Después de todo... He Sido una Tonta

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Joaquín observaba como Lucía tenía cierto semblante de tristeza en su rostro, mientras caminaba hasta llegar al auto donde él la esperaba. Ella al llegar, saludó al chofer y le dio la señal a Joaquín para que el auto se encaminara al hotel.

-Joaquín: -Mientras la veía recostarse en el respaldar con la mirada en el techo del auto- Gachi, ¿qué sucedió con Daniela?

-Lucía: Yo iba con todas las ganas de abofetearla, si intentaba seguir coqueteándote. Pero...

-Joaquín: Pero ¿qué Gachi? -Con la mirada expectante-

-Lucía: -Soltando el aire que tenía en sus pulmones- Me dijo que finalmente había entendido que ella no tiene cabida en tu vida y me dejó estupefacta al tocar el tatuaje que me hice en honor a Estela -Cerrando los ojos ante el recuerdo-

No era necesario que él entrara en detalles. Sabía perfectamente la razón y toda la historia acerca del tatuaje en el hombro femenino. Por eso optó por quedarse en silencio, no sabía si ella con aquella remoción de sentimientos, volvería a sentirse triste o estaría bien dentro de lo que cabía.

De repente, en la radio salió una canción tan conocida para ambos y cuyos intérpretes eran dos españoles, amigos personales de Lucía y Joaquín. Ella no le había contado la verdadera razón por la que no había abandonado el dúo, cuando aquella vez lo había llamado desesperada anunciando que no podría ser madre, esposa y a la vez tener una carrera.

"Querer como te quiero,
no va a caber en ningún bolero.
Te me desbordas,
dentro del pecho,
me robas tantas horas de sueño,
me miento tanto que me lo creo"

Joaquín había creído en todos los años posteriores, que la conversación con la madre de ambos, había sido suficiente para que ella se decidiera a continuar en el dúo.

-Lucía: Bonita canción ¿no? -Dirigiendo su mirada a él-

-Joaquín: Sí y también lo es la historia de ellos.

-Lucía: ¡Oh sí! -Esbozando una sonrisa- Sabés algo... Gracias a esa canción y a lo que sucedió en su show allá por el 98, fue que yo decidí continuar en Pimpinela y también con vos.

-Joaquín: ¿Ah? -Frunciendo sus cejas en evidente confusión- No entiendo...

-Lucía: Lo que te voy a contar, es algo que nunca te dije, pues cuando te llamé a decirte que ya no quería seguir con Pimpinela, en realidad era que quería alejarme de vos.

-Joaquín: Pero ¿por qué querías hacerlo?

-Lucía: Acababa de perder a nuestro bebé y yo.. yo sentía que era mi culpa, que no había podido cuidarlo -Dejando caer aquellas lágrimas por sus mejillas- y por eso sentía que no te merecía.

Al ver como con esto último ella se largó a llorar, presionó el botón para activar el compartimiento y tener privacidad. Él la abrazó fuerte, tratando de transmitirle fortaleza tras aquella pérdida tan dolorosa.
Luego de unos minutos, él decidió romper con aquel silencio.

-Joaquín: -Mientras la tenía abrazada- Vos no debiste sentirte así, no tuviste culpa de nada. Y pensándolo bien, ni siquiera él la tuvo. El error que cometió fue querer matar tu vocación, alejarte de tu esencia. Matar tu talento. Y eso sí que jamás se lo disculparé.

-Lucía: Y aunque nunca lo admitiré públicamente, por la hija que tenemos en común, yo tampoco lo haré. Precisamente eso es lo que descubrí aquella noche en el Rex.

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*** FLASHBACK ON ***

17/JULIO/1998

☆LOS SILENCIOS DE LA VOZ SENIOR☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora