83: Si, Louis

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Louis se apresuró a dejar el lugar de la fiesta, su compañero necesitaba estar en un lugar seguro y calentito en donde podría protegerlo y amarlo como siempre lo habían hecho. También, ahora sabía a quienes claramente podía llamar fieles amigos y por un momento se sintió orgulloso de los fieles Niall, Liam, Zayn, Luck y una Omega a la cual acababa de conocer, Cass, se había convertido en un fuerte pilar para ambos a pesar de que Harry tuvo que romper ciertos compromisos con ella y su familia cuando decidió dejarlo todo y luego la tristeza le invadió y comprendió lo solitario que su amado lobo era, a pesar de estar rodeado de mucha gente.

Estaba feliz, finalmente podían ser libres de los prejuicios de quienes alguna vez llamó compañeros y se sintió liviano al saber que había protegido aquel precioso tesoro entre sus brazos y comprendió que no le dejaría caer nunca. Su lugar era ese, Harry en sus brazos y al reverso.

La urgencia por llegar a su departamento se hizo cada vez más notoria cuando las llaves de la puerta resbalaron de sus manos y cayeron al piso, entonces fue plenamente consciente de que habían llegado a casa, maniobró con el lobo en sus brazos y dobló su cuerpo en formas impensables hasta recogerlas y ser capaz de abrir y entrar a la comodidad en donde sus aromas juntos les recibieron.

—Cambia, amor —suplicó amablemente, queriendo ver al hombre de sus sueños —. Quiero aliviar tu dolor.

Sabía que sus palabras serían escuchadas y estaba en lo correcto. Harry cambio y ahora estaba el hombre fuerte pero que en ese momento pasaba por un momento de debilidad muy grande. Harry llevo sus pálidas manos y cubrió su rostro con vergüenza, lo sabía, no era por el gran amor que se tenían, eran las batallas internas que luchaba sin ser consciente de que podía compartir la carga y así sería menos doloroso, pero también sabía que su lobo sólo quería protegerlo de esas emociones destructivas, por lo que no podía permitirse enojarse.

—N-No me mires —a Louis le dolieron  esas palabras pero no lo dejaría así, nunca, estaba decidido a tomar parte de la carga y liberarlo.

—Te amo, Hazz —susurró en el oído de su amado —. Estamos juntos y eso es lo que importa, mi amor.

Louis sintió sus mejillas calientes al escuchar su confesión, pero aún así se sentía feliz porque el maravilloso hombre frente a él descubrió su rostro y le regaló un bonito sonrojo y una bella sonrisa de esas que tanto amaba.

—Lo siento —y eso le molesto un poco, Harry llevaba disculpandose desde que le presentó a su familia y ellos le rechazaron.

¿Cuándo entendería que él no tenía culpa de nada y que su familia era la que estaba mal?

Eso es lo que se preguntaba, entonces, la respuesta llegó a él muy rápido, de hecho la tenía enfrente y nunca quería tomarla, Harry se disculpaba por su familia, porque quería que los perdonara y ¡Por todos los dioses! Su lobo era un verdadero líder, uno que hubiese sido adorado por toda su manada, si su padre le hubiera dado la oportunidad, desgraciadamente, también comprendía el tema tabú que era estar en una relación con alguien de tu misma casta y para ser peor, una persona que no era de tu misma raza; pero eligió no pensar más en algo como eso y decidió dejarse llevar por el deseo en el aroma de su Harry y empezar a desvestirse frente a él, quien ahora tenía una mirada llameante en pura lujuria, que sabía muy bien ambos disfrutarían.

—En vez de seguir disculpandote, ¿Por qué no mejor hacemos algo mucho más interesante? —le dijo al oído, tentando aquel deseo que quería salir, pero era retenido por la tristeza
—. Llename de ti —le suplicó —,  no es necesario que vayas lento —le alentó a apresurarse —... Sabes que puedo tomarte.

Y era cierto, a pesar de no ser un Omega su cuerpo se había acostumbrado de tal forma al de Harry, que ahora tomar su larga y poderosa erección no representaba ningún problema.

