50: Hasta el final: El inició, Harry Parte: 3

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Los roces entre sus cuerpos eran excitantes, Harry estaba seguro que moriría ahí mismo por tanto placer acumulado y Louis estaba ayudando mucho en el infarto del que lo haría.

Su alfita estaba marcando con poderosos y a la vez suaves besos, todo su cuerpo. Comenzando por sus labios delgados, mandíbula y por si no fuera poco, su  cuello y pecho; la suave y rasposa lengua hacia maravillas en sus pezones, nunca de los jamases los había tocado o los habían tocado en situaciones tan calientes como en las que están en esos momentos, pero con Louis haciéndolo, sentía su alma salir de su cuerpo volando tan lejos que ni siquiera un cambiaformas volador podría alcanzarlo y devolverlo.

Todo era tan caliente, pero no por eso menos suave pese a estar ambos en celo y con los instintos a flor de piel, los dos saboreaban, cada pedacito de piel del cálido cuerpo contrario y eso hacia que Harry pensará que las cosas serían diferentes está vez y que su lindo Leoncito descansaria entre sus brazos después de tanta acción.

__Di mi nombre__susurró Louis lamiendo en círculos la blanda carne blanca, fuera del ombligo__Dilo.

Nunca había escuchado a Louis ser tan demandante, que este le diera órdenes, debería enojarle demasiado y querer asestarle un golpe por insolente y arrogante, pero en lugar de eso llevo una de sus pálidas grandes manos y las coloco sobre las gorditas mejillas de su alfita y acarició tiernamente la zona, diciendo:

__Louus__con su mano acarició lo que amaba de ese lindo rostro, sus hermosas mejillas y luego su cabello cuando descubrió que este olía y tocaba muy suave los vellos pubicos que llevaban hacia el enorme tesoro que reinaba entre sus piernas__Mi Lou__suspiró al sentir un lenguetazo en su erección__M-mi alfita.

Louis había tomado entre sus suaves manos, el largo de su erección y con su linda boquita dejaba besos en ella, enviandole fuertes descargas eléctricas por todo su cuerpo. Su alfita chupaba todo el largo de su pene y daba besos en la punta en donde el glande lloraba pequeñas gotas de presemen por la locura de saberse dentro de la garganta que amaba.

__¡Oh! Sí!__gimió, siempre enloquecia cuando su alfita tomaba hasta el fondo de su profunda y caliente garganta su pene y tocaba suavemente sus testículos con sus hermosas manitas que sin duda fueron hechas sólo para tocarlo a él__Succiona más__decía mientras acariciaba suavemente el cabello negro de su lindo Leoncito__Chupa, cariño.

Louis lamia, chupaba y succionaba con sus rojos labios hermosos el largo y ancho de su pene, haciendo que incluso volteara los ojos y a pesar de haber un techo sobre sus cabezas, ver las mismisimas estrellas. El alfa dejó de lado su roja y grande erección y subió besando todo a su paso hasta llegar a los labios del lobo, lamiendo el contorno para luego sumergirse ambos en un beso que se llevó parte de sus almas.

Harry acariciaba con manos suaves la caliente piel acaramelada que Louis le ofrecía, sintiéndose superado por las intensas emociones que el acto le provocaba.

No era su primera vez, estaba seguro de ello, había tenido mucho sexo desde que se presentó como alfa, pero esto era muy diferente. Se sentía demasiado bien y diferente, era como ser un novato, cuando había experimentado de todo un poco tratándose de sexo.

__Voy a hacerte llorar de placer__ronroneo Louis en su oído, con una voz tan ronca y excitante, que hizo que cada uno de los vellos en su cuerpo se erizaran__¿Pue-puedes sentirlo?

Y vaya que si podía sentirlo, Louis se había preparado para él mientras chupaba su enorme ereccion y ahora iba introduciendo su falo caliente en su apretada entrada ansiosa por recibirlo.

__¡S-si!__sisearon cuando estuvo totalmente adentro del chico a quien amaba.

Louis se movía suavemente al principio, balanceando sus caderas de un lado hacia otro despacio, gimiendo al sentirse completo y lleno de su alfa y luego cuando ya había sobrepasado el dolor del inicio y todo comenzaba a tener el color rojo del placer, comenzó a saltar enérgicamente sobre el enorme falo de Harry, quien tocaba el pecho de su Leoncito en suaves caricias y besaba la acaramelada piel del cuello de su amado, ansiando perderlo tanto como el lo estaba en el placer de amarlo. Pronto, todo se tornó mucho más caliente y sus instintos salieron a flote y se dejaron llevar por ellos.

COMPAÑEROS  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora