Amor en tiempos difíciles; Camren [Terminada]

C A P Í T U L O 5

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Camila

Lauren entro a los vestidores con su uniforme de deportes en una pequeña bolsa. Ciertamente no recordaba que diera esa clase conmigo y eso que las recordaba bien todas. Cuando se quitó la camisa junto con el saco sentí que se me iba el alma. De espalda a mí pude detallar la libélula en la base de su nuca mientras amarraba su cabello en un moño algo desaliñado.

Tuve que disimular un poco que buscaba algo en mi casillero cuando se dio la vuelta. Noté más de cerca su sostén negro con algo de encaje y parte de su piel pálida.

Alguien cerró el casillero a mi lado muy fuerte y me sobresalte.

Lucy me miraba a regañadientes mientras movía su coleta y se marchaba por la puerta, igual que otro grupo, y cuando me quise dar cuenta Lauren ya se había ido también.

—Chicos, necesito que formen equipos. —Gritaba el profesor desde la chanca. Estábamos en el gimnasio, sentadas todas en las gradas. —Hoy jugaremos vóleibol.

Dinah levanta su mano.

—¿No eran clase de Softbol?

El profesor Gutiérrez se detuvo frente a ella con el balón de vóleibol pegado a su cintura.

—No, señorita Jane. El equipo de fútbol esta utilizado la cancha, por lo que puede darse cuenta que no hay chicos aquí hoy, así que nos toca jugar hoy al voleibol.

—Esto estará bueno. —Dice Lucy a mi lado. —Cabello, te unes a mi equipo.

No me dio tiempo de protestar cuando Lucy ya elegía a su escuadra, y le anunciaba al profesor. Lauren continuaba en las gradas. Llevaba un libro de la biblioteca, y parecía no estar interesada en la clase el día de hoy. No era para más, parecía distraída la mayor parte del tiempo, ausente, aunque no era de negar que era muy buena estudiante.

Esa mañana se la habían pasado molestándola los chicos en los pasillos y en la clase de química. Pero a ella parecía no importarle eso en lo absoluto. Quizá se evitaba los problemas.

No había hablado conmigo, ni siquiera un saludo. Nada parecido a la fiesta del Sábado que en aquel entonces se veía animada, ahora parecía ausente.

Dinah toca mi hombro y me advierte cuando el profesor toca el silbato. Roberta saca del otro extremo haciendo que la bola ruede hacia nuestro lado. Gigi se adelanta y da el primer golpe de la escuadra justamente para acomodarla, y así, Lucy con todas sus fuerzas la envía de regreso a un espacio abierto del equipo contrario.

—¡Así se hace! —Grita Dinah.

Lucy me envía el balón a mí para que saque. Cuando estoy de camino mi mirada se debía hacia las gradas. Los ojos verdes de Lauren me siguen de cerca, pero sentí mis mejillas sonrojarse en el momento que levantó el pulgar derecho en señal de apoyo, que incluso la sonrisa no pude controlar.

Me preparé, respiré profundo y saqué. El balón viajó al otro extremo de la red donde Roberta recibió el primer golpe haciéndole un corto pase a Verónica. En su intento de enviarla de regreso al otro extremo de un solo golpe falla, Dinah la bloquea estirando los dos brazos sobre la red haciendo que el balón golpe la palma de sus manos y vuelva a rebotar en el suelo juntamente a lado de Verónica.

—Maldición.

—Sin maldiciones, señorita Iglesias.

—Lo siento.

Gigi choca las manos con Lucy al estar contenta de llevar la victoria.

—Vamos Cabello. —Grita el profesor entregándome el balón una vez más.