Ya es el momento de arreglar los problemas que tantos obstáculos me están ocasionando, es verdad que siempre ante los momentos importantes he tratado de huir y luego de que me tomara el tiempo de pensar con calma cada cosa, no he tratado de solucionarlos, gesto que he vuelto a hacer desde entonces.
Con Ingrid la cosa ha sido diferente: para que pueda solucionarlo tengo que hablar con el director y este mismo pasa de mí; así que si él huye, yo le persigo.
El tema de mis inseguridades cada día trato de mejorarlo, porque he aprendido que de un día para otro eso no se soluciona ni muchos menos, y más bien, hoy mismo haré una esperada carta para mí, para mi niña interior, dejando en claro que puedo perdonarme y que no todo es mi culpa: que puedo aprender de aquellos errores que me someten y me hacen machacarme tanto y mejorar, entre muchos más temas.
Y el tema de mi madre... Aunque quisiera que fuera un caso aparte, sé que no lo es y que debería de haberse arreglado hace tiempo ya que se hizo a las malas. Sé que debo hablar con ella, aunque no quiera.
Como puedo acomodo mi ropa y espero que ella haga lo mismo, así quitando el seguro de la puerta y, antes de salir, mi teléfono suena alertando que me llama alguien: mi padre.
–Evelyn, ven hacia el gimnasio, el director está aquí también y tenemos que hablar contigo.
Algo en su tono de voz hace que me alerte, y por alguna razón tengo esa sensación de que esa preocupación y decepción en su voz no es por lo de hoy, sino por otro asunto.
–¿Hay algo más aparte de lo de hoy?
Silencio, esa es su respuesta y ese es el claro "sí" que hace que me tema lo peor.
–Solo... no tardes en venir, ¿vale?
–Claro, estoy en pocos minutos.
Cuelgo y suspiro notando cómo mis músculos están tan tensos que me empiezan a doler, pero no es el momento de echarme atrás, no ahora.
–Vamos –expongo sin mirar a Mar, aunque es más para animarme yo misma a ir que ella acompañarme.
Ella asiente y me toma la mano, animándome más de lo que llegué a pensar. Caminamos y pasamos por los pasillos tan rápido como pudimos, sintiendo cada vez más cómo los nervios van dominando cada parte de mi cuerpo y de mis sentidos. Sé que no estoy sola en esto y por ello sé que estaré bien, no va a pasar nada malo, a fin de cuentas... ¿Verdad?
Mientras caminamos siento la mirada de Mar, sé que está preocupada por mí y supongo que debería de darle explicaciones sobre por qué estoy seria.
–Mi padre me llamó para que fuera al gimnasio, y ha sonado tan serio y asustado que sé que no es por el tema de hoy, por ello puedes notarme más...
–¿Seria? ¿Directa? –la miro y asiento, sintiéndome culpable de aquel comportamiento que ella no merece en absoluto-. Ey, no te preocupes, entiendo el motivo y por ello no quiero que te tenses, ¿sí? Lo solucionaremos y no estás sola.
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Anónima ✔️
RomanceEl mundo es jodido de por sí, y si encima las hormonas no dejan que descanses es aún más complicado, ¿cierto? Desde que recibí aquella nota anónima no he dejado de pensar... ¿Por qué diablos ella es tan especial? ¿Por qué ella ha hecho que sienta c...