Día 32 al 34

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Día 32

6:30 de la mañana, en la entrada de la escuela una larga fila se extendía hasta la esquina y un erizo azulado corría desde lejos con la respiración agitada. Rouge lo vió corriendo y esquivando basureros y postes de luz.

Para ser un atleta en forma si que corría rápido. No le gustaría saber que entrenamiento le habían puesto a su mejor amigo, miró a su costado encontrando a Scourge con una cobija envuelta en su cuerpo en forma de salchicha y sus gafas de siempre (ahora puestas en sus ojos y no arriba de su cabeza)

- ¡Ya llegué!- Exclamó el azulado agitado y jadeando.

- Llegas a tiempo - Comentó el verdoso. Sonic da un brinco del susto.

- ¡Mierda! ¡Pensé que eras un vagabundo!

- No lo dudes, yo también pienso que en un futuro lo pueda ser - Alardeó Rouge con una sonrisa. Scourge rueda los ojos y con movimientos extraños como si fuera una lombriz a la que le pusieron sal logra salir de su jaula.

Para los de tercer año se organiza una escursión fuera de la ciudad o dentro de la ciudad, pero casi siempre es fuera. Este año escogieron ir de campamento, durarían tres días acampando y regresarían al día siguiente.

El cobalto daba gracias que habían suspendido la semana de exámenes por el viaje y por si fuera un gran milagro su entrenador le dio el permiso de faltar esos tres días a su entrenamiento.

- ¿En serio ese negro va a ir?- Scourge señala el auto de Mephiles, de este baja Shadow con una mochila y con una cara de pocos amigos.

El azabache los ve y acto seguido azota la puerta para cerrarla ignorando el insulto de Mephiles. Camina hacia ellos, sintiendo el motor rugir del auto de su hermano en señal de irse.

- Que onda -

- Carajo viejo, ¿Siguen enojados?-

- Algo por el estilo - Se encoje de hombros.

- Espera, ¿no te habían suspendido?-

- Se supone que si, pero es una actividad fuera de la institución así que no me perjudica.

- Ah-

Bastaron alrededor de cinco minutos para que todos revisaran sus cosas y así poder subir uno por uno (por orden de lista) al autobús. Era de esperarse que cada quien tendría que ir acompañado de un compañero, y, para la suerte de un erizo azul le tocó con Shadow.

Sinceramente seguía sintiendo el sentimiento extraño, no sentía la emocion que alguna vez sintió ¿Podrá volver a sentirlo?. De su mochila saca unos audífonos, el azabache de reojo lo observa, el ambiente es tenso y el lo sabe sin embargo no dice nada. No hay nada que decir.

La canción que logra escucharse de los audífonos de Sonic llega a sus oídos. Lana del rey.

- ¿Le gusta Lana del rey?- Pregunta aún sabiendo que el mencionando no escucha.

Para su sorpresa Sonic logra escuchar.

- Si, ¿A ti no?-

Shadow lo mira sorprendido pero no deja que le gane y continua, sabe que es su oportunidad para entablar una conversación. Amy le ha dicho que para saber si ese sentimiento extraño crece en su pecho lo mejor sería hablar más con esa persona.

𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora