Boderline

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Nota: Este capítulo se sitúa en los acontecimientos de "Possibility". Habrá una parte muy vulgar así que, considero, que se mantenga discreción y si es posible tener la mente abierta para analizar bien la situación.

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Siempre se ha creído que Amy y Shadow tuvieron una infancia bonita, la verdad es que si, o al menos no tuvieron una infancia tan mierda como lo tuvo Mephiles. La dura verdad duele más que un balde de agua fría.

Desde que nació siempre ha sido criado de una forma dura y tenaz, su madre nunca lo crío su padre se encargaba de su educación y la única a la que amaba como si fuera una madre era ella. Una mucama de nombre Cherry, lástima que lo traicionó.

A la edad de seis años su padre Viserys le había prohibido el uso de juguetes, los botó a la basura y con eso los reemplazó con libros, libretas, mapas, calculadora, lápiz, goma, etc.

Todo fue tan rápido y fugaz, su padre lo tenía todo el tiempo en su oficina sentado en un pupitre mientras el maestro particular le daba clases de matemáticas avanzadas.

No tenía tiempo para salir al patio y jugar con sus juguetes ( que solo dos había podido ocultar lejos de la basura) ya no iba a la escuela para conocer nuevos amigos. Sus únicos amigos eran los insectos, plantas y como su padre había dicho; "Mi herencia es tu único amigo, que se te quedé bien grabado Mephiles"

Cherry siempre estaba para el, lo apapachaba, lo mimaba, si lloraba ella intentaba todo lo posible para calmarlo con crepas sabor a frutos rojos y una taza de chocolate caliente. Cherry era su madre y su confidente la única con la que podía expresarse y decirle que su padre era un vil monstruo, que no merecía llamarlo padre siquiera.

Durante las noches su madre llegaba ebria, vestida con esos vestidos elegantes que se le pegaban a su cuerpo y resaltaban su figura. Cargaba siempre en su mano derecha una botella de tequila.

Cuando el pequeño Mephiles solo quería un poco de atención de su dulce madre lo único que recibía era una bofetada en su mejilla y palabras hirientes a su persona maldiciendo su existencia.

Pero madre solo hay una.

Conforme crecía la personalidad de Mephiles se fue amoldando con lo que su padre le exigía. Si el mayor lo reprendia por no escribir correctamente o por no ordenar los pagarés como debía ser, era castigado con tres latigazos en su espalda, oh, y si protestaba el menor era el doble de latigazos más aparte el no tener derecho a cenar y a comer.

Lo hizo que pensara en si mismo y no en nadie más, hizo que el propio Mephiles despreciara a los pobres, por si fuera poco le enseñó el poder del dinero.

Su padre lo llevaba a las conferencias con otros socios mientras que el menor se quedaba ahí sentado a lado suyo observando con detenimiento las cuentas, gráficas, tablas, contratos etc. Así mismo, le exigía que comprendiera de dónde o cómo salieron esos resultados que para Mephiles no tenían sentido.

Si no lo hacía solo faltaba una bofetada y como nuevo.

La infancia de Mephiles fue trágica siempre llena de castigos y con el poco amor que tenía. Pues aunque tenía a Cherry como si fuese su madre aún no sentía el amor de su progenitor en el, o al menos, no sentía el vínculo que tendría un padre a su hijo.

Muchas veces el azabache hacia las cosas que a su padre le gustaba y solo recibía un "Así es como se debe ser" ni un abrazo, ni un beso, ni un apretón de manos ni un "Estoy orgulloso de ti"

𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora