todo el día ninguno de mi familia había pisado si quiera aquél lugar. Aún no me encontraba ni con Arianna, ni con mis madres.

— Solo somos tu y yo.— Miré la mascota de mi hermano menor, él cuál me miró durante unos segundos, para luego levantarse y salir por la ventana.— Andate a la chucha, gato culiao.

Marqué el número de Nicolás, al final me había demorado mucho más en contactarlo.

No contestó, por lo que corté la llamada, haciendo una mueca inconforme, no me gustaba está situación, me hacía sentir incómodo.

Me arrepentía un poco de nunca haberle hecho una cuenta de Instagram.

El tono de llamada de mi celular me desconectó de mis pensamientos, contesté al instante al ver que era él quien me llamaba.

¿Joaco?— No dejó ni que contestará con el típico 'Alo'

Sonreí mordiendo mi labio inferior.— ¿Cómo estás?

Escuché un suspiro de su parte, haciéndome sonreír mucho más, si es que era posible.

No sabes cuánto extrañaba tu voz.— Reí.— Y tu risa.

— No me hagas volver.— Advertí, recibiendo ahora una risa de su parte.

¿Viste a Ethan? ¿Cómo está?— Suspiré.

— Tiene un brazo fracturado y una apuñalada.

— ¡¿Cómo?!

— Está mejor de lo que crees. En un rato iré a verlo otra vez, para preguntar más detalles, él no me quiere decir mucho.— No contestó al instante, luego escuché movimiento del otro lado de la línea.— ¿En qué andai'?

Trabajando...— Murmuró, me imaginé su rostro ante su tono de voz concentrado, mordí mi labio.

Iba a hablar, pero la voz de una mujer del otro lado de la línea me desconcertó, hace bastante no la oía, por lo que me costó recordar a quien pertenecía.

¿Necesitas ayuda?— Guardé silencio para escuchar la conversación.

No, no te preocupes.— Contestó Nicolás, sonreí.— Ah ya sé. ¿Podrías traerme más clavos? De este tamaño...

No escuché nada más, solo un par de pasos, aún no recordaba el nombre de dicha persona.

— ¿Quien era?— Pregunté.

La Maca. No sé si recuerdas la vez que..-

— La mina que anda detrás tuya.— Solté inconscientemente, me golpeé la frente suavemente, arrepintiendo me al instante de haber dicho eso.

Fue innecesario.

No escuché respuesta de su parte, solo un profundo suspiro.

Joaco...

— No, espera.— Le interrumpí. Lo que menos quería era crear malos entendidos.— No lo dije para... Olvídalo, fue una... Cómo decirlo, un comentario tonto no más. No hay...

Joaquín.— Cerré la boca.— ¿Que pasa?

Apreté mi mandíbula, ¿Cómo respondería eso? Ni yo sabía que me pasaba, solo fue un comentario de la nada, no lo pensé.

Miré mis manos, recordando con cuidado como era la Maca, no la conocía muy bien. Lo único que recordaba era lo coqueta que era, nada más.

Sacudí mi cabeza intentando borrar pensamientos inútiles, estaba siendo demasiado irracional, seguramente estaba cansado por el viaje, me hacía pensar tonteras. Tampoco había visto a toda mi familia, estaba estresado.

— Nada, supongo que estoy cansado.— Respondí luego de unos minutos.

¿Cuánto has dormido desde que llegaste?— Miré el reloj en la pared, absolutamente nada.

— Aún estoy esperando a mi mamá, no ha llegado.

Puedes descansar por mientras, cuando llegue lo notarás.— Comentó, escuché como la chica llegaba hacia donde estaba él.— Gracias.

No pasa nada.— Contestó ella. No escuché sus pasos al irse.

— Deberías enviarle un mensaje a Ethan, Nico.— Comenté intentando llamar su atención.

Oh, sí. Lo haré. Ve a descansar, luego te llamo.— Y sin esperar respuesta, colgó.

Miré el número en la pantalla, hasta que ésta se apagó.

Suspiré recostandome en el respaldo del asiento, ¿Cómo podría descansar así? No tenía sueño, pero tampoco tenía ánimos de algo. Aún tenía que volver al hospital, pero el olor a hospital me molestaba.

La única persona que podría quitarme el malestar, me acaba de cortar porque estaba ocupado.

Igual, culpa mía por no tener amigos.

Huaso. [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora