𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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Me desperté eso de las doce, se me hizo super raro no despertarme con los gritos de mi hija saltandome por la cabeza, algo increíble.

— amor NO PUEDO SALIR.

Quedé sin entender de donde venía esa voz.

— EN EL BAÑO IDIOTA.

¿Qué?.

Me levanté rápido y caminé hasta la puerta del baño, estaba trabada.

— esta trabada Ami. –me reí.

— no gil, osea si, pero se trabó de la nada, abrí que me estoy asfixiando.

Le hice fuerza pero no había caso, cosas raras que únicamente le pasan a mi mujer, dios mío.

Al tercer empujón que mande se abrió, dejándome caer de paso, me hice pingo.

— CASI ME MUERO. –sale corriendo. Puerta de mierda, la odio ahora.

— yo estoy bien, no se preocupen.

Me levanté agarrandome el codo, mire a Amira esperando que me expliqué.

— me desperté, caminé hasta el baño para hacer mi aseo, quise salir y no abría, pensé que me estabas jodiendo hasta que me di cuenta que vos estabas en el quinto sueño. –se tapa la cara. Encima esa mierda de ventana es re chiquita.

— no te pueden pasar esas cosas. –me reí. Amor pero ¿cómo?.

— ¡no se! Ahora no voy a cerrar más la puerta cuando vaya al baño, nunca más.

Mejor para mí<\3

Cuando se calmó bajamos para tomar unos mates.

En eso me llamó mi hermano del medio, Santi.

— Santi. –atendí.

— ¿estás ocupado? Necesitó que me ayudes en algo.

— eh no ¿qué pasó?.

— te paso a buscar y te explicó bien ¿dale?.

— bueno dale, te esperó.. pero me estás asustando.

— no es nada malo tranqui. –se ríe. Ahora estoy yendo.

Corté, Ami me quedo mirando.

— Santino que quiere ayuda en algo, voy y vuelvo rápido. –le di un beso.

— bueno amor, anda tranquilo.

Subí a ponerme una remera y unas zapatillas, estaba en bermuda, hace calor.

Al bajar Santino ya estaba afuera, le di un último beso a Amira y subí al auto saludando a mi hermano.

Manejó hasta un shopping.

— quiero comprarle algo a Sofi.

— ¿enserio?. –lo mire. Pensé que era más importante, que habías matado a alguien no se.

— y bueno, yo no se que darle idiota..vos también tendrías que ver algo para Amira.

— ¿por qué?.

— ¡porque en una semana es su cumpleaños!. –me dice obvio.

¿Qué?.

— ah si, ya sabía. –me reí. Obvio que sabia.

— me acuerdo el primer cumpleaños que pasaste lejos de ella, me lloraste toda la noche diciendo que no te animabas a saludarla. –se ríe.

Me dejé de reír para mirarlo mal.

— bueno cállate, eso ya no importa.

(...)

Estuvimos casi toda la tarde acá metidos, Santino por fin se decidió y ahora estamos volviendo a casa.

Al llegar estaban Ami y Sofía mirando tele, saludé a mi novia con un beso en la boca y a mi cuñada con un beso en la mejilla.

— pintan esos teres. –me senté en la falda de Ami.

— chinito, no pesas un kilo. –me mira.

— cállate, yo siempre te tengo que hacer upa a vos, vos haceme upa a mí ahora. –le di un beso.

— hicimos galletitas. –sonríe Sofía. Algunas se quemaron pero las hicimos.

— si, eso estoy viendo. –se ríe Santino. Lo hicieron en un stream encima, dos boludas.

— uh esta es re tímida. –se queja mi cuñada. No modula dos palabras.

— y si me ponían que Matías estaba re bueno, si hablaba iba hacer para repatir veneno. –se excusa Amira.

— que tóxica que sos. –la llene de besos. Me encanta.

— si, que no se hagan las vivas.