Capítulo 35.- Entendimientos y final

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Tras una caminata algo larga por las grandes calles llegamos al esperado hostal que el día anterior había reservado para hospedarme esta noche y al fin relajarme, después de tanta carga que había tenido los tres siguientes días desde la decisión q...

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Tras una caminata algo larga por las grandes calles llegamos al esperado hostal que el día anterior había reservado para hospedarme esta noche y al fin relajarme, después de tanta carga que había tenido los tres siguientes días desde la decisión que tuve.

La primera novedad es que Ingrid fue expulsada dos semanas, y os preguntaréis ¿por qué dos semanas y no para siempre? Bueno, eso fue a petición mía hacia el director, a quien pude convencer y la misma Ingrid me llamó a la mañana siguiente pidiéndome explicaciones:

"–¿Por qué hiciste eso? –es lo primero que dice desde el otro lado de la llamada, pillándome más dormida que viva.

–Buenos días para ti también –saludo sarcástica mientras bostezo.

–Sí, como sea, explícame por qué lo has hecho.

–Porque la verdad me la suda tu existencia y no tengo ningún problema contigo. Sé que aprenderás de esta experiencia tan interesante de tu vida y no meterás tu nariz donde no te llaman así que, para que luego tengas que liar un escándalo para meterte en otro instituto en más de la mitad del curso, pues acaba este y ya decides tú qué hacer.

Se hace un silencio que me hace dudar de si hasta había colgado, pero su voz dudosa justo aparece:

–Entonces... ¿Me perdonas?

–No –sé que no comprende mi respuesta, así que no tardo en explicarle mientras preparo un chocolate caliente-. Verás, Ingrid, sé que todas las experiencias, sean buenas o malas, ayudan al crecimiento personal y emocional y pueden hacer que seas tal como eres ahora y... Es bueno perdonar, pero no es necesario. Te pondré un ejemplo más exagerado para que lo entiendas mejor: ¿tú perdonarías al que violó a tu hijo? O mejor, ¿a quién te violó?

Su silencio fue suficiente para saber que su respuesta era no.

–Pues a eso me refiero; no siempre hay que perdonar, no solo en las situaciones más extremas sino en las que nos duelen, siempre que te perdones a ti misma o aprendas a vivir con ello es suficiente para seguir viviendo, sea con más o menos ánimos, pero lo haces.

Tomo un sorbo de mi chocolate recién hecho y, aunque casi me quemo, sigo tomándolo porque sabe exquisito.

–Lo entiendo, aun así... Gracias por tomarte el tiempo de explicarme y no vengarte.

–La vida misma te devolverá todo aquello que hagas, no soy quién para controlarlo, sin embargo... –hago un silencio en el que empiezo a bajar un poco el tono de voz y ponerme más seria-. Como vuelvas a hacer daño a Mar o a alguien cercano a mí, créeme que habrás deseado no existir. Yo seré tu peor karma y jamás te dejaré escapar, ¿me has entendido?"

Después de ello simplemente asintió y colgamos deseándonos un buen día. Podría haber sido más dura por todo el daño que nos ha hecho, sobre todo a Mar, pero creo que así está bien, bastante tiene con su situación como para que sea peor.

Anónima ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora