CAPITULO 11

177 18 1
                                    


—Ya lo sabía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ya lo sabía. –Lo miró y soltó un suspiro de impaciencia

—. Por el amor de Dios.Ya puede respirar, Zabini. Sólo bromeaba. Blaise quería hacer un comentario irónico y sarcástico pero lo cierto es que la pregunta de Ron lo había dejado helado.—Respondiendo a su pregunta –continuó Ron, con una voz más apagada de lo que le había oído hasta ahora—. Una chica o un chico omega debe considerar todas las opciones. Tenemos a Semos, obviamente, pero creo que estará de acuerdo conmigo en que no es el mejor candidato.Blaise agitó la cabeza.

—A principios de año, estuvo lord Crabbe.

— ¿Crabbe? –Preguntó Simon, frunciendo el ceño—. ¿No está...?— ¿Cerca de la setentona? Sí. Y, como algún día me gustaría tener hijos, me pareció que...—Un hombre de esa edad todavía puede engendrar hijos –le dijo Blaise.

—Era un riesgo que no estaba dispuesto a correr. Además –dijo, estremeciéndose,con una expresión de revulsión—, la idea de engendrarlos con él no me atraía demasiado.

Blaise se imaginó a Ron en la cama con el viejo Crabee y, muy a su pesar,sintió una punzada en el corazón. Era una imagen bastante desagradable que lo enfureció un poco, no sabía muy bien con quién; a lo mejor consigo mismo por atreverse a imaginarse tal cosa, pero...

—Y antes de lord Crabbe –continuó Ron y, afortunadamente, interrumpió los pensamientos de Blaise—, hubo dos más, aunque igual de repulsivos. Blaise le miró, pensativo.

— ¿Quiere casarse?

—Sí, claro. –La sorpresa por esa pregunta se reflejaba en su cara

—. ¿No es eso lo que todos queremos?

—Yo no. Ron se rió con con descendencia.

—Sólo cree que no quiere. Todos los hombres lo hacen. Pero algún día se casará.

—No— dijo Blaise, muy seco—. Nunca me casaré.

Ron lo miró boquia bierto. Había algo en el tono del duque que decía que hablaba en serio.— ¿Y qué pasará con el título? Blaise se encogió de hombros.

— ¿Qué le pasa al título?—Si no se casa y engendra un heredero, desaparecerá. O irá a parar a cualquier primo despiadado.Ante eso, Blaise levantó una ceja.

— ¿Y cómo sabe que mis primos son despiadados?—

Todos los primos que siguen en la línea de sucesión de un título nobiliario lo son. 

–Ladeó la cabeza—. O, al menos, lo son para con el poseedor de dicho título.

— ¿Y eso lo ha aprendido de su profundo conocimiento de los hombres? –bromeó él.Ron lo miró con una superioridad aplastante.

—Por supuesto. 

Blaise se quedó callado unos momentos y, al rato, dijo:— ¿Vale la pena? Ron lo miró desconcertado por el repentino cambio de tema.— ¿El qué?

LE COEUR DU DUC (EL CORAZÓN DEL DUQUE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora