Día 19 ( Preparatoria)

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"Bésame...junta tus labios con los míos otra vez. Que quiero amarte y decirte lo que sé, pero no encuentro las palabras... bésame" — Jósean log.

(Esté capitulo se sitúa en el día 16 con la pareja Mephilver)

El ruido de las gotas de agua golpear su ventana lo despertó, sus ojos se sentían pesados. ¿Cuánto tiempo lloró?. Había perdido la cuenta desde que la primera lágrima descendió de sus ojos para luego caer. Buscó su celular entre las sábanas, sonrió al recibir una foto que le envío Sonic donde estaba Shadow secándose las púas, a veces tenía envidia del azulado, porque Sonic apesar de saber que sus sentimientos no serían correspondidos de todos modos lo seguía intentando y no caía en la depresión como el lo está.

El quería ser Sonic, alguien que no importara lo que hiciera el contrario siempre amaría al otro. Lastimosamente, para su corazón frágil amar a una persona es más difícil de lo que se imaginó, ahora entendía las películas clichés y románticas.

Aunque odiara a su ex pareja de cualquier forma lo seguía amando ciegamente, todas sus noches eran sustituidas por llantos dolorosos y recuerdos que el quisiera poder vivir una vez más. Sabía que Mephiles ya no lo quería se lo dejó muy claro ese día en el bosque, ni siquiera hicieron el amor en forma de despedida solo fue un ... adiós.


Y ahí estaba de pie viendo de espaldas al amor de su vida, porque si, seguía siendo el amor de su vida; aquel que le fue devoto, aquel que le hacía el amor como si fuera su primera vez, no, no era sexo, porque el sexo es más carnal, más erótico y Silver no sentía que fuera sexo.

Mephiles lo sabía, Silver le sería tan fiel que no habría problemas futuros en su relación aún si el le pidiera terminar su relación.

Pero, Silver se hundía en un pozo sin fin oscuro y sombrío, con lo único que lograría salir de ese pozo sería los recuerdos. Recuerdos dónde Mephiles le juró a la luna el amor eterno a Silver, recuerdos dónde la luna era testigo del amor que sentía en la cama, el choque en sus piel húmedas, los gemidos y jadeos.

Oh, los extrañaría mucho, pero lo que más extrañaba era no solo eso, si no, aquellas muestras de afecto que se daban en secreto, siendo su amor un fruto prohibido como la manzana que mordió Eva.

Así era su amor...un fruto prohibido pero aceptable para el pecado mismo.

— Hace mucho que no vengo por aquí. — Después de un largo silencio en el que ojos ámbar dedicaba minutos en apreciar la musculatura del azabache, Mephiles habló.

Mephiles se giró sobre sus talones viendo al plateado cabizbajo con pijama todavía y dejando que las gotas de lluvia lo empaparan, cuantas ganas tenía de abrazarlo de decirle lo mucho que lo extraña, de saborear esos labios, de pasar su mano por el cuerpo del que una vez profanó.

— Si solo vienes para decir estupideces es mejor que te vayas. — Indicó mirando el piso sin ver al oscuro.

El azabache se sentía chiquito a su lado a pesar de ser el con más estatura que su...ex.

Carraspeó logrando mover un segundo la oreja de Silver. Su intención no era hacerle daño, pero vaya que lo hizo. Si tan solo pudiera decirle el porque había decidido terminar su relación no estarían en este tipo de situación pero, no podía decirle.

Se guardaría todo lo que le quiso decir aquel día, hasta que Silver cumpla la mayoría de edad para que pudiera entender y solo así tener un poco de madurez

Intentó acercarse caminando lento y seguro.

— ¡Detente!— Gritó, alzó el rostro logrando ver esos ojos cristalinos apunto de desbordarse.

Mephiles se detuvo.

— Silver...—

— ¡Vete! ¡¿No entiendes el daño que me haces?!— Vocifero. Todo su cuerpo temblaba y las lágrimas no dejaban de salir.

" Le hice mucho daño"

— Silver, si pudiera decirte el porque lo hice créeme que me entenderi

Ojos ámbar soltó unas carcajadas.

— ¿Entenderte? Pfff por favor Mephiles, no digas estupideces.

Nunca lo entendió, su relación estaba en la cúspide de una pirámide para luego solo desbordarse en pedazos. Jamás se lo perdonaría, muchas veces se preguntó a si mismo en que había fallado, planteando soluciones.

Ver a su ex no solo le revolvía el estómago donde se encontraban aquellas "mariposas revoloteando" también le causaba una profunda e inmensa ira. ¿Qué hacía aquí?, ¿qué es lo que busca?.

De pronto la lluvia se volvió más fuerte casi llegando a una tormenta.

— Entiendo tu enojo. —

— ¡No, no lo entiendes! —

No por supuesto que no lo entendía porque Silver estaba sufriendo y Mephiles no, Silver era el que lloraba todas las noches Mephiles no. Así que no, no lo entendía.

— Escúchame

— ¡No quiero escucharte! ¡Vete!

La paciencia no era el fuerte de Mephiles y se arrepentiría de lo que haría pero si Silver no lo escuchaba tenía que optar por otros métodos.

— ¿¡Podrías escucharme por un puto momento!?—

Ojos ámbar se abrieron sorprendidos, el viento oscilaba sacudiendo sus púas.

Era la primera vez que Mephiles le alzaba la voz.

— Te amo, y te lo dije, mi amor por ti es más grande que el universo. No puedo decirte el porque decidí terminar contigo pero te sigo amando Silver, incluso más que ayer. —

El albino cayó de rodillas sosteniéndose en el frío piso, hace tanto tiempo no escuchaba ese "Te amo". ¿Podría odiar a Mephiles?

La respuesta era un no.

Tal vez eran almas gemelas, tal vez su destino solo era conocerse pero no seguir juntos, y ardía pensarlo.

Con todo el dolor y el arrepentimiento que posiblemente después sentiría se levantó, corrió hacía Mephiles quien sorprendido atrapó esos labios que hace tanto tiempo no sentía.

Un beso, era todo lo que quería Silver, alguna parte de su ser le decía que sería su último beso.

Como una despedida.

Mephiles sonrió y acercó más la nuca de Silver profundizando el beso, un beso lleno de sentimiento, sus labios encajaban a la perfección, se movían al compás y de un momento a otro Mephiles metió su lengua saboreando la cavidad bucal del menor.

Las mejillas de Silver se tornaron.

El aire faltó en ese beso que tuvieron que separarse debido a eso. Ambos se vieron a los ojos, juntaron sus frentes mezclando sus respiraciones y algunos suspiros.

La lluvia cesó y Silver sabía lo que significaba.

— Vete ...—

No quería separarse del oscuro pero para que ilusionarse, Mephiles ya no lo buscaría y está sería la última vez que lo vería.

Le hubiera gustado al menos que le hiciera el amor como si no hubiera un fin, le hubiera gustado aunque sea una disculpa, le hubiera gustado un último abrazo.

Pero se conformaba con un beso, porque un beso significa más que solo palabras.

Un beso...es un beso.

¿Por qué siempre me pasa que antes de publicar un capítulo se me olvida los avisos? Wtf JAJAJJ bueno, ando bien cruda si me chinge ayer pero hey las rosas no faltaron JJAJA.

Aunque no lo crean Silver y Mephiles son una parte crucial de la historia, no voy usar la pareja como relleno porque tienen un papel importante que desempeñar. Sin embargo, no se encariñen, sobre aviso no hay engaño.

Además, de que aparecerán en dos capítulos más y luego bai bai.

La canción de inspiración es: beso de Jósean log.

𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora