Un Día... Extraño

330 24 91
                                    

-Miércoles, 6:00 AM-

El sonido del despertador alertaba a sus durmientes dueños de que era hora de despertar, el primero de ellos fue el peliblanco, quien aún adormilado fue directo a su armario ¿Qué conjunto podría usar hoy y qué equipo llevaría a la oficina para comenzar con los encargos del día?

El diablillo simplemente exhaló tranquilo ante las abiertas puertas de su armario que revelaban el tesoro oculto dentro de este.

https://static1.e621.net/data/sample/6b/05/6b05fb4cc6aa1da8bc9e6212c4c6b5a6.jpg

Hermosas eran las armas que se exhibían, pistolas, subfusiles, escopetas, ametralladoras junto a la munición de cada una, era prácticamente una pequeña tienda de armas. Un orgullo que le gustaría exhibir en un lugar más abierto y no tan oculto, pero la seguridad de él y su compañera de cama eran la prioridad.

Se estiró para quitarse la sensación entumecedora de su cuerpo, entrelazando sus dedos y estirando sus brazos sobre su cabeza y descubriendo algo en especial... él no era el único despierto en ese momento.

https://pbs.twimg.com/media/Ffu0rbZX0AAT914?format=jpg&name=small

Millie: Buenos días. -saludó su esposa desde la cama-

Le encantaba ver a su esposo de espaldas, en especial por dos motivos: Su ropa interior y sus cicatrices. El bóxer que llevaba puesto como ropa interior tenia estampado el logo de Superman, este era un detalle algo ñoño pero para Millie simplemente tierno que le gustaba, pero las cicatrices en él... eran el plato fuerte. Algunas habían sido provocadas por las incontables misiones exitosas a las que habían asistido, mientras que otras fueron a causa suya por sobrepasarse en sus caricias, pero algo estaba más que claro: Esas marcas en el cuerpo de su esposo... la calentaban.

Moxxie: Buenos días. -respondió-

Millie: Veo que necesitas ayuda con eso. -comentó señalando a su esposo... solo que más abajo-

Moxxie: Pues... no soy el único. -mencionó señalando a su esposa... quien denotaba estar igual de excitada que él- 

No era necesario decirse nada más, el prominente bulto de Moxxie y las húmedas bragas de Millie eran el indicio de lo que proseguiría. Solo se necesitó de un ademán con el dedo para comenzarlo todo, el diablillo volvió a la cama, envolviendo a su pareja entre sus brazos y la sábana mientras intercambiaban apasionados besos de lengua. No tomó mucho tiempo hasta que los gemidos se mezclaron con el rechinar de la cama. Para la pareja, esto solo era otro "ejercicio" matutino antes de comenzar la jornada. Uno que ambos se tomarían el tiempo de ejecutar hasta que los dos estuvieran satisfechos, llenos de sudor e incapaces de seguir por el cansancio.

Su diversión mañanera llegó al punto de ser lo suficientemente ruidosa como para despertar antes de tiempo a su vecino y retoño que vivía debajo de ellos. Si los sonidos de placer de la fémina ya de por sí eran sonoros, se le añadía el polvo que se desprendía del cielo raso para caer sobre la cara del joven, era completamente molesto. Y evidentemente la posibilidad de volver a reconciliar el sueño eran muy bajas en este momento.

Alguna solución debía de encontrar para mantener su mente ocupada y distraída de lo que sus padres adoptivos hacían arriba. Fue así que una fugaz idea pasó por su mente, y tenía que ver como ejecutarla sin provocarse un trauma duradero.

Solo necesitaba tres cosas fáciles de conseguir en su departamento. La primera de ellas era una computadora, pensaba usar la que tenía en su sala de estar, pero Hachimaru estaba presente, por lo que optó por una nueva notebook que "compró" hacía un tiempo. El segundo objeto era crema exfoliante para manos y el tercero... un rollo de papel higiénico de cuádruple capa, algo caro para la ocasión, pero increíblemente acolchado y suave. 

Un Pervertido en el Infierno (Mineta x HH y HB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora