39: 69 Estrellas relucientes Parte: 3, Harry

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Su corazón palpitaba cual metralladora arrasando con todo a su paso, rápida y fuertemente contra su pecho. Era la primera vez que latía de esa manera y más estando consciente de todo lo que pasaba con Louis en ese momento.

Harry movía sus manos, acariciando y conociendo el voluptuoso cuerpo del alfa contrario, tomando todo en cuanto a su paso se encontraba, dedicándose a poner tanto o más nervioso a Louis de como el estaba, pues consideraba que no era justo que fuera el único que se sintiera de esa forma.

__S-si__escucho sisear a Louis con una voz excitantemente ronca__Tocame más, alfa.

Sí antes pensaba que la erección dentro de su boxer estaba como una gran montaña, ahora con lo dicho por Louis estaba seguro de que era todo menos eso. Era un volcán a punto de hacer erupción, sólo necesitaba un pequeño impulso más y todo explotaría.

__Lo haré, lindo.

Siempre, desde la primera vez que lo vio, supo que había algo más de ese alfa sobre él que le atraía. Esta parte era como un imán que llamaba a sus manos a acercarse y a sus ojos fijarse en ella y eso lo hacía sentirse cada vez más loco por fundirse en ella y hacer enloquecer a su alfita al mismo tiempo. Llevando sus manos a la espalda baja de Louis, se permitió tocar y amasar aquel hermoso trasero que se le ofrecía en bandeja de plata, por sobre el boxer de su lindo chico.

__Toca mucho más__ofrecía Louis, y Harry sentía a su necio y caprichoso lobo interior mover la cola de lado a lado muy rápido, en señal de emoción y excitación.

Un ruido sordo se escuchó y luego un largo gemido proveniente de los hermosos labios rojos y rellenitos de Louis, Harry había depositado, en su ahora roja nalga derecha, una gran palmada con una de sus manos y este último se sintió venir al escuchar aquel maravilloso sonido de boca de su amado alfita.

__Date vuelta, precioso__dijo desesperado por ver aquella, que de seguro, era una hermosa parte que aún no había visto__Quiero verte por completo.

Vio como Louis se daba vuelta para quedar en una posición comprometedora, en donde su lindo rostro masculino, quedaba a la altura del erguido volcán que ocultaba su boxer, dejando a la altura de su rostro, su hermoso trasero voluptuoso oculto aún bajo la prenda interior que estaba comenzando a odiar con todo el corazón.

No podía quedarse solo así, acarició todo cuanto pudo de la hermosa piel acaramelada delante suya y cuando sintió que ya sus dedos conocían la textura de la piel contraria, fue bajando lentamente aquella prenda y se sorprendió muchísimo al ver la rosada entrada de Louis cerca suyo y la erección de este mismo, rebotar entre su pecho y el vientre de su amado.

__Estas muy bien dotado __Harry dijo, viendo el asombroso y rojo pene de Louis, masajeando un poco esa larga extensión caliente, húmeda y dura. Sintiendo como esta se deslizaba entre su mano cerrada en un semi puño y como su lindo chico bajaba sus caderas desesperado por tener más.

__¡Ah!__el alfa de León gimió__Quiero más, alfa.

Louis le suplicaba de forma tan linda que no podía evitar no complacerlo, porque si no lo hacía, sería un golpe al orgullo de su lobo y él deseaba tomar todo cuanto pudiera del Leoncito que tan cautivado lo tenía.

__Voy a hacerte llorar de placer.

__¡Sí!

Escucho gritar a Louis, mientras el exploraba por primera vez con su lengua, aquel suave, arrugado y hermoso culo, por donde deseaba algún día meter su pene.

__Estaré algún día aquí adentro__dijo metiendo su largo dedo índice, ganándose un necesitado gemido de su tierno alfa.

Pasó su lengua y de gusto del sabor único de su querido, sobresaltandose al sentir como repentinamente su pene salía de lo que le aprisionaba y luego, como unas suaves manos varoniles le tomaba y comenzaba un lento vaivén que le estaba volviendo más loco de lo que ya estaba.

COMPAÑEROS  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora