69: Nervios y deseos primitivos, Louis

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Un mes más había pasado, y estaba feliz en medio de una nueva relación que hacía a su corazón latir como si fuera a huir de su pecho y posarse en las manos que le ayudaban a ponerse de pie, pues vergonzosamente había caído de lleno al piso, por ir viendo embobado, el perfil de su lobo favorito.

__¿Estas bien?__le había preguntado Harry, con un pequeño tinte de preocupación en su voz__¿Te has hecho daño?

Analizó lo que sentía y pudo notar como sus manos sangraban un poco, al haber puesto estas para aminorar el golpe que iba a ir a parar a su rostro en aquella cuneta y sus rodillas dolían mucho más y podía ver como brotaba de ellas unas gotitas de sangre, pues había caído en una posición vergonzosa.

__Estoy bien__mintio mientras lloraba por dentro por el inmenso dolor.

__En otra ocasión, la posición de perrito me parecería placentera, pero al sentir ese olor a sangre venir de ti, sólo tengo ganas de llevarte a la enfermería__escucho como Harry se preocupaba por él, al mismo tiempo que sonaba igual de pervertido sonrojandole con aquella comparación que él muy bien había entendido.

__Sucio.

__Soy tu sucio.

Ambos rieron un poco, mientras caminaban uno al lado del otro hacia la enfermería, pues el dolor le había ganado y debía poner algo de alcohol para desinfectar aquellas feas heridas antes de que se pusieran peor.

La gente veía la interacción y mientras que a algunos les parecía una bonita amistad, otros veían algo sospechoso en la manera en la que los dos alfas se miraban a los ojos con una extraña ilusión y brillo que no pasaba de ser percibido.

__Harry nunca había sido tan cercano a alguien__mencionaba uno de los alfas que admiraban a Harry en secreto.

__¿No será uno de esos maricones desvergonzados?__preguntaba otro, dejando la opción como una duda en las mentes de los demás.

Louis alcanzó a escuchar parte de aquella conversación y disimuladamente se aparta un poco del tibio cuerpo de Harry, pero enseguida notó algo que le había dejado nervioso: El calor que irradiaba Harry era tan intenso, que incluso lejos a un metro de distancia, podía sentirlo como si estuvieran demasiado cerca y por una parte, la de su león interno por precisarlo, quería frotarse mimoso cual gatito necesitado de cariño, pero la parte humana, la suya, tenía nervios vergüenza y miedo por lo que representaba hacer lo que sus instintos necesitaban.

__Creo que necesitas darte un baño__murmuró a lo que Harry le volteó a ver sorprendido.

__Si te bañas conmigo, puedo considerarlo un poco__le dijo en broma con una sonrisa espléndida, con la que no pudo disimular el obvio sonrojo que le ocasionó escuchar esa propuesta indecente.

__N-no__terminó tartamudeando frente a Harry cuando llevaba un año y 4 meses de no hacerlo.

Harry se burló y rió a roncas carcajadas por ese hecho y Louis no pudo evitar sentirse un poco mareado por los millones de sentimientos que despertaba el ver sonreír de aquella forma tan hermosa al alfa que ahora vivía en su mente y corazón, sin duda tenía los nervios a flor de piel y los instintos primitivos de su león por aparearse y reclamar mimos estaban por desbordarse fuera de él.

¿Qué pasaría si se diera la oportunidad de tomar la mano de su alfa y caminar así por las calles como una pareja normal?

"¿No será uno de esos maricones desvergonzados?"

Al recordar esas palabras, alejó rápidamente su mano de la de Harry y la metió en el bolsillo de su pantalón.

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COMPAÑEROS  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora