Capítulo 20

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Sumi:

Oir su voz después de mucho tiempo es señal de alivio, Akiho está en espera de saber quién es, puse mi mano en el auricular y le dije que es mi psiquiatra a lo que ella hizo una o con sus labios.

Me disculpé con ella y entré al despacho para hablar con él en privado, me senté a esperar que mi corazón se calme, necesito saber que ha pasado con él en todo este tiempo, ruego no oir nada desagradable.

—¡Yukito me alegra tanto oírte!—le digo muy emocionada—¡Me has tenido muy preocupada!

—Siento mucho haberte preocupado pero han pasado muchas cosas por acá.

La voz apagada de Yukito toca mi corazón, es obvio que ha pasado algo grave, de un momento a otro la línea se quedó en silencio. Hasta que rompí el hielo:

—Yukito¿Que te ha pasado?—pregunté con un nudo en la garganta—¿Por eso es que no llegaste a Japón?

—En parte, pero lo que te voy a decir está aún en investigación, verás, el día que te dije que iría a verte a Japón estuve buscando una plaza disponible para trasladarme hacia allá y estar más cerca de ti.

—Eso no me lo dijiste,pensé que solo venías de visita—me sorprende—¿Entonces qué pasó?

—Al día siguiente incendiaron mi consultorio médico, además tuve que bloquear mi número de teléfono porque empecé a recibir amenazas de muerte.

Mis ojos se llenaron de horror, y me levanté aturdida¿Quien ha tenido interés de lastimarlo?

—Lo que me dices es muy grave¿Has logrado descubrir quién ha sido?

—Según la policía pensaron que yo estaba dentro del consultorio, en conclusión quisieron matarme.

—¡Eso es horrible!—ahogué un grito.

—Cuando se dieron cuenta de que estaba vivo empezaron a amenazarme, pero no me deje, por ello es que este es mi nuevo número Sumi, tengo que decirte que estuve investigando unas cosas por aquí de tu esposo y no son nada buenas.

Eso me sorprende, me doy cuenta que no conocía a Kaito lo suficiente y he estado todo el tiempo con un perfecto desconocido.

—Kaito está recluido en una cárcel ahora por intento de violación hacia mi persona—solte con acidez, al otro lado de la línea Yukito se ha quedado mudo—¿Yukito?

—¡¿Estás bien? Dime qué no te lastimó!

Lo tranquilice, el cariño que me tiene es como si él fuera un hermano mayor. En eso esos café que vi esa mañana se me revelan.

—Tranquilo estoy bien, y dime¿Vendrás o solo llamaste para saber de ti?—su pequeña risilla me contagia—. Desde que llegué he tenido sucesos extraños y he visto gente que siento que conozco.

—Sumi en unos días llegaré a Japón pero lo haré bajo el nombre de otra persona, cuando lo haga te llamaré para vernos. No quiero asustarte pero sigo bajo la lupa, quieren mi cabeza.

—Yukito hay algo más que no me estás diciendo¿Verdad?—oí silencio y un suspiro de impotencia o molestia no lo sé bien—. Está bien, creo que no me lo quieres decir.

—No es eso, te prometo decirte todo cuando nos veamos, debo dejarte pero quiero pedirte que te cuides por favor.

Colgué la llamada y me quedé con muchas cosas en mi cabeza. Pero lo más importante¿Que ha descubierto de Kaito?

Los toques a la puerta me sacan de mis pensamientos, al ver que es Mina le sonreí y me preguntó si cenaré pero lo descarte. Le pedí que a  Liam si le de algo de cenar. Con respecto a mi hijo aún no sé cómo le diré la verdad.

𝑉𝑜𝑙𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑇𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora