Día 21 (Preparatoria)

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Había algo que dejaba de no dar vueltas en su cabeza, miles y miles de vueltas hasta llegar a un pequeña pero breve conclusión.

Su beso con Sonic solo fue eso...un beso y nada más.

Era difícil porque apesar de estar divagando en su cabeza tratando de encontrar la solución simplemente no llegaba, o al menos, no se tomaba el atrevimiento de seguir pensando.

Su cabeza era un mar de emociones, sentimientos y pensamientos.

¿Cómo es que el grandioso Shadow besó a Sonic?

No sabía la respuesta, es decir la tenía, claro.

"Me deje llevar por el momento"

Esa frase se repetía cada día desde que empezaba la mañana hasta que llegara la noche.

Mephiles lo miraba de reojo sin perder de vista la lectura de su periódico, Shadow seguía sin probar ni una cucharada de ese cereal todo espeso por las horas que estuvieron las hojuelas en la leche. Estaba perdiendo la paciencia.

— ¿Hasta cuando vas a tragar?— Shadow se tensó miró su plato y devolvió su mirada a su hermano.

— No tengo hambre.—

Mephiles frunció el ceño arrugando el papel del periódico, su estúpido hermano llevaba no una, si no, dos semanas enteras sin ir a clases y todo por un beso de "peda".

— Shadow, llevas dos semanas encerrado en la casa sin hacer nada. No te voy a pagar otra preparatoria solo porque estás "traumado"— Enfatizó en lo último haciendo un ademán. Su hermano lo miró incrédulo.

¡Por dios no es un trauma!

Aunque pensándolo mejor tal vez lo debería considerar.

— ¡Para ti es fácil decirlo te gusta Silver, a mí no me gusta Sonic!— Exclamó agarrando su plato y estamparlo al piso.

Miles de pedacitos se regaron por todo el suelo. Mephiles estaba rojo de la furia ese plato era juego de una vajilla que para el colmo era nueva.

Dejó su periódico en la mesa, se levantó de su asiento con los puños apretados caminó hasta la sala. Shadow lo siguió por detrás ¿A dónde iría?, Mephiles llegó hasta el televisor, debajo de este  agarró la Playstation de Shadow y la alzó por el aire dispuesto a estampar aquel objeto como su hermano lo había hecho con la vajilla.

— ¡No! !Mephiles no lo hagas! — Tan pronto supo a dónde iba su hermano se alarmó.

— ¡Esa vajilla era nueva!—

— ¡Perdón, perdón! ¡Mephiles podemos arreglarlo!— Intentó acercarse al mayor pero este más alzaba el objeto como muestra de advertencia.

— ¡No te acerques Shadow! — Amenazó.

— ¡Mephiles, Mephiles tu no eres así! ¡Sabes cuánto costó, es la cinco! ¡La cinco!—

— ¡Con más razón!—

— ¡No! ¡Mephiles te lo pido, te lo ruego!—

— ¡No te va a salvar el hecho de que te disculpes!—

— ¡Mephiles hermano mío por favor tranquilízate perdón perdón! ¡Hago lo que quieras, lavó los trastes, hago el aseo, estudió todos los días, eh, ya no tomo, no sé...¡Te la mamo si quieres! ¡pero por favor no lo hagas!—

Mephiles abrió los ojos ¿Acaba de escuchar bien?

— ¿Me vas a mamar la verga Shadow?— Lentamente bajaba el objeto pero sin dejar de sostenerlo.

𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora