Capítulo 9.- Esto lo hacen las amigas

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–Evelyn, ¿estás segura de que esto saldrá bien?

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–Evelyn, ¿estás segura de que esto saldrá bien?

Obviamente mi cabeza dice que no lo está, pero no le voy a quitar los ánimos y que desconfíe, ¿no?

–Sí, claro, será rápido.

Me asomo vigilando que nadie pase y, al asegurarme, simplemente paso al otro lado de la puerta de salida que se encontraba abierta para tomar los donuts que el guarda había dejado solos un momento al irse al baño, y salir corriendo de allí hacia Mar, quien se encontraba escondida detrás y, luego, me sigue de inmediato para salir del lugar del crimen.

–Esto no está bien, ¿y si nos ha visto? ¿O ahora no tiene nada que comer?

–Tranquila, océano de mi corazón, le he dejado el que no me gustaba para que comiera, y si nos hubiera visto habría salido del baño con los pantalones bajados mientras gritaba "Ey, soltad eso, ladronzuelas" –imito la voz grave del guardia, así ella riéndose y yo doy el primer bocado a un donut repleto de chocolate con leche y hablando con la boca abierta. –¿Quieres? Están buenísimas.

Ella asiente y, tomando el donut de chocolate blanco, también lo muerde, aguantando la risa y hablando después de tragárselo en pocos segundos. Vaya, ¿experiencia? Okno.

–No entiendo cómo tienes tan poca vergüenza, yo sería imposible de hacerle eso a alguien.

–La vida te enseña que debes aprovechar lo que te regale, y si en vez de limones te dan donuts, ¿cómo negárselos?

Nos reímos juntas mientras golpea con su hombro el mío, mirándome detalladamente.

–Tienes chocolate ahí –señala sus alrededores de la boca, así yo intentando quitarlo con la lengua que, supongo por la risa que vuelve a soltar, no lo estoy consiguiendo. –Espera, ya te ayudo yo.

Acerca su mano a mi mejilla y con sus dedos limpia alrededor de mi boca, como una madre limpiando a su hija, mientras que yo me quedo viendo su rostro, sobre todo esos ojos tan hermosos que, gracias a que se hacía tarde, brillan y resaltan más de lo habitual, sus largas pestañas que llaman mucho la atención de tan cerca.

Su nariz tan hermosa, aunque seguramente juzgada por muchos, pero no en mi caso, también esos labios, están entreabiertos con una sonrisa divertida que hace que mi corazón se ponga a latir con fuerza, siento una oleada de emociones en mi pecho que da vueltas y respiro algo más rápido. Sin embargo, hace que me sienta tan cómoda y tranquila, como si fuera mi casa.

Esa mandíbula no marcada ante su cuerpo grande, pero tan hermoso y que parece tan suave, sus orejas que son tan pequeñitas que llaman mucho la atención y las ganas de besarlas y morderlas solo aumentan por segundos, hasta su frente, donde tiene una marca.

–¿De qué es la marca? –le pregunto, sin dejar de mirarla.

–Oh, es de la varicela, siempre me la hacen.

–¿Siempre la varicela te hace la marca? Vaya, entonces debes tenerla siempre, ¿no? –bromeo sarcástica, sacando su risa.

–Oh vamos, sabes a lo que me refiero.

–Que siempre te lo preguntan, lo entiendo, aunque en verdad es comprensible, pareces una muñeca que de tantos golpes se ha quedado bollada, solo que tú sin exagerar –sigo con mi sarcasmo, sacando al fin el suyo.

–Oh, mira doña ladrona, quien ahora me robará el corazón aparte de los donuts de hace un momento, qué romántica.

–Oh, eso lo has hecho tú.

–¿El qué?

–Robarme el corazón.

Ella suelta una mini sonrisa, sin creérselo.

–¿De qué te ríes?

–Nadie puede fijarse en mí, mira cómo estoy –señala su cuerpo, sin entender a qué se refería. –¿En serio te lo tengo que explicar?

–Sí, no lo entiendo, ¿qué tienes que no puedan fijarse en ti?

–Estoy gorda.

–¿Y?

–¿Cómo qué "y"?

–Pues eso, ¿dónde está el problema?

Me mira incrédula mientras busca en mi mirada que estuviera en coña, sin embargo, no lo estoy y se pone más seria.

–A la gente no le gusta la gente gorda.

–¿Y? ¿Qué tiene que ver aquí la gente?

–Ya, lo sé, pero...

–Pero nada, a mí me pareces una chica muy hermosa e increíble, eres muy divertida y cualquiera que te diga lo contrario es gil... tonta.

Sonríe ante la corrección de insulto que hice, mirándome a los ojos algo insegura y sonrojada, resaltando su color de ojos y su piel blanca.

–Bueno, pero, aun así, peso noventa kilos, eso es mucho.

–Bueno, biológicamente hablando sí, sin embargo, eso no quita que seas tan bella, tanto física como personalmente.

Sigo caminando, dejando atrás a Mar, pero, al notar que no sigue mi paso, me giro para mirar cómo se me queda mirando fijamente, mucho más sonrojada que antes y con la boca algo abierta.

–¿Qué? –le pregunto, esta vez sonrojándome yo un poco ante lo cursi que he sido, aunque no haya mentido.

Sale de su trance de shock y mueve la cabeza, volviendo a mirarme, solo que esta vez con una sonrisa.

–No es nada, ¿dónde vamos?

Lo pienso y, mirando el lago, sonrío maléfica.

–¿No hace mucho calor para nadar un poco?


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~Hola a todxs! Ahora sí, sean bienvenidos a estos nuevos capítulos, y cómo podéis leer ya está la 'no-cita' entre ellas, espero que os guste y que esperéis el siguiente con muchísimas ganas.

Y tenemos grandes noticias... ¡HEMOS LLEGADO A 1K! No sabéis la felicidad que tengo ahora mismo al ver esa cifra llegar, y espero que sea el primero de muchos... Por ello mismo, hoy subí doble cap para celebrarlo.

El próximo reto para el próximo capítulo será de 20 votos y 5 comentarios (seré buena, contará también los del capítulo anterior.

Sin más que decir, disfrutar de la maratón <3~

Anónima ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora