Capitulo 4

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AEROPUERTO DE JAPÓN:

Un avión de clase privada proveniente de Inglaterra, hacia su arribo a la ciudad de Tokio.

Comenzaron a ascender en forma ordenada una familia conformada por tres personas, el hombre atractivo de ojos azules y cabellos negros como la noche, la esposa una bella e imponente mujer de cabellos miel claro hasta los hombros, con sus hermosos ojos verdes esmeraldas.

Y en el centro de los dos, un niño de 6 años, de cabello miel claro, tirando a ámbar y ojos color verde. Era el vivo retrato de su madre.

Tras ellos bajaba todo el séquito de guardaespaldas y ejecutivos de su empresa, al llegar a ese país, tenia que venir prácticamente con toda su gente de confianza que sabe que cuando el no este cerca sabrán cuidar muy bien de su mujer y su hijo.

Salieron por una puerta de vidrio privada exclusivamente para ellos, el hombre estaba cubierto por unos lentes oscuros e iba de la mano de su esposa y el pequeño de la mano de su madre.

Una limusina privada ya los esperaba a llevarlos a lo que seria su nueva casa, una mansión en el mejor lugar de Tomoeda, su destino final. 

_Bienvenido señores.-Dijo el chófer haciendo una marcada reverencia.

_Por favor suban las maletas con cuidado.-Dijo el hombre.

Ayudo a subir a su esposa y al niño en la parte de atrás y el al lado de ellos. El niño miraba todo maravillado por la ventana, esta muy entusiasmado en conocer un nuevo país y a gente nuevo, a niños de su edad para ser mas específicos.

_Papa todo se ve hermoso, me gusta!!-Dijo el niño viendo el paisaje que de la hermosa ciudad.

_Que bueno que te gusta.-Dijo revolviendole el cabello.

La esposa de el, desde que llego se a sentido extraña, como si ese lugar siempre estuvo en ella y una pequeña opresión en el pecho no se le quita, no le quiere comentar nada a su esposo porque no quiere preocuparlo, seria capaz de cancelar todo y regresar a Inglaterra, eso jamas se lo perdonaría.

_Te gusta princesa?-Dijo el hombre abrazándola.

_Si, me gusta muchísimo amor.-Dijo ella sonriendole dulcemente.

Llegaron a la hermosa mansión muy parecida a la que tienen en su país de origen, al bajar del auto, la joven se queda maravillada de todo, el bello cielo azul, la inmensa frescura que se respira y la casa ni que decir, a pesar de haberle dicho a su esposo que no comprara algo tan grande, a la final se salio con su gusto y es muy parecido a la casa de Inglaterra.

_Sumi, hora de entrar mi amor!!-Llamo el hombre, haciendo que le de una bella sonrisa y vaya tras los hombres mas importantes para ella, su esposo y su hijo.

_Mama mira la casa es muy bonita, se parece mucho a la anterior.-Dijo el pequeño entusiasmado.

Ambos entraban abrazados, mientras veían como los empleados les hacían una reverencia y los guardaespaldas subían las maletas a las habitaciones.

_Te dije que no compres una casa tan grande.-Dijo haciéndole un puchero adorable.

_Todo por consentirte a ti y nuestro hijo.-Dijo tomándola de la cintura y dándole un beso.

_Si te dije eso es porque que haré en una casa tan grande, no conozco a nadie acá, no tengo amigas tampoco.

_Se trata de eso, hay algo que quería contarte pero espere hasta que lleguemos acá.-Dijo rascándose la cabeza.

_De que trata.-Dijo curiosa.

_Veras amor, no te comente que tengo una prima, vive varios años acá y bueno....-Dijo pensando como continuar.

𝑉𝑜𝑙𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑇𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora