❝ Alfas, seres primitivos que actúan conformé a sus instintos mas profundos.
Louis Tomlinson es un pequeño alfa fuera de lo común en esa comunidad, de naturaleza tímida y personalidad cálida, nada brusco como suelen ser los de su raza. En cambio Har...
Sus cuerpos se unieron en una necesidad tan grande, descomunal era la palabra para describir aquellas enormes ansias de estar juntos y no separarse nunca, Harry había puesto en el dedo anular de la mano izquierda de Louis, un anillo de compromiso y amor, y este último, con todo el cariño del mundo lo había aceptado como símbolo de entrega a su amado.
-Le diré a mis padres lo nuestro -dijo repentinamente Louis, quien se encontraba entre los cálidos brazos del alfa de lobo -. Quiero que nos casemos pronto. Tan pronto como sea posible.
-Entonces -Harry pensó un poco antes de volver a unirlos en un caliente abrazo apretado -, ¿La otra semana?
El corazón de Louis latió con muchas fuerzas en su pecho, tanta que diría que no era un órgano normal en un ser humano cambiante. La emoción le recorría el cuerpo entero y las ansias de que todo fuera como se lo había planteado Harry lo hacía por igual calentandole el alma de una forma muy hermosa, con su enorme gatote interno rugiendo y ronroneando para ese lobo que aullaba en su nombre.
-Me encantaría -dijo Louis muy emocionado, hundiendo su nariz en el cuello aromatizado de su lobo -. Te quiero mucho, Harry.
Harry estaba muy feliz y sentía que no había sensación más placentera que la felicidad misma estando en los brazos de su pareja. Lo llamarían joven y estúpido, pero si ser normal era mentiras a sí mismo, entonces preferiría mil veces ser un estúpido que vivir de un engaño mientras moría de infelicidad por estar al lado de un o una Omega a la cual no querría jamás.
-Y yo te amo mucho más a ti -besó con ternura la frente de Louis y los dirigió hacia la ventana, donde con su mano suelta, apartó la enorme cortina y ambos se dispusieron a ver hacía el cielo -. ¿Sabes? -llamo la atención del leoncito - estaba tan nervioso por este importante momento en nuestras vidas, que olvidé hoy es el día del lobo de fuego.
-¿Lobo de fuego? -pregunto Louis curioso, pues no conocía mucho de las tradiciones de los lobos.
-Es un día especial en el que los alfas aullan a la luna cantandole la felicidad de haber encontrado su pareja destinada, entonces, ella da el regalo de bendecir el amor de la pareja juntando las estrellas del firmamento otorgándole a la figura de un lobo de brillante color fuego - explico Harry calmadamente viendo el brillo lleno de asombro y emoción en los ojitos de su chico.
-Eso es muy hermoso, Hazz.
-¿Sabes que es lo más hermoso? -pregunto a Louis viendo un sonrojo en sus rellenitas mejillas.
-¿Qué es? -dijo nervioso, ansioso y mucho más emocionado de lo que estaba.
-Que este fenómeno sólo puede ser visible para los lobos por ser hijos directos de la luna con el Dios sol al encontrar a su pareja destinada-confesó, y Louis vio como el pecho de su alfa se hincho en orgullo y luego las mejillas pintarse en un hermoso color rojo -. Esta es la primera vez que veré las estrellas con alguien que es importante para mí que no sea mi familia y con este significado.
A Louis le dio mucha ternura la forma en la que el imponente Harry ahora estaba totalmente rojo por la vergüenza y el significado de esas hermosas tradiciones haciendo peso en su corazón de una manera muy linda, por el lazo que compartían podía sentir todos aquellos arremolinados sentimientos que surgían en el interior del lobo.
Por si sólo, nunca sabría lo importante que era por el hecho de ser un león y no haber estado interesado en otras tradiciones que no fueran las suyas con su especie, pero ahora sabía claramente de que esta era la primera vez que Harry vivía ese fenómeno que sólo los lobos podían ver y que él podría no ser el primero que no es de la especie de Harry al verlo, pero estaría al lado de su lobo y él sería su elegido, nadie más.
-Un juramento más, ¿Eh? -dijo con una sonrisa ladina que hizo enrojecer mucho más la piel blanca de Harry.
-Lo es, para mí -le dijo Harry con firmeza, tomando sus manos y colocándose frente a él -, porque juro que te amaré para toda la vida sin importar el tiempo y el espacio.
Lo que pasó después de tan hermosas palabras, dejó a Louis anonadado, mejor dicho fascinado:
Harry había dejado salir parte del blanco pelaje de su lobo en su cuello y aulló a la luna, seguido de él se escucharon muchos aullidos provenientes de diferentes partes de NYl y el país entero. En el cielo, la luna brillaba más que en otras ocasiones y mientras aún analizaba lo asombrosa que esta se veía en la lejanía, las estrellas formaron un pequeño lobo en el firmamento y su color fue el que le dejó la quijada en el suelo.
Fuego.
Las estrellas eran del color de las llamas más fuertes que pudieran haber visto jamás, era precioso y mucho más cuando sintió a Harry hundir los colmillos en la tierna piel alrededor de su cuello, reabriendo la marca en un juramento que no duraría un día o dos, sino:
"Paratodala vida."
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