Mientras Ronald (Ron) debuta en el mercado conyugal de Londres, una nota de chismes pone en revuelo a la alta sociedad. Blaise, el nuevo duque zabini, regresa a la ciudad. Blaise parece pretender a Ron, lo cual indigna a su hermano Theodore y aten...
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—Sí que lo hace —le contestó Ron, pacientemente—. Bill le ha dicho que cenaremos toda la familia.
—Muchas familias no dejan que los más pequeños se sienten a la mesa con los mayores —dijo Arthur.
—Bueno, entonces es su problema. —Al final, Ron se desesperó y suspiró fuerte—. Mamá, he hablado con el duque. Entiende que no es una cena formal. Y me dijo, claramente, que le apetecía mucho un cambio. Él no tiene familia, así que nunca havivido nada parecido a una comida como las de los Weasley.
—Que Dios nos asita. —Arthur palideció.
—Vamos, mama —dijo Ron—. Sé lo que estás pensando y no tienes que preocuparte por si George le tirará las patatas a Fred por la cabeza. Estoy segura de que ya han superado esa etapa.
— ¡Lo hizo la semana pasada!
—Entonces— dijo Ron, con tono de eficiencia—, seguro que ha aprendido la lección.
Arthur miró a su hija con toda la inseguridad del mundo.
—Está bien —dijo Ron, recuperando la normalidad—, entonces sólo los amenazaré con matarlo si hace algo que pueda disgustarte.
—La muerte no los asusta—dijo Arthur. Pero, a lo mejor, puedo amenazarlo convender su caballo.
—No te creerá.
—No, tienes razón. Soy demasiado bueno. — Arthur frunció el ceño—. Pero puede que me crea si le digo que le prohibiré dar su paseo diario.
—Eso puede funcionar.
—Bien. Voy a buscarlo y a asustarlo un poco. —Subió dos escalones y se giró—.Tener hijos es todo un desafío. Ron sonrió. Sabía que era un desafío que a su madre le encantaba. Arthur se aclaró la garganta, una señal para indicar que lo que iba a decir era más serio.
—Espero que esta cena salga bien, Ron. Creo que Zabini sería un granpartido para ti.
— ¿Sería? —Bromeó Ron
—. Creía que los duques siempre eran un buen partido, incluso si tenían dos cabezas y escupían al hablar. —Se rió—. ¡Por las dos bocas! Arthur sonrió.—A lo mejor te cuesta creerlo, Ron, pero no quiero que te cases con cualquiera. Puede que te presente a muchos hombres, pero sólo lo hago para que tengas el mayor número de pretendientes entre los que escoger un marido como lo hice con tu Hermano Percy—sonrió —. Mi mayor deseo es verte tan feliz como yo lo fui con tu padre o como es Percy con el Duque Wood. Y entonces, antes de que Ron pudiera responder, Arthur desapareció.
Ron se quedó en el vestíbulo, pensando.A lo mejor este plan con Blaise no era tan buena idea. Su madre se iba a disgustar mucho cuando rompieran su falso compromiso. Blaise le había dicho que sería ella la que lo rompería, pero empezaba a preguntarse si no sería mejor al revés. Para el sería terrible que Blaise la dejara, pero al menos así se ahorraría todos los porqués de su madre. Arthur creería que se había vuelto loca al dejar escapar a Blaise.Y Ron se quedaría pensando si su madre tenía razón.
