𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

|69|

— quédate quieta Bianca porque no vas.

— pero mami, no quiero peinarme.

— vas a parecer una bruja hija. Enzo se va asustar. –la mire.

— bueno mami, poneme linda.

— DEJA DE DECIRLE ESO. –grita Matías.

— SEGUÍ CAGANDO VOS IDIOTA.

— ay mamá ¿por qué hablan así?.

Me reí. Seguí peinando a mi hija, resulta que Enzo nos pidió si podían ir a tomar un helado. Ustedes no saben, Matías casi se me muere, casi muere mi amor.

— ¿qué vestido vas a ponerte?. –la mire.

— el rosa mami.

Le puse el vestido y sus zapatitos. Perfume y listo, estaba hermosa mi hija. Gonzalo los acompañaba a tomar el helado, espero que cuide bien a mi hija.

— cualquier cosa vos le decis a Gonza que llamé a papi, mami o al tío.

— el tío Shulian también va con nosotros. –se mira al espejo. Estoy re linda mami ¿no?.

— si amor, estás hermosa.

La llené de besos. Al bajar ya estaban esperando Enzo y Gonzalo. Me morí cuando en la mano del mini Montiel pude ver que tenía una rosa. Mi hija le clavó un beso en la mejilla.

Santino fue rápido a distraer a Matías. Queremos que mi nuerito siga viviendo.

— cuidala porfa. –mire a Gonza. Si se porta mal llámame.

— quédate tranquila que yo la cuidó.

Nos saludamos. Mi hija me da un abrazo y se va corriendo junto a Enzo.

Fui a la habitación, estaban Matías y Santino hablando.

— ¿Bianca ya se fue?. –pregunta Matías.

— si, se acaban de ir amor. –le di un beso.

— nosotros con Sofi vamos a salir a pasear un ratito.

Asentimos. Matías se fue a bañar y yo me quedé preparando un bizcochuelo. Me habían dado ganas de comer un bizcochuelo con dulce de leche, que rico dios.
Mire el celular de Matías sobre la mesa, me lo quedé mirando un buen rato pensando si lo hacía o no.
Pero cuando entró una llamada de una tal "Aldi♡" me hirvio toda la sangre. Lo agarré y atendí.

— hola Mati. –dice contenta. Escúchame chino, tengo tu abrigo aún de la noche que salimos. Me daba mucha pena decírtelo por lo que pasó..

— ¿se puede saber qué pasó y de qué noche hablas?. –la interrumpi.

— perdón..¿está el chino?.

— Matías para vos y soy la mujer.

Matías se hace presente con una toalla sobre la cadera y otra secando su pelo.

— ¿con quién hablas? ¿Pasó algo con Bianca?. –me mira.

— toma, sos un forro flaco.

Le pasé el celular y me fui rápido arriba. Me saqué el pijama para ponerme lo primero que encontré. Me quiero ir, ya.
Matías entró a la habitación.

— créeme que no pasó nada con ella Amira.

— ¿creerte? ¿En qué momento te viste con ella? ¿En qué momento le diste tu campera? ¿Cuándo me decías qué los entrenamientos se atrasaban? ¿ahí la veías?.

— ¡nono! Ami porfavor, no. Salimos a tomar algo una sola noche. –se acercó. Pero no pasó nada mi amor, te lo juro por un beso.

— ¿me vas a negar qué no se te tiró y vos la aceptaste?. –grité.

Agachó la cabeza y se me empezaron a caer las lágrimas.

— ¿me estás cargando Matías? Sos una mierda flaco.

— se me tiró si.. pero..

— pero ¿qué? Si sos un gato Matías, es obvio que no la rechazaste, te cagaste en todo. En mi, ¡en tus hijos!.

— ¿mis hijos?. –frunció el ceño.

Me agarré la panza tratando de calmar mi llanto.

— fue un decir. –me seque las lágrimas.

— nono, no fue un decir Amira.

— la noche que llegaste tarde y borracho. –lo mire. Esa noche que seguramente estabas con ella.. yo me estaba enterando que estaba embarazada, y vos estabas de joda. ¡te felicitó! ¡vas hacer papá!. –aplaudi. Lástima que tengamos que pasar cada momento del embarazo separados. Porque yo ya no quiero más nada con vos.

Me quedó mirando sin poder creerlo. Hace un mes me enteré que estaba embarazada, lo estaba guardando porque quería decírselo para su cumpleaños. Pero me acabó de enterar que soy flor de cornuda.

Se acercó para abrazarme y yo me separé.

— no quiero estar con vos Matías, fue siempre lo mismo. Yo enserio estaba esperando a que cambiarás.. pero no boludo, seguís siendo el mismo mujeriego que antes.