Capítulo 23.- Ella... ¿Qué?

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Mar

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Mar... ¿Qué hace?

Ella se está besando con Ingrid, o sea la chica que me pidió ayuda, la misma que me amenazó con alejarme de mi chica, la misma que publicó la foto en la que tapo mi rostro, la misma... que se guarda como Anónima mientras que crea los desastres bajo una máscara oculta.

Esa hija de puta se está besando con mi chica y esta se está dejando.

Se está dejando besar.

Ella... Ya no es mi novia. Ya veo que no.

Y todo después de intimar, todo después de aquella mierda de foto, todo era mentira.

Ella es una mentirosa de mierda.

Aprieto mis uñas sobre las palmas de mis manos, respiro con fuerza tratando de calmarme, no pienso llorar, no ahora, no por ella, no por nadie, ¿cómo pude ser tan sumamente estúpida?

¿Cómo alguien iba a fijarse en alguien como yo más allá de sexo? Total, todos me ponen de sexual y solo me ven que hablo, hago y pienso en eso, todo sexo.

Ya veo que ella también me ve así.

Me giro y camino de nuevo hacia mis clases, con pasos apresurados y, sintiendo las lágrimas por salir, avisando que no aguantarían mucho. Decido entrar en los baños más cercanos, corroborando que nadie más esté ahí.

Al comprobarlo, empiezo a dejar salir todo, mis lágrimas, mi furia creciendo, el dolor en mi pecho que está tan encogido, tan apretado, tan aplastado.

Me cojo de los pelos intentando calmar el dolor de cabeza que está incrementando, no cesa y la misma imagen pasa una y otra vez, no dejo de recordar cómo se estaban besando.

De golpe se abre la puerta, sin darme tiempo a limpiarme. Aunque tampoco me importa al ver de quién se trata. Cierra la puerta detrás de ella mientras yo me limpio mis lágrimas y me pongo seria.

No va a verme mal, ni ella ni nadie.

–Vaya, ¿alguien estaba llorando? –se burla riendo, la maldita zorra...

–¿No que la querías? Entonces qué mierda haces perdiendo el tiempo de besarla.

–Oh, a eso ya llegamos, no te preocupes –respira, Evelyn, relájate. –Más bien, tenemos pensado llegar a más esta misma tarde, mientras tú estudias la porquería de la que estás ocupándote yo estaré besando a Mar. Por Dios, tiene unos pechos tan bonitos y suaves, me pregunto qué tan puta llegará a ser abierta de piernas.

No lo aguanto más y, cogiéndola de la camisa la estampo contra los lavabos y le meto un puñetazo con todas mis fuerzas, subiendo mis manos a su cuello para estrangularla mientras la vuelvo a empujar, esta vez a la pared.

–¡MALDITA ZORRA! ¡ERES UNA HIJA DE PUTA, NI SE TE OCURRA TOCARLA! ¿¡ME OYES?! ¡ERES UNA CABRONA Y MENTIROSA DE MIERDA!

Sigo gritándole y golpeándola contra la pared mientras Mar llega y me intenta alejar. Ante el panorama entran dos chicas más y consiguen separarme, mirando las heridas de la otra mientras la mentirosa de mi ahora exnovia me mira y me toma de la cadera para que no fuera a pegarle de vuelta.

–¡NI SE TE OCURRA TOCARME, MENTIROSA! –le grito soltando con fuerza sus manos sobre mí, dirigiéndome hacia ella.

–Entonces no te acerques a ella –la defiende la muy cínica.

–Oh, claro, ¿¡TE CREES QUE SOY GILIPOLLAS?! –me doy cuenta de mi tono y lo bajo un poco más, sin dejar mi rabia y sarcasmo de lado. –Eres una mentirosa de mierda, una egoísta de pacotilla que pensé que me quería, pero ya vi que todo lo que pasó entre nosotras solo era una farsa para follar y que aquí no haya nada más.

–Evelyn, eso no es cierto, yo... –trata de tomarme de los hombros, sin embargo, golpeo sus manos para impedirlo.

–Ni se te ocurra tocarme, esto se ha acabado y ni se te ocurra acercarte a mí de nuevo, ¿me has entendido? –me mira con lágrimas en sus ojos, le está doliendo que le diga todo esto y, aunque también me duela, no pienso dejar que me pisoteen.

No otra vez, ni por ella ni por nadie.

–¿Me has entendido sí o no? –le repito al no obtener respuesta verbal de su parte, así esta vez asintiendo despacio mientras tiembla.

–Pero...

–Adiós, señorita Hernández –me despido seca, pasando por su lado sin mirarla.

Miro una última vez a Ingrid, quien sigue tirada en el suelo mientras la ayudan con la sangre que sale de su nariz, que se joda.

El amor puede ser como una garrafa de agua fría: si estás muy embobado te pillará por sorpresa todo el dolor y, si te mantienes frío, ni sentirás que están ahí.

Yo debí ser fría como demuestro a todo el mundo, pero ella me calentó hasta descongelarme por completo, y el daño producido ha sido mayor de lo esperado.

Camino rápido hacia el despacho de dirección, sé quecuando se enteren deberán expulsarme un tiempo, así que prefiero quitármelo deencima antes de que pase más tiempo. Me vendrá bien para no verlas y así noreventarle la puta cabeza a esa zorra cabrona. Ahora a ver si puedes hacer algoen la tarde, puta.


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~Hola a todxs!! Aquí está el nuevo cap, espero que os vaya gustando jeje.

Estas escenas me dolió en el alma escribirlas, pero no me arrepiento de nada (lo sé, soy horrible WUAJAJAJAJ)

Al final la sorpresa no la he acabado por la misma razón que ayer no publiqué el cap, fue un día muy duro dónde apareció una persona de mi vida que no esperaba, hubieron problemas, inseguridades y heridas que no sabía que habían en mi persona, así que no estaba de humor.

El reto para el siguiente cap es de 15 votos, ¿estáis preparados para lo que viene? Wuajajaja.~

Anónima ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora