𝚃𝚘𝚍𝚘 𝙲𝚊𝚖𝚋𝚒𝚘; 𝙼𝚊𝚝𝚒́𝚊𝚜 𝙶𝚊𝚕𝚕𝚊𝚛𝚍𝚘 [𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊]

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— ¿por qué estamos los tres juntos de nuevo?. –habla Bianca. ¿Volvieron?.

— no mi amor. –dice Matías. Te tenemos que contar algo con mamá.

— pero hija, necesitamos que no nos grites.

— si tengo que elegir con quién vivir, elijo irme a vivir con la madina y el tío Shulian.

Nos quedó mirando, Matías y yo nos miramos sin poder creer lo que nos acaba de decir.

— no.. no es eso.

— mira mi amor, no vas a entender.. pero mira.

Le pasé la ecografía con miedo, Bianca se la quedó mirando sin entender.

— que feo mami ¿qué es esto? Parecen caquitas negras.

— ¡Bianca! No le digas así. –habla Matías.

— amor.. mami.. –la mire. Mamá.. en su panza, tiene un bebé.

Se le borró la sonrisa a Bian, nos quedó mirando. Claramente estaba esperando que sea mentira.

— ¿la tía Sofía te cedió su semillita? ¿Por qué? ¡yo no quiero un hermano! No quiero.

— no mi amor.. las dos estamos embarazadas. –sonreí.

Se le pusieron los ojos cristalizados, Matías quiso alzarla.. pero se corrió.

— primero se separan.. después me dicen que voy a tener un hermanito, es la peor noticia. –se tapa la cara llorando. Me va a robar a mi tío Shulian, a mi madina, a papi, a vos también. A Tati, a Sofía.. me va a robar todo.

— no hija, no. –habla Matías. No, a vos te vamos a tener el mismo amor de siempre mi reina. Tener un hermano no es malo Bian, es lo mejor que te podemos dar... un hermano es todo en nuestra vida.

— voy a preparar mis cosas, me voy con el tío Shulian.

Se fue corriendo.

— Bianca ¡veni para acá!. –grité.

— para, no le grites boluda.

— ¿qué mierda querés qué haga? No puede ser así Matías, siempre te lo digo. Es algo que no le hace bien, esté es un claro ejemplo de que no le hace bien ser tan malcriada.

— hay que entenderla Amira, ella absorbe nuestros problemas.. nosotros que estamos separados, ahora que va a tener un hermano, no es fácil.

Iba a contestarle, pero mi celular empezó a sonar. Me estaba llamando Julián. Lo atendí.

— ¿qué onda?.

— ¿está todo bien?.

— si.. ¿por qué?.

— Bianca me llamó recién diciendo que ya tenía todas sus cosas preparadas para venir acá. –se ríe.

— le contamos la gran noticia y se puso cómo loca. –suspire.

— ahora la vuelvo a llamar y le habló un ratito.

— ¿por dónde te llamó?.

— celular de Matías.

Corté, me senté en el sillón estresada. El nudo en mi estómago volvió.
Matías se sentó al lado mío y me abrazó, me escondí en su pecho y empecé a llorar.

— ya está.. ya está. –me hace mimos en el brazo. Ahora habló yo con ella ¿dale? Es algo lógico que iba a reaccionar así.

— quédate conmigo está noche. –le susurre. Me duele mucho la panza.

— Ami. –me agarra la cara. Le va hacer mal al bebé ey.. no tenes que ponerte mal.

Me secó las lágrimas. Es re fácil no ponerme mal, total no estamos juntos, nuestra hija nos odia, súper fácil.

— es que ya no puedo más Matías.. ya no puedo más. –lo abracé fuerte. Te necesitó.. porfavor.. superemos esto los dos juntos, mi amor, porfavor.