☆LOS SILENCIOS DE LA VOZ SENIOR☆

Bye Mamá... Me Voy... Adiós

Rocío de un momento a otro cambió de decisión y le dijo a Damián que se regresaba al hotel. Él intentó acompañarla pero ella quiso irse sola y lo convenció de que regresara con ellos.

Cuando ella ingresó a su habitación, llamó a la recepción para que le subieran dos botellas de vino. Después de unos minutos, llegaron las dos botellas y empezó a beber sin control. No era la primera vez que bebía alcohol, pues desde que empezó a salir con su grupo de amigos siempre bebía. Pero en esta ocasión lo haría sola, quería beber hasta olvidarse de la realidad; pues le dolía el hecho de que se lo hayan ocultado por tantos años.

En tiempo récord de media hora, Rocío se había bebido tres botellas de vino. Se sentía decepcionada y ahora al estar alcoholizada no estaban coordinados: su corazón, su cerebro y su lengua. Empezó a tirar todo lo que encontraba a su paso, sin importarle quien la pudiera ver.

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Damián estuvo marcándole al móvil por siete veces y todas lo enviaban al buzón. Es cuando se preocupó y fue hasta el camarín de Lucía para -de cierta manera- decirle la novedad. Tocó la puerta y luego de un par de segundos ella le abrió.

-Damián: ¿Ya estás lista para ir al hotel? -Tronando los dedos de sus manos-

-Lucía: Acabo de quedar lista. Ahora faltaría pasar por Joaquín, esperemos que esté listo -Bajando su mirada hacia el gesto de él- Por cierto ¿dónde está Rochy? Pensé que no iba a venir pero luego la vi a un costado del set.

-Damián: Hasta yo me sorprendí por su llegada al canal pero luego decidió irse al hotel y precisamente por ella es que debemos irnos al hotel lo más rápido posible.

-Lucía: ¿Sucedió algo con ella? -Preocupándose al ver su rostro de angustia-

-Damián: He intentado comunicarme con ella por medio del móvil y sólo me envía al buzón.

-Lucía: Déjame ir por Joaquín y nos vamos de inmediato al hotel -Tocó la puerta del camarín de Joaquín y pasó directo-

En cinco minutos ya estaban los tres en el auto con rumbo al hotel. A Lucía y Joaquín el camino -tan conocido- se les hizo eterno y sólo se manejaban por medio de miradas.
Cuando finalmente estuvieron subiendo por el ascensor, Joaquín le hizo una pregunta directa a Damián:

-Joaquín: ¿Rochy te conversó algo acerca de...de nosotros? -La mujer alzó su mirada hacia el hombre-

-Lucía: No creo que...

-Damián: Eehh.. algo me estuvo comentando cuando llegó al canal.

-Lucía: Luego de que Joaquín hable con Rochy, hablaremos con vos para explicart... -Siendo interrumpida-

-Damián: No es obligación de que expliquen hoy, tómense su tiempo.

-Joaquín: Gracias Damián. Y te agradecemos por como tratas a nuestra nena -Decía mientras salían del ascensor rumbo a la habitación de Rocío-

-Damián: Nada que agradecer.. Yo la amo y es un placer cuidarla -Sacando algo de su abrigo- Ten la llave para que hables con Ro.

-Lucía: -Viendo que Damián se alejaba- Todo saldrá bien con nuestra pequeña -Dándole un beso tierno- Te espero en mi habitación cuando finalicen.

-Joaquín: ¿Sos consciente de que Rochy va a preguntarme muchos detalles, no? -Mirándola fijamente- Y que no podré mentirle.

-Lucía: Lo entiendo mi amor. Que sea lo que tenga que ser. Ya no quiero seguir ocultándole más nuestro amor a ella.

Lucía se fue hacia al ascensor para bajar a su piso, mientras que Joaquín tomaba un suspiro profundo antes de pasar la llave. En el instante que abrió la puerta escuchó el estruendo de algo en contra de la pared. Cerró la puerta y se dirigió hacia donde el asumía que venía el ruido. Sus apresurados pasos se frenaron en seco al ver una cama desordenada; cuyas sábanas y almohadas estaban tiradas en el suelo, además de ver las botellas de vino. Pero lo que realmente le rompió en mil pedazos su corazón, fue ver algunas fotos rotas tiradas en el suelo.