—Toma de mí lo que tu desees, soy tuyo —Louis contuvo el jadeo necesitado en su garganta, su Harry era tan, pero tan sexy que nunca se arrepentiria de las decisiones que tomarían a partir de ese momento.

—Te amo —susurró por sobre los delgados labios rojos de su amado —. Pero hoy —dio un pequeño pico en los labios de su Hazz, siendo correspondido al instante por un beso abrumador y deseado que le dejó viendo las estrellas y jadeando en búsqueda de placer —... Quiero que me sometas y tomes tu de mi, lo que te pertenece.

Y así fue, Harry se abalanzó a él y beso sus labios de una forma demoledora, con su aroma siendo lo único respirable y su cuerpo junto a su león interno correspondiendo a todo lo que su compañero quisiera darle.

Harry le despojó rápidamente de su ropa y se dedicó a acariciar con sus grandes manos toda la piel que adornaba su cuerpo y no pudo más, se dejó hacer tanto como quería y se entregó por completo.

—Lo haré —dijo Harry en un ronco susurró en su oído, haciéndolo desesperar y querer más de aquella rica y sensual voz.

—Rápido —se encontró suplicando, cuando las caricias en su piel fueron más y más abajo hasta llegar a sus nalgas —. Hazlo rápido —volvió a decir con voz tomada por el deseo —... Papi.

Y esa palabra fue el detonante para que Harry por fin le tomará en brazos y le llevará a su habitación, en donde le dejó acostado boca abajo.

—Como mi dulce Lou lo ordene.

Sintió dos dedos entrar en su estrecho canal y supo que por más urgencia de celo que hubiera, Harry no le lastimaria y eso le reconfortó y éxito por partes iguales, su amado era un lobo muy amable, gentil y sexy. Dejo que Harry jugará y arremetiera con sus dedos, contra ese punto que le hacía delirar en placer y cuando por fin iba a tener su tan ansiado orgasmo, sintió a su lobo apartarse y eso lo hizo sentir solo, muy solo.

—¿Qué pasa? —se giró, colocándose boca arriba en la cama y vio a Harry sentado en la orilla de la cama.

—Y-yo —le escuchó tartamudear y reconoció el dulce color rojo de un hermoso sonrojo en su piel —, te quiero, Louis.

—Lo se muy bien, amor, también te quiero —se acercó y se sentó tras Harry abrazandole por la espalda y sintiendo la piel cálida de su lobo y su aroma tan atractivo que le había vuelto loco, entregando un beso en uno de sus hombros, aquel que aún portaba un aruñon de su último encuentro, entonces se sorprendió al sentir el aroma de la necesidad, pero no una sexual era algo mucho más allá de lo que veía pero no sabía que así que con curiosidad le pregunto de nuevo—. ¿Qué pasa?

Harry volteo sus hermosos ojos verdes como la más oscura de las noches y le entregó la más dulce mirada que nunca había visto en su vida y pensó que iba a morir cuando la sonrisa de gomita que siempre había amado se hizo presente en el rostro precioso de su amado lobo.

—Yo quiero vivir mi vida junto a ti, Louis. Quiero entregarme a ti y que tu hagas lo mismo por mi —Harry era muy malo para las palabras, por eso le sorprendió comprender a la perfección cada una de ellas y sabía por algún motivo lo que diría a continuación y no dudaría al momento de dar su respuesta, pues la había pensado por mucho tiempo y ahora por fin lo veo a venir —. Déjame marcarte está noche y te prometo que seremos muy felices.

No había que pensar nada, el lo deseaba y su león interno también ¿Qué tenía que perder? Nada.

—Sí —la palabra salió tan natural de sus labios que ahora no sentía más que sólo pura felicidad inundar su cuerpo entero junto al deseo de ser poseído por su compañero.

No había nada más que deseara que eso, así que felizmente salió de la cama sólo para volverse a subir, pero esta vez a horcadas de un muy excitado y feliz Harry Styles que le recibió con los brazos abiertos y sus labios dispuestos a darle el beso más largo y amoroso de toda su vida.

—Sí.

—Sí

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COMPAÑEROS  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora