Día 22 (Preparatoria)

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Comunmente el verano es el clima y estación favorita de Sonic, la primavera le disgusta hasta tal punto de sentirse sofocado por el tremendo calor pero, puede disfrutar cuando va a la playa por ejemplo. El invierno tampoco le gusta pero tampoco le desagrada o lo odia, es soportable, el tener que ver una película acompañado de un chocolate caliente con varios panes, acobijado y con su suéter favorito, le encanta.

Pero nada se podía comparar con el verano.

Justamente un día antes de que Shadow hiciera acto de presencia el azulado tenía síntomas de un leve resfriado, llamó a su amigo Silver y este inmediatamente acudió a el.

Ahora se encontraba con dos erizos uno cuidando de el y el otro ahí, en el marco de la puerta de su habitación observando todo sin entender que hacer o decir.

Sonic frunció el ceño.

— ¿Shadow?— Llamó la atención de este.

El moreno salió de su trance y lo miró.

— Ah, si, perdón. Creo que es mejor irme.

Silver alzó una ceja sin entender nada. El azabache había venido con el pretexto de decirle algo a Sonic ¿y ahora se iba?

— ¿Por que no le dices a Sonic lo que tenías que decirle?—

— Es que...me acordé que tenía que hacer unas cosas perdón ¡Recupérate Sonic!.

Y salió despavorido de la habitación del azulado cerrando con fuerza la puerta principal.

Cobarde. Era un cobarde Mephiles se lo dijo,  fue tan explícito en eso y aún así fue un cobarde, un idiota, un sinvergüenza. Diablos, no supo que le pasó. Llegó tan decidido al hogar del cobalto dispuesto a aclarar el asunto pero, no pudo y sin embargo se quedó ahí de pie sin decir nada con la mirada fija en un tablón de madera.

Incluso Silver se dio cuenta.

Tiraba de sus púas con fuerza era un grandioso imbécil, ahora no sabía que pensaría Sonic sobre eso. Ni siquiera se atrevería a volver a pisar aquella casa.

De solo pensarlo le entraban las ganas de tirarse por un puente.

¿Que le estaba sucediendo? Este no era el grandioso Shadow, algo estaba cambiando en el.

¿Pero que?

— Y bien, ¿cómo te fue?— Preguntó Mephiles después de abrirle la puerta a su muy querido hermano.

Shadow entro cabizbajo y con el ceño fruncido.

— Tu qué crees.

— A juzgar por tu acción, supongo que te fue de la verga. —

— Estaré en mi habitación.— Anunció subiendo las escaleras a paso lento.

Mephiles negó repetidamente. ¿Tan difícil era aclarar las cosas?, Bueno, el no es la persona correcta para decir lo bueno y lo malo.

Shadow

Abrí la llave de mi regadera dejando que el agua fría mojara todo mi cuerpo, tal vez así mis ideas se aclaran de una vez por todas. Tengo un revoltijo de emociones que hasta me dan ganas de vomitar.

Después de una ducha me cambié y me recosté en mi cama observando el techo detenidamente, ¿Si fuera Mephiles que haría?

De pronto la idea de solo pensar que soy Mephiles me vino a la mente como Mephiles cogía con Silver. Que estúpido error pensar que mi estúpido hermano y yo compartimos los mismos pensamientos. Pero no sé que hacer, todo estaba bien, iba con la idea de aclarar lo sucedido con el beso y después de ver a Sonic en un mal estado me arrepentí.

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