Capítulo 28.- Al fin hablamos

352 38 17
                                    


Odio a Ingrid

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Odio a Ingrid.

No, eso se queda corto.

No mataría a Ingrid, ese sufrimiento se queda corto, la torturaría y le partiría cada dedo, le arrancaría las uñas, los dientes, mientras le estiro los pelos y... agh. TODO.

No me atrevo a mirar de nuevo a Mar, ella lo hizo por mí y que así ella no publicara sobre mí y, sin embargo, yo aquí enfadada con ella.

Bueno, y pensando mucho en ella. No solo en lo malo, porque haber hecho eso no era suficiente para dejar de amarla o respetarla, es imposible desenamorarse de ella y menos después de haberla sentido tanto.

Y sus labios con los míos, o pasando por mi cuerpo.

Su sonrisa.

Su... sonrojo, que hacen que sus ojos... se vean más hermosos.

–¿Qué estás pensando? –me pregunta de golpe, mirándome fijamente.

–¿P-por qué lo dices? –tartamudeo un poco ante los nervios, sin saber cómo reaccionar.

–Estás un poco sonrojada.

Definitivamente me tiene demasiado embobada.

–Solo... pensaba en lo que has hecho por mí.

Mar frunce el ceño, como si no se lo creyera.

–Estabas pensando en algo más, o al menos antes de pensar en mí.

–Puede que no.

–Evelyyyyyn –me insiste alargando la "y", me conoce demasiado bien.

Bufo y giro los ojos, algo sarcástica.

–Solo estaba pensando en que mientras hacías eso pensando en mí, yo estaba enfadada contigo, y qué coño, ni por esas dejaba de pensar en lo hermosa que eres y en lo enamorada que me tienes de ti.

Gruño y miro hacia el otro lado de ella, esperando a que se ría o me bromee o incluso se queje de lo random que soy.

Aun así, noto cómo su mano pasa por mi barbilla haciendo que me gire a verla cómo se acerca a mí, subiendo su mano hasta un mechón de mi pelo para colocarlo detrás de mi oreja, murmurándome antes de acortar la poca distancia.

–Eres tan fantástica que cómo no enamorarse de ti.

Y no deja que pueda contestar de vuelta cuando siento sus suaves labios contra los míos, esta vez de manera diferente.

No es necesidad, es de una manera más lenta, saboreando cada momento y centímetro de mis labios que no tardan en responder a los suyos, pidiendo más. Dejo de reaccionar y cuando separa sus labios de los míos al cabo de largos segundos que se me hacen cortísimos, tomo su rostro con mis manos y vuelvo a besarla, dejando de lado que se note la necesidad de mis actos.

Nuestros labios se mueven solos, son como el mar cuando al fin moja la suave arena de la playa, tarde más o tarde menos, debe llegar en cualquier momento.

No sabemos cuánto rato pasa, sin embargo, nos parece relativamente corto por cada beso que nos damos, por cada segundo de poderla sentir que solo hace que pida más, que no pueda deshacerme de ella en ningún momento.

Finalmente dejamos de besarnos y nos miramos mutuamente, respirando con rapidez ante el intenso momento que queríamos que pasara, así ella aprovecha para acariciarme la mejilla y me mire cada detalle.

Está tan concentrada mirando cada detalle de mi rostro que no se fija en que mi corazón cada vez late más por sentir su mirada, por dejar caer una barrera que mantuve toda mi vida y que, con ella, me siento tan cómoda de soltar.

–Eres hermosa –le suelto sin dudarlo, aprovechando para mirar también todo su rostro.

–Tú lo eres más –me sigue con una sonrisa, se la ve tan tranquila.

–No, las dos somos hermosas, diferentes y hermosas.

Termina asintiendo, sabe que soy tan terca como ella, incluso más.

–No sabes las ganas que tenía de besarte –siento cómo mi corazón se encoge y no puedo evitar sentirme culpable.

–Perdona por no haberte escuchado cuando me lo pediste, debí haber confiado en ti.

–No era el momento, no te estreses.

–Pero...

–Shhh –me manda a callar a la vez que me vuelve a besar lentamente, hablando en un susurro cuando separa sus labios de los míos –Si te sientes culpable voy a tener que callarte.

–¿Premio o castigo? –susurro con mi voz más grave, sintiendo cómo sonríe mientras la beso, quedando en claro que ya está solucionado esto.

Al menos, entre nosotras dos. Ese es el mínimo problema comparado con uno mayor que pronto vendría.

–Evelyn...

–¿Sí?

–Tengo miedo de lo que pueda pasar después con Ingrid.

Apoyo mi frente en la suya cerrando los ojos mientras la rodeo con mis brazos, abrazándola.

–Yo también, pero creo tener una idea para poder solucionarlo.

–¿Cuál?

–Jugaremos a su propio juego.


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

~Hola a todxs!! Espero estéis bien!!

Primero, perdonen que ayer no subiera este cap, sinceramente no se me apetecía y estaba tan a gusto con mi novia que cuando me acordé, ya era tarde y tenía sueño JAJAJAJAJ.

Segundo, quiero llorar por la cercanía del final, no me siento lista para hacerlo, pero va a pasar y eso es seguro (aunque no negaré que habrán algunos extras jeje).

Sin más que decir, bye bye~

Anónima ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora