Capitulo 18

100 12 0
                                    

El duque Zabini fue visto, una vez más, con El Omega Ronald Nott Weasley. Ha pasado ya mucho tiempo desde que esta autora vio una pareja tan enamorada como ésta.Sin embargo, es extraño que, a excepción de la excursión familiar a Greenwich, que relatábamos en estas páginas hace diez días, sólo se les vea juntos en bailes y fiestas. Esta autora sabe de buena tinta que, aunque el duque visitó a la señorito Nott Weasley en su casa hace dos semanas, no lo ha vuelto a hacer y, además, ¡no se les ha visto paseando juntos por Hyde Parkni una sola vez!
REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY HAGWARTS,14 de mayo de 1813

Dos semanas después, Ron estaba en Hampstead Heath, entre las columnas del salón de lady Black, apartada de todo el mundo. Le gustaba estar allí.No quería ser el centro de la fiesta. No quería encontrarse con las decenas de hombres que ahora matarían por un baile con él omega.

Honestamente, no quería estar en ese baile.Porque Blaise no estaba.Pero eso no quería decir que no fuera a bailar en toda la noche.Todas las predicciones de Blaise referentes a su creciente popularidad eran ciertas y Ron, que siempre había sido el omega que gustaba a todos pero que nadie adoraba,se había convertido de la noche a la mañana en la sensación de la temporada.

Todos los que se molestaban en dar su opinión al respecto, que era todo el mundo, declaraban que siempre habían sabido que Ron era especial y que estaban esperando que los demás se dieran cuenta. Lady Jersey le dijo a todo el que quiso escucharla que ella había pre dicho el éxito de Ron hacía meses y que el único misterio era por qué nadie le había hecho caso antes.

Y todo aquello, por supuesto, eran tonterías. Aunque Ron nunca había sido objeto del desprecio de lady Jersey, ninguno de los Nott Weasley recordaba haberla escuchado referirse a Ron, como lo hacía ahora, como «El tesoro del futuro».Sin embargo, aunque ahora tenía la tarjeta de baile llena a los pocos minutos de llegar a una fiesta y aunque los Alfas se pelearan por traerle un vaso de limonada, la primera vez que le pasó, estuvo a punto de echarse a reír a carcajada limpia, descubrió que ninguna noche era memorable a menos que Blaise estuviera allí.

No importaba que a él le pareciera necesario mencionar, al menos una vez cada noche, su completa oposición a la institución del matrimonio. Aunque, muy a su favor,normalmente lo mencionaba junto con su agradecimiento a Ron por salvarlo de las garras de todas esas madres desesperadas. Y tampoco importaba que a veces se quedara callado o fuera maleducado con determinados miembros de la sociedad.

Sólo importaban los momentos en que estaban casi solos, porque nunca estaban los dos solos, pero que podían hacer lo que quisieran. Una divertida conversación en una esquina, un vals alrededor del salón.

Ron podía mirarlo a los  ojos oscuros y olvidarse que estaba rodeado de quinientos testigos, todos inexplicablemente interesados en el estado de su cortejo.

Y casi olvidaba que ese cortejo era todo fachada. Ron no había vuelto a intentar hablar de Blaise con Theo. La hostilidad de su hermano salía a relucir siempre que el nombre de Blaise aparecía en la conversación.

Y cuando se encontraban...bueno, Theo lo trataba con cordialidad, pero de ahí nopasaba.Y, aún a pesar de toda esa rabia, Ron todavía veía destellos de su amistad entre ellos.

Ron sólo esperaba que cuando todo esto terminara, y él estuviera casado con algún aburrido aunque afable conde que nunca la hiciera estremecer, los dos hombres volvieran a ser amigos.

A petición de Theo, Blaise decidió no asistir a todos los eventos sociales a los que Arthur y Ron habían confirmado su presencia.

Bill dijo que la única razón por la que había consentido aquella ridícula farsa era para que Ron encontrara un marido entre los nuevos pretendientes. Desafortunadamente, según Bill y, afortunadamente para Ron, ninguno de esos jóvenes se atrevía a acercarse a él si Blaise estaba presente.

LE COEUR DU DUC (EL CORAZÓN DEL DUQUE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora