20.

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Capítulo 20. - Nuevo Tratamiento.

El delta miraba sus insectos los cuales no se movían, ninguno de ellos

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El delta miraba sus insectos los cuales no se movían, ninguno de ellos. En este momento los supresores inyectados lo hicieron estar lo más apacible que había estado en mucho tiempo. Incluso se sentía somnoliento. Odiaba esa sensación porque solo se había sentido así en los brazos de su beta después de hacérselo, pero en esta ocasión, la sensación no era relajante o agradable, solo apagada como cuando era un pequeño. No había satisfacción alguna, simplemente estaba un poco ido, mirando y mirando los cadáveres de sus insectos y sintiéndose un poco perdido.

Su querida tarántula estaba enroscada, inerte también. Apretó sus labios mientras observaba la bola seca que una vez se movió con elegancia.
Lele se habría hecho cargo de sus bichos cuando él no pudiera alimentar a sus mascotas. Pero el beta no estaba más, se había ido.

Escuchó la puerta abrirse con suavidad, un par de olores desagradables fueron apenas captados por su nariz, aunque su olfato en ese momento estaba entorpecido por la gran cantidad de supresores, se tensó aunque trató de mantener la calma ante los recién llegados.

- Hola Yibo. - Dijo amablemente el beta que olía como a desinfectante.

- ...

- Yibo, hijo... el doctor Gu está aquí... - Su padre mencionó con cuidado.

- ... - El castaño continuó mirando su pecera, no había nada interesante ahora pero no quería mirar al doctor ni a su padre, no le interesaba.

Qiren miró al beta que acomodó sus lentes, dándole una mirada nerviosa, esperaba que este hombre ayudara a su hijo sin darse cuenta de lo salvaje que era Yibo durante sus celos.
El doctor le devolvió la mirada comprensiva y amable antes de hablar.

- Déjenos. - Le dijo el doctor a Qiren quien se quedó callado, luego el alfa miró a Yibo quien lucía bastante tranquilo y asintió. - Estaré en la sala, hijo. - Dijo alejándose de la habitación casi vacía un poco dudoso, debía confiar en rl doctor y su tratamiento.

Afortunadamente ya el departamento estaba "limpio", así que en cuanto pudo, Qiren volvió a la mansión para conversar con el doctor y llevarlo luego al departamento de su hijo aunque para ese momento ya era de noche.

Una vez solos, el doctor Gu se acercó a Yibo quien se tensó más, quería gruñirle, pero se abstuvo de hacerlo, aun así el castaño se alejó antes que el hombre pudiese siquiera tocarlo.

Aunque Yibo había considerado la posibilidad de aceptar el nuevo tratamiento, era más fácil decirlo que hacerlo, este hombre le desagradaba, el sentimiento no había cambiado en absoluto desde que era un niño.

El doctor Gu sonrió, siempre tuvo mucha paciencia y aunque Yibo había sido de sus pacientes más difíciles, pondría su mayor esfuerzo en él, sobretodo después de descubrir su secreto. Había estado atendiendo a varios deltas como para no notar la mirada de aquellos quienes ya habían probado la carne de omega.

Delta W (YiZhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora