'Las hormonas revolucionan personas, hacen que niños que pasan a 'semi-adultos' en cuestión de meses y toda la inocencia que sus ojos mantenían se esfume como el vapor del agua. Por suerte (y menos mal), no a todos les ocurre. Sin embargo, a algunos... simplemente no se les pasa.
Siendo mujer todo es diferente: si te crecen las tetas los chicos te las estarán viendo, la regla, el pelo por todas las zonas (todo totalmente normal y que nadie se debería escandalizar), descubrir quiénes serán tus amigas que te entiendan en esta etapa (que, por cierto, algunos tienen la suerte de que los de la infancia sirven; en mi caso, no) y también te replanteas tu sexualidad.
Sí, el temido tema: ¿quién o qué género te atrae? Parece que no se hable de otra cosa, el mundo está centrado solo en eso, en sexo, sexo, y en... ¿sexo? ¿Alguien mencionó la masturbación? Ah no, eso TAMBIÉN entra en la sección de sexo (aunque muchos lo pongan o de pecado o de todo menos bueno, y eso que trae muchas cosas positivas).
Y bueno, no solo a las mujeres les pasa eso, obvio, pero yo siendo una que ha sido juzgada por el poco crecimiento de sus pechos, haber sido la primera a la que le llegaran todos los síntomas y en haber sido sexualizada de muchas formas pues... Déjame decirte que hablaré de propia experiencia.
Yo, Evelyn Sheir, me encuentro en el primer curso de un ciclo, una locura contando que en esta edad se ''debe'' salir, divertirse, emborracharse en botellones nada legales y que en absoluto acaban bien, tener novio, novia o folla-amigo (o, como mínimo, tener en claro quién te atrae), bla, bla, bla. Cosas sin importancia, en mi opinión.
Oh vamos, donde haya un buen libro que se quite lo demás, y si encima lo escribes tú, mucho mejor. Estudio servicios socioculturales para así ayudar a los demás, tal y como yo no he recibido en mi corta vida, pero eso es lo de menos.
No quiero presumir de lo que carezco, porque por ello estoy aquí, enseñarles que no...'
–Mierda, ¿no qué? Mierda, se me vuelve a olvidar.
Golpeo la mesa de nuevo, bufando desesperada en la silla de mi escritorio. He escrito cinco veces el texto de mi presentación para la academia donde quiero entrar para las prácticas, así tengo un guion en el que mantenerme firme y no morir de los nervios en el intento.
Encima no me saco de la cabeza esa maldita nota, una nota que no sé si iba para mí, pero que se encontraba en mi mochila cuando la he abierto para sacar mi libreta y empezar a hacer guiones que no sirven. Vuelvo a sacarla y la releo como por centésima vez.
''Hola, sé que no vas a conocerme, pero necesito tu ayuda. Por favor, ven a la biblioteca municipal a las siete en punto de hoy y espera en la planta de arriba, en la última sala. Por favor, solo tú puedes ayudarme.
Att. Anónima''
...
¿Anónima?
Al menos pon un nombre, maldito o maldita desgraciad... Vuelvo a suspirar y dejo caer mi cabeza en la mesa, resonando por toda la habitación. Estoy harta del estrés de los estudios y le doy vueltas sin parar al mismo asunto, hasta que no lo descubra no voy a estar quieta. ¿Tan difícil es para mis neuronas centrarse en los estudios en vez de una nota absurda que seguro alguien la puso ahí para joderme?
Según el reloj son las 5:58 de la tarde, si cojo el tren llegaría a tiempo a la biblioteca, pero si dejo ahora el guion podría luego arrepentirme del tiempo perdido.
...
Un descanso viene bien a todo el mundo, ¿cierto?
Me levanto y vuelvo a vestirme con la ropa de esta mañana para salir a paso ligero hacia la puerta de mi casa, recordando coger las llaves antes de salir.
–¿Vas a salir? –pregunta mi padre de golpe, me doy la vuelta para observar cómo arregla uno de sus antiguos ordenadores.
Tiene una pequeeeeña obsesión con los ordenadores retro, y no me extraña: son fantásticos.
–Sí, voy a ver si lo de la nota realmente iba para mí y así ver si a mi mente le apetece trabajar de una vez.
Sí, le cuento a mi padre todo, es la única persona con la que puedo hablar y conservar la paciencia intacta.
–Vale, ¿te llevo?
–Nah, ya me encargo yo de ir en tren, enseguida vuelvo.
No espero una respuesta por su parte. Salgo de casa y me dirijo hacia la estación de tren, tengo diez minutos para llegar o sino la habré cagado bastante en eso de ser puntual. ODIO llegar tarde o que alguien lo haga, a menos que tenga un motivo justificado, como que se ha quedado inválido o casi se muere en el quirófano. Bueno, no tan exagerado, pero creo que se me entiende.
Por suerte mía, he podido tomarlo a tiempo y llegar al lugar. Faltan siete minutos para que sea la hora indicada y es el único gesto que me tranquiliza de inmediato, esto es buena señal. Respiro hondo y entro al edificio mientras aviso a mi padre de mi llegada con un mensaje, recibiendo casi al inmediato sus emojis de aprobación que tan vistos los tengo.
En serio, ¿qué les pasa a los padres con poner el emoji del pulgar arriba? Eso es obsesión.
Subo las escaleras, segura de mí misma, buscando a mi alrededor algo que resaltara: alguna zona, algún objeto, una mirada; algo que delatara quién coñ... cojines me había escrito la nota. Tengo que aprender a no soltar tantos insultos, a veces se me escapan con mi padre y no es muy agradable que digamos.
Por lo que he podido ver, no he notado nada inusual, así que, como indicaba, voy hacia la última sala de la biblioteca, tomando aire para que desaparezcan los pensamientos de si es alguna trampa de algún 'graciosillo' o algo parecido. Creedme, esto para mí es tan normal como respirar. Ya no puedo esperar más y abro la puerta, notando el vacío de la sala y cerrando detrás de mí para no molestar al resto de visitantes y estudiantes, notando cómo un papel rosado enganchado en la pantalla del único ordenador es lo único que resaltaba.
'Mira detrás de ti.'
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~Hola, aquí está el primer capítulo de este libro, estoy muy emocionada ya que esta historia está dedicado a una persona muy especial siendo Key__04 y espero que os guste tanto cómo también le gusta a ella.
Muchas gracias también por darle una oportunidad a esta historia y si sois nuevos lectores, seáis bienvenidos.~
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Anónima ✔️
RomanceEl mundo es jodido de por sí, y si encima las hormonas no dejan que descanses es aún más complicado, ¿cierto? Desde que recibí aquella nota anónima no he dejado de pensar... ¿Por qué diablos ella es tan especial? ¿Por qué ella ha hecho que sienta c...