93: Por los buenos tiempos, Louis

97 14 0
                                    

Era la mañana de ese día Jueves que se sentía tan pesada, el día de ayer Harry había estado actuando de forma extraña, tal vez nervioso por lo que pasaría la otra semana, sabía que estaban listos, pero eso no quitaba que los nervios hicieran acto de presencia para hacerlos sentir como cordero al matadero. Se levantaron no sin antes darse unos buenos Besotes para empezar bien el día, cosa que hizo que sus penes reaccionaran de forma exquisita y que sus animales internos se alborotaran y quisieran hacer el amor, pero no se podía, debían ser responsables e ir a trabajar como los adultos profesionales que eran y eso aunque estaba bien, anhelaban acercar sus cuerpos y amarse profundamente como tenían días de no hacerlo, por que su cita de la noche pasada se suspendió por culpa del gran cansancio.

—Quiero hacer el amor y llevar tu consciencia muy lejos de esta tierra —le dijo Harry, tomándole con firmeza de las piernas sólo para acercarlo a él.

—Lo deseo —gimió gustoso por la cálida cercanía del cuerpo contrario —. Siento que no hemos tenido tiempo para nosotros —puchereo indignado.

—Cosa de adultos.

Harry tenía razón, cuando era niño aunque tuviera que lidiar con diversos problemas de la niñez y posteriormente en su adolescencia, sentía que no se comparaba en nada a entrar al nuevo mundo de la adultez, con nuevas responsabilidades que cumplir y pagar por los recibos del departamento. Trabajar y soportar a algunos padres de familia que llegaban enojados los días de entrega de notas y muchas otras cosas estresantes, pero tal y como había dicho Harry, todo valía mucho la pena.

—Cosa de adultos —coincidió.

Y como siempre, después de un año de estarse esforzando en la vida, se alejaron el uno del otro, tomaron una ducha rapida, se vistieron con el uniforme de ese día, desayunaron y salieron del departamento cerca, sintiendo el calor corporal del otro.

La gente se les quedaba viendo de forma extraña, Louis no podía soportarlo y menos con las palabras que había estado recibiendo de sus compañeros maestros, como en la ocasión en la que la maestra Clara le dijo con verdadero asco en su voz:

—Es asqueroso y aberrante que dos alfas vivan en un mismo departamento, dime, ¿Qué le van a enseñar a esos niños? ¿ A ser putos maricas?

Eso le había dejado pensando: ¿Tan anormal y asqueroso era para los demás el hecho de que estuviera siguiendo los tiernos sentimientos que Harry despertaba en su corazón? Trataba de no pensar en ello, pero, la espina ya estaba clavada en lo mas profundo de su alma, pudriendo aquellos puros sentimientos, convirtiéndolos en miedo de lo que todo el mundo pudiera decir.

¿Y su promesa?

Prometió estar junto a su lobo y casarse con el, anhelaba estar toda la vida con su Harry y formar una familia, por eso,  decidió que seria valiente y ahí estaban, siendo ellos dos contra el mundo, soportando las miradas de repudio porque estaba muy consciente de que todos podían notar que eran pareja y la marca de unión se veía mas porque la camisa del uniforme no alcanzaba a cubrir parte de sus cuellos.

—Que asco.

—Mira eso, no debes acercarte a gente como esa —le dijo una madre a su hijo.

Y el solo pudo preguntarse: ¿Por que?

El amor era un sentimiento hermoso, a veces dolía, pero valía la pena el poder sentir algo que no fuera solamente tristeza, soledad  y las tremendas ganas de morir que le azotaban cada que le llamaban omega siendo el un alfa, sobretodo porque su familia que estaba tan quebrada como un cristal, no podría comprenderlo jamás.

—Profesor Louis —le llamo la atención un niño y se dio cuenta hasta entonces que estaba en el salón dando la clase de Lenguaje y literatura de forma robótica —. ¿Podría revisar si escribí bien el párrafo?

COMPAÑEROS  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora