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— dale hija, tenes que quedarte acá.

— no quiero. –se cruza de brazos. Yo quiero ir con vos.

— se me está haciendo tarde Bian, tengo que ir a trabajar.

— mentira, te vas con mamá. –me mira. Yo quiero ir con vos.

— no se puede, tenes que quedarte acá.

La alcé y entramos al jardín. Entró a su aula, estaba que lloraba. Me daba cosa dejarla así, pero no sabe todavía lo del embarazo y no quiero que se enteré así tampoco.
Subí al auto y llamé a Amira.

— ¿qué onda Ami?.

— estoy entrando a la clínica, ¿venís?.

— si, me tardé porque Bianca me hizo berrinche. –suspiro.

— te esperó.

Me cortó, tire el celular para el asiento. Me daba demasiada bronca está situación de mierda.
Al llegar a la clínica, pasé. Busqué a Amira con la mirada, estaba sentada usando el celular.

Me acerqué para saludarla con un beso en la mejilla. Que difícil fue no darle un beso en la boca.

— ahora entramos nosotros. –me mira.

Asentí poniendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón. Me apoyé en la pared y sentí la mirada de Ami en mí.
La llamaron, entramos. Ami se acostó sobre una camilla, se subió la remera un poco. Sonreí al ver su pancita, se notaba apenas.

— de vuelta acá Ami. –sonríe la doctora. ¿Cómo está Bianca?.

— bien, está cada día más grande.

No entiendo nada, Amira me miro.

— ella fue la doctora de Bianca también.

— vos sos el dichoso Matías.

— no.. me llamó Lucas. –la jodi.

La doctora cambio su cara, Amira me pegó en el estómago y yo la mire mal.
Le puso un gel en la panza, por impulso le agarré la mano a Ami, me sonríe.

— ¿estás comiendo bien?. –pregunta.

— si, bastante bien. –se ríe.

— bueno papá. –me miró. Tenes que ayudarla con la alimentación, está todo bien.. pero acá se ve que el estrés te está consumiendo. ¿Dormis bien?.

— sí.

— no me mientas Ami, que ya nos conocemos. –se ríe. Miren, ese puntito es el bebé.

Era la primera vez que vivía algo así, era la primera vez que estaba en está situación. Fue imposible no emocionarme, estoy viendo a mi hijo. Le di un beso en la mano a Amira.

(...)


Amira dejó el celular, vinimos a merendar, bueno yo le insistí con el tema de que no estaba comiendo bien

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Amira dejó el celular, vinimos a merendar, bueno yo le insistí con el tema de que no estaba comiendo bien. Pero al leer eso se fue todo a la mierda. Lo del embarazo si me molesta porque van a tirarle mierda y no quiero que pase su embarazo mal. Lo de Aldana es totalmente mentira.

— ¿cómo estás?. –la mire.

— en mi mejor momento, no sabes.

— Ami, dale.

— ¿cómo voy a estar Matías? Mal, todos se pusieron hablar mierda ahora. Cosas que no saben. –suspira.

— pero si sabes que son mentiras. Menos lo del embarazo.

— te felicitan lo peor de todo. –se tapa la cara. Que mierda todo.

— Ami... vos sabes que yo no estuve con Aldana.

— decime la verdad Matías ¿qué pasó esa noche?.

— no pasó nada. Salimos a tomar algo, la mina flasheo, pero la puse en su lugar. –ma mire. Te lo juró Ami.

— ¿por qué me mentiste entonces? No te entiendo Matías. Te daba la confianza para todo boludo, no podes.

— porque fui un boludo, por eso. Perdóname. –le agarré. Perdóname.

— no es fácil Mati, no es fácil. Quiero estar tranquila, pasar este embarazo tranquila. Aparte te fuiste de la casa y eso me puso mucho peor.

— porque quería darte tu espacio.. quería que pienses todo bien. Perdón.

𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora