|43|

4.5K 266 54
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.










— ¿te vas a portar bien con los padrinos?. –la terminé de peinar.

— si mami, te prometo que si. –me sonríe.

— bueno amor, anda a fijarte si llegaron, voy a buscar tus cosas.

— bueno mami.

Julián y Ornella se iban una semana a Pinamar y peleando, dejé que vaya Bianca, más que Ornella tuvo que convencer a Matías, un escándalo fue eso.

Llegaron, agarré las cosas de mi hija para bajar, ya la vinieron a buscar.

— chau mami, te voy a extrañar mucho. –me abrazó fuerte.

— portate bien amor, hacele caso a tus padrinos y no te alejes de ellos ¿bueno?. –le di un beso.

— la vamos a cuidar. –me mira Julián. Es una semana nomas.

— te la encargó. –mire a mi cuñada. Porfavor.

— quédate tranquila que si. –se ríe.

En eso bajó Matías, mi hija fue corriendo a sus brazos, me mata esto.. aunque sea una semana, no me importa, me mata.

Una vez que se fueron me apoyé en el hombro de Matías.

Comimos algo, Ornella ya me estaba mandando fotos, me encanta. Bianca estaba "alzando" a Luca, son hermosos.

— amor, tengo ganas de comer una torta helada. –me hace puchero.

— bueno yo la hago, pero tenes que darme algo a cambio.

— ¿qué cosa?.

Me acerqué para darle un beso, me senté encima de él despacio. Pasó sus manos por mi cintura bajandolas para mi culo.

Salí riendo y me quedó mirando indignado.

— voy hacer la torta chinito. –le di un último beso.

Iba hacer lo básico, chocotorta, mientras Matías tenía una cara de orto tremenda, pobrecito mi bebé.

(...)

Comimos la chocotorta mientras estábamos en el patio, ya estaba de noche, viendo las estrellas.

— ¿nos metemos a la pileta?. –se levanta. Hace mucho calor.

— anda, voy a ponerme una bikini.

— pero amor en ropa interior nomas, no hay nadie más que nosotros. –se ríe.

Lo dudé pero terminé accediendo, me saqué la remera y el pantalón corto para después tirarme rápido a la pileta, estaba perfecta el agua.

Boludeamos un rato largo, hasta que me acorraló contra la esquina dándome un beso.

— ¿revivimos momentos de cuando eramos unos pendejos?. –dice contra mi oído.

— pero ¿me juras qué no hay cámaras está vez?. –lo miré.

— te juro que no hay cámaras. –se ríe.

Nos empezamos a besar, dejé mis piernas entré su cintura para estar mejor, me corrió la tanga y se bajó la bermuda para empezar a entrar en mí.

El agua chocaba en nuestro cuerpo, sus manos apretando mi culo.

Me bajó haciendo que lo quedé mirando confundida.

— date vuelta.

Bueno, si me lo pedís así.

Le di la espalda apoyando mis manos sobre el borde de la pileta, empezó a entrar por atrás haciendo que me duele al principio, pero mi cuerpo se acostumbró, me quiere matar este pibe.

(...)

Terminamos de cenar recién, ahora nos estamos yendo a acostar.

Me acosté al lado de Matías,quién estaba mirando la tele.

La casa esta muy en silencio, extraño mucho a mi hija, la quiero devuelta ya.

— ¿en qué pensas?. –me abrazó.

— nada mi amor. –le di un beso.

Paso sus manos por mi entre pierna.

— Mati. –lo mire riendo.

— dale, tenemos que aprovechar.

𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora