Los instintos nos dominan, no se puede luchar contra ellos, ¿o si?
En una oscura y tranquila noche sin luna, el primogénito de los Wang nació en punto de la medianoche. Wang Yibo; heredero de una antigua y poderosa familia de alfas.
Un secreto ocul...
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- ¿Dónde está?
- ¿Qué? - Estaba molesto por la repentina interrupcion del beta, ya había logrado tranquilizarse un poco tocando la tranquila melodía en su violín a pesar de lo ansioso que se sentía, el sol estaba ocultándose ya.
- Ibuki...
Yibo se tensó enseguida pero trató de recomponerse, ya no podía perder el control de sus emociones.
- No sé de qué hablas. - Se dio vuelta dándole la espalda. - Vete ya, estoy a punto de entrar a la habitación.
Lele lo giró con violencia haciendo a Yibo tirar su violín.
- ¡Qué mier...!
- ¡Hablo de esto! - Sacó la pulsera acercándola a su rostro.
- ¡Aléjate...! - Dijo entre dientes, luego miró el objeto. - ¿Eso qué mierda es?
- Su pulsera, estaba en el auto...
- ¿Y? Eso puede ser de cualquiera...
- ¡Es suyo... ella la tenía puesta el viernes por la mañana! ¡Yo se la dí!
- ...
- ¡¿Qué le hiciste?! - Lo tomó de las solapas y Yibo no hizo nada para evitarlo.
- No le hice nada a esa maldita beta. - Tan pronto lo dijo, fue empujado con violencia.
- ¡No le digas así! - Lo empujó nuevamente. - ¿Lo hiciste, verdad? ¡¿Qué mierda te hizo ella?! - Yibo correspondió el empujón.
- ¡No me toques!
- ¡Qué mierda le hiciste?! - Continuana empujando. - ¡Ella era inocente!
- ¡Ella arruinó mi relación con Zhan! - Gritó empujándolo con mucha fuerza también.
El beta entonces, lo golpeó pero enseguida el delta le devolvió el golpe. Aunque los alfas y deltas eran fuertes y dominantes, Lele era un beta bastante grande y fuerte, por lo que tenía incluso ventaja sobre Yibo, sin embargo, el delta era muy agresivo y su celo estaba tan cerca, no podría controlarse si el beta continuaba retándolo.
- ¡Era inocente!
- ¡Basta! ¡No quiero lastimarte, maldita sea! - Trataba de alejarse pero el beta volvía a acercarse para tratar de golpear o inmovilizarlo.
- ¡Cómo si te importara alguien más que tú! - Intercambiaron un par de golpes más.
- ¡Detente! - Rugió Yibo.
De pronto Lele se detuvo luciendo afectado y cansado, Yibo había usado sus feromonas para someterlo además de la voz. El castaño nunca lo había sometido pero no tuvo opción. El beta lucía demasiado afectado, Yibo nunca lo vio así antes, siempre vio a su guardaespaldas fuerte e indiferente. Se obligó a calmarse también, aún así estaba al borde.
