C A P Í T U L O 29

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Camila

Las caricias en mi pelo me despertaron de aquel rico sueño, pensando que era mi padre el que me decía que fuese a descansar, pero para mi sorpresa eran otros dedos más finos los que me hacían despertar. Lauren se encontraba mirándome con el ceño fruncido mientras sus dedos se resbalaban por mi cabello. Aquellos ojos verdes que tanto extrañaba ver me regalaban la mirada más preocupante en este momento.

—Lauren. —Me exalté. —Estás despierta.

Me paré de mi asiento con intensiones de llamar al médico, pero ella se inclinó, soltó un quejido y con su mano temblorosa tomo la mía. Yo me giré para verla apretar los ojos ante el dolor que aquello a causa.

—No debiste moverte. Eso fue peligroso.

No se quejó más solo sus dedos apretaron los mío mientras intentaba acercarme otra vez a la cama.

Mis lágrimas ya bajan por mis mejillas cuando me incliné sobre ella y sus dedos aún temblorosos al igual que toda su mano pasó suavemente por mis mejillas. Solo produjo más lágrimas, más llanto, más dolor de verla así y no poder hacer nada para impedirlo.

—N-no... —La escuché decir con la voz igual de temblorosa que sus manos. —Llores.

Le di un beso en la frente. Podía ver claramente sus ojos cristalizado por las lágrimas que ella intentaba contener, transparente mostrando aquel sufrimiento que había pasado aquellos días de infierno en aquel sitio.

—¿Sabes quién soy? —Ella asintió. —¿Sabes cómo me llamo?

—Cami... —Apretó los ojos. —la..

Sonreí llorando más aún si era posible y sin esperar un poco me incliné le di un beso en la mejilla, y presioné el botón de pánico para que los médicos aparecieran.

—Todo estará bien ahora.

Salí de la habitación en cuanto ellos entraron y me quedé junto a la puerta sin intensión de marcharme mientras secaba mis lágrimas.

—¿Qué pasó? —Era Angélica que se acercaba a toda prisa. —¿Por qué lloras, hija?

—Lauren despertó. —Le informé. —Los médicos están revisándola.

—Dios mío que alegría.

Sus lágrimas tampoco se hicieron esperar. Me abrazó moviéndome de un lado a otro con aquel sentimiento mientras yo reía. Mis padre no tardaron en recibir la noticia y mi amiga también.

Dos minutos después de apaciguar aquellos sentimientos los médicos salieron a informar del estado de Lauren, se encontraba bien, a excepción de los temblores que sacudían sus extremidades y su habla. Dijeron que harían más estudio para descartar cualquier inflamación en su cerebro que pueda causar algún daño colateral, pero que por el momento se encontraba fuera de peligro.

Angélica no tardo mucho en querer entrar le di su espacio. Su nieta había despertado y necesitaba estar con ella, así que me fui a dar una vuelta por la cafetería por dos vasos de café cargados porque iba hacer una muy largo día para todos.

—Hija, estas aquí. —Mi madre apareció con Sofí de la mano mientras sostenía un peluche contra su pecho. —¿Qué ha pasado?

—Lauren despertó, por el momento harán más estudios para descartar alguna inflamación en su cerebro, mamá.

—Es bueno saber que esta despierta, ya que es peligroso los golpes en la cabeza.

Asiento viviendo de mi vaso de café.

Amor en tiempos difíciles; Camren  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora