𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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— ¿por qué papi durmió conmigo anoche?.

— porque quería dormir con vos mi amor. –le di un beso en la cabeza. ¿Estás lista?.

— si mami, primero quiero hablar con la madina por videollamada.

— bueno amor, anda pero rápido que ya se te pasa a buscar el tata. –le di el celular.

— habló rapidito y me voy.

Se fue corriendo para hablar con su madrina, me quedé lavando los platos y el piso mientras escuchaba música, bajito porque sino la mini Gallardo se enoja.

Bajó Matías en eso, le dio un beso a Bianca y solamente me dedicó una mirada.

— ¿querés un café?. –lo mire.

— si, pero ahora lo hago yo no te preocupes. –bostezo.

Asentí, me corrí para que pueda preparar sus cosas, en eso tocaron bocina, Bianca salió corriendo para todos lados buscando sus cosas.

— YA ME VOY CON EL TATA, CHAU.

Salió corriendo y yo atrás de ella, esta pendejita, me va a dar un infarto un día de estos.

— Marce, hola. –lo saludé.

— ¿todo bien querida?. –me sonríe. ¿Ya estás lista princesa?.

Alzó a mi hija y está lo llenó de besos.

— ya nos podemos ir abuelito.

— Benja quiere hacer pijamada. –me mira Marce. ¿Te molesta?.

— nono, si Bian quiere. –mire a mi hija.

— si, si quiero, ¿ya nos podemos ir?.

Bianca ama estar con Marcelo, se olvida de nosotros cuando su abuelo.

Le di un beso a mi hija, saludé a Marcelo y volví para casa, Matías estaba sentado tomando su café mientras miraba el celular.

— se queda a dormir en lo de tus viejos. –lo mire.

— bueno. –me mira. ¿Querés qué hagamos algo?.

— ¿discutir? No gracias. –me reí.

— me refería salir, no se, algo.

— cómo vos quieras, me da lo mismo.

Subí para ordenar nuestras habitaciones, le ordené la habitación a mi hija que estaba hecha un desastre. Se hizo la boluda y se fue sin ordenar nada.

Cambié las sábanas de mi cama, limpié el piso y abrí las ventanas para que se ventile todo.

— que te mentiría pero voy hacerte honesta. –cantaba mientras bailaba. Que te extraño, te amo y que te pienso.

— perdón.

Me di vuelta con miedo, estaba Matías aguantando la risa apoyado en el marco de la puerta, chucha, vio mi concierto.

— estaba ordenando. –solté la escoba.

— si y bailabas con la escoba. –suelta una risita. Yo venía a pedirte perdón y me encontré eso, encima tenes mi camiseta.

Mire mi camiseta, si, era una de River con su número y bueno, arriba decía "M.Gallardo".

— perdón ¿por qué?. –me crucé de brazos.

— porque si, meto cosas del pasado que se suponen que ya no tienen que "importar", es una cagada todo.

— yo entiendo que no queramos ninguno de los dos que Bianca la pase mal, y vamos a luchar por hacerle bien.. pero si nosotros discutimos cada que ella tenga dudas, no vamos a llegar a nada Matías, se va todo a la mierda así.

Se acercó para rodear mi cintura y abrazarme, me dio un beso en el cuello y nos quedamos mirando.

— ¿me perdonas?. –me mira a los ojos.

— es la última vez que te perdonó algo asi, porque cansa Mati. –suspire. Cansa que te laves las manos, tanto cómo vos y yo, tuvimos la culpa.

Me agarró la cara y me dio un beso, me estresa que no me dejé terminar de hablar, me molesta, pero es tan hermoso, no puedo.

— ¿ahora si podemos ir a pasear un ratito?. –me sonríe.

— mejor quedémonos acá y la pasamos mejor.