75: El paraiso en tus brazos, Louis

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—Aveces desearía no ser tan miedoso, tener la voluntad y la certeza de que si me dejo llevar por ti, nada ni nadie podría detenernos.  Si bien eres mi fuerza me cuesta creer que alguien como yo, que ha pasado por tanto merezca ser feliz en tus brazos.
¡Enséñame a dejar de tener miedo, ayudame a ser libre!

Louis había tenido una de sus crisis nocturnas y con vergüenza a media noche, había recurrido a Harry,  quien le abrió gustoso la puerta de su cálido  departamento y escucho con paciencia, lo que decía entre medio de gritos y sollozos desesperados. Gruesas lágrimas recorrían sus gorditas mejillas y no dejaban de salir mientras su lobo le abrazaba y tranquilizaba por medio de suaves caricias en sus hombros y besos mariposa en su cabeza, mimos que le eran necesarios tanto a él como a su león interno; aunque le costaba aceptar aveces y sus miedos jugaban en contra, sabía perfectamente que en los brazos de su lobo encerraba sus miedos en lo profundo sintiendo el calor del hogar.

Los días fueron pasando y con ellos la culminación del año en la universidad.
Las vacaciones asomaban cerca prometiendo ser inolvidables para aquellas almas que sueñan vivir en armonía disfrutando la compañía del ser amado.

La expectativa era latente, su sangre burbujeaba en expectación...
Amanecía un nuevo día, y no uno cualquiera... sino el día en que él y su amado lobo vivirían la aventura de ser uno solo, de aventurarse a lo que está prohibido por el hombre y romper la barrera de la sociedad para ser libre al fin de amarse, conocerse y mimarse en su pequeño paraíso, dejando todo y a todos atrás... siendo solo ellos mismos, caminando su propio camino, viviendo sus vidas, cosechando su amor.

Hoy por fin saldrian con Harry, estaba demasiado nervioso...
No había querido decirle a donde irían, decía que era un secreto, una sorpresa y él se derretia en anhelos porque solo el hecho de estar junto a Harry era lo que le impulsaba a ser feliz, a sonreírle al mundo como si fuera un loco... un loco si, enamorado hasta lo más profundo de aquel a quien la sociedad le prohíbe amar, pero que la luna a designado para sí, y eso es lo que realmente le importaba en esos momentos, EL.

La felicidad le recorría por completo, estaba ansioso por entregarse a su ser  amado, podía ser que al final no llegarán al clímax, porque su cuerpo se negaba aún a pertenecer a alguien más que a él mismo, pero estaba rogando en el fondo de su corazón por una oportunidad de que aquellos miedos arraigados a él, no le afectaran en lo que deseaba profundamente con el alma.

—¿Estás listo? —escucho que Harry le pregunto, no pudiendo evitar crisparse por los nervios que la ronca voz de ese alfa ocasionaba en su cuerpo. Lo miro con una sonrisa  tímida y asintió, su mente volaba en miles de situaciones y lugares de a donde lo llevaría Harry.
Pero su mente y corazón estaban en calma porque fuera a donde fuera si estaban juntos eso es lo que importaba.

Entre risas y juegos salieron del edificio y subieron al auto de Harry.
Dando inicio al rumbo incierto, o al menos así lo era para Louis.
La atmósfera en el auto era tan agradable: sus aromas mezclados, sus animales internos en armonía...Harry tomó su mano, se sentía tan bien  poder estar así...

—Hacia donde vamos Hazz— pregunto Louis con ojos iluminados.

—Si te lo digo no sería una sorpresa— le expreso Harry acariciando su mano — tu solo disfruta el viaje cariño.

—Esta bien no preguntaré —bufó— Pero no podrías siquiera darme una pequeñísima pista... por favor— suplicó con una de sus manitas porque la otra era sujetada por Harry.

Harry no pudo evitar frenar el auto, ante el desconcierto de Louis solo para besar esos labios abultaditos de su menor. Se separo con una sonrisa en sus labios mordiendo su labio inferior... dios lo amaba tanto y tenía tanto planeado para los dos, el solo quería que su Alfita fuera feliz.

Louis sonrió ampliamete con esa hermosa sonrisa que derretía al lobo frente a él. Suspiro enamorado y se dedico a apreciar el paisaje, su corazón palpitaba sereno.

El viaje era silencioso, Louis miraba por la ventana perdido en sus pensamientos. No entendía porque aquel recuerdo llegó a su mente, había pasado por tanto, tantos momentos tormentosos, estaba tan vivo el recuerdo del día que perdió su melena, donde le sacaron su fuerza solo por querer defenderse.

¡Era tan injusto!

¿Por qué no pudieron entenderlo?

Lo arrastraron hasta pisar el fango y lo llevaron a vivir todas las humillaciones que soportó.
Ni siquiera la terapia con el psicólogo lo había ayudado, el no podía entenderlo, le robaron una parte importante de su vida, ellos no tenían el poder y aún así lo hicieron.

—¿Pasa algo amor? Te siento perdido y triste —preguntó Harry, pues al mirarlo deslumbró una lágrima en su mejilla —, ¿Te arrepientes de este viaje cielo?

Louis salió de sus pensamientos y observo a Harry quien lo miraba preocupado.

—Disculpa Hazz, no es nada de eso, yo solo... solo recordé algo que me puso así. No tiene que ver contigo amor, aunque no lo creas este es el mejor momento de mi vida... estar juntos es lo que me impulsa a seguir adelante —agregó tímido.

—Estamos juntos en esto, Lou,  lo que te pase a ti me pasa a mi amor, eres todo lo que necesito en la vida.

Louis sonrió ampliamente y asintió
—Tambien eres todo para mi, en ti encontré lo que jamás hubiese imaginado tener —Harry acarició sus mejillas y con una pequeña sonrisa continuaron el viaje.

Louis se maravillaba con los paisajes, sus ojitos mostraban ese brillo mientras admiba el río Han desde el puente por donde transitaban, no pudo evitar sacar su teléfono y sacar fotografías. Harry reía por sus acciones, su Alfita había vuelto a iluminarse, una hermosa sonrisa pintaba su rostro, no podía sentirse más pleno, suspiro enamorado todavía faltaba para llegar y había mucho por ver, sin duda alguna este viaje sería inolvidable.

 Harry reía por sus acciones, su Alfita había vuelto a iluminarse, una hermosa sonrisa pintaba su rostro, no podía sentirse más pleno, suspiro enamorado todavía faltaba para llegar y había mucho por ver, sin duda alguna este viaje sería inolvidable

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COMPAÑEROS  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora