Un Pervertido en el Infierno (Mineta x HH y HB)

El Inicio de la Senda

Lunes -7:00 PM-

Había sido un día largo y agotador para el grupo de demonios, Loona había tenido mucho papeleo que ordenar, mientras que Blitz, Millie, Moxxie y Mineta tuvieron que enfrentarse a objetivos algo más peleadores de lo común, pero nada con lo que no pudieran lidiar. Todos ellos se dirigieron a sus respectivos hogares, aunque uno de ellos tenía otros planes, cosa que fue notada por sus "padres" cuando estaban por llegar a su hogar compartido.

Millie: ¡Hey, Mineta! -exclamó llamando su atención- Nuestro edificio está por acá. -anunció señalando con su pulgar-

Mineta: Eso ya lo sé. -respondió viéndola directamente- Solo iré a caminar un rato, no se preocupen por mí. 

Moxxie: ¿Estás seguro? 

Mineta: Moxx... ustedes me enseñaron a matar. -comentó- Además, tengo esto. -dijo mostrando su katana sacudiéndola con el dedo pulgar e índice- Los veo más tarde. -finalizó retomando su camino-

La pareja simplemente lo vio alejarse, aunque estaban confundidos por su actitud no creían conveniente llamarle la atención. Mineta ya tenía 18 años, vivía solo y podía mantenerse financieramente debido a su trabajo como asesino, su independencia les decía a ambos que tenían que darle su espacio y libertad.

Hachimaru: ¡¿En serio consideras a esos debiluchos tus padres?! -cuestionó la espada- 

Mineta: Claro que lo hago, ellos no dudaron en tratarme como su propio hijo, incluso si somos cercanos en edad. -comentó enojado porque el espíritu los menospreciara- Además, son más fuertes de lo que parecen. 

Hachimaru: ¿A dónde vamos? -preguntó el espíritu- 

Mineta: A un lugar donde podamos entrenar tranquilos. -mencionó mientras seguía su camino- 

Después de unos cuantos minutos, el chico había llevado a su katana/sensei a su destino. El lugar que había elegido para su entrenamiento era amplio, de suelo firme, con mucho material con el cual trabajar los cortes de la espada y apartado de los civiles, en resumen, este era simplemente perfecto.

Hachimaru: ¿¡POR QUÉ MIERDA ESTAMOS EN UN MALDITO BASURERO?! -cuestionó colérico el espíritu-

Mineta: Para que nadie nos moleste mientras me entrenas. -respondió sin expresar emociones.- ¿Por dónde comenzamos? 

Hachimaru: Ponme delante de ti. -ordenó la espada- 

Mineta: Okay. -dijo dejándolo en frente- ¿Qué quieres que haga? 

Hachimaru: ¿Qué ves en frente de ti? -preguntó el espíritu- 

Mineta: ¿Una katana parlante envainada? -contestó algo confundido- 

Hachimaru: ... Aceptaré esa respuesta. -dijo haciendo silencio por unos segundos- Ahora, desenváiname, colócame en tu regazo y sostén con ambas manos la vaina.

Mineta: Eres muy específico ¿No? -mencionó siguiendo sus instrucciones- ¿Así está bien? -preguntó haciendo reposar la vaina sobre las palmas de sus manos- 

Hachimaru: Así está bien, ahora... nómbrame sus partes. -exigió- 

Mineta: ... ¿Qué?

Hachimaru: Que nombres las partes que la componen! 

Mineta: ¿Y para qué quieres eso? -preguntó- 

Hachimaru: Quiero ver qué tan mal estas en tus conocimientos. -declaró- Si ni siquiera conoces los componentes de tu arma, no mereces que te entrene. -finalizó con evidente seriedad-