CAPÍTULO 22 (Parte 4)

1.7K 110 137
                                    


Eleanor sintió que un escalofrío le recorría por el cuerpo. Escuchar a su hijo haciendo aquella pregunta era algo que, de una manera u otra, ya se esperaba, pese a ello, no dejaba de resultar incómodo el tener que hablar de su vida amorosa. Siempre mantuvo sus asuntos personales completamente privados, el único que sabía información sobre ella, era su gran amigo Fabien.

¿Por qué Terry estaba haciendo esa pregunta? ¿Acaso había sido tan obvia, que él se percató de lo que sucedía entre Declan y ella?

—Madre... —La llamó Terry—. ¿No vas a responderme? —cuestionó en un tono que demostraba impaciencia.

Eleanor colocó su taza de té sobre la mesita y elevando su mirada, decidió darle una respuesta, la única que podía darle...

—Sí, Terrence. —contestó ella con valentía, aceptando ante su hijo, la nueva realidad de su vida—. Estoy enamorada de Declan y por supuesto, mi intención es mantenerme cerca de él.

Para Terry fue inevitable hacer un gesto de molestia, Eleanor en cambio sonrió, pues, su querido hijo reaccionó tal como ella imaginó que lo haría.

—Terry, no tienes por qué preocuparte —Se apuró a decir Eleanor—. No voy a salir corriendo para contárselo a todo el mundo. Soy una mujer madura, no una tonta chica de diecisiete años... —comentó, recordando su enamoramiento con el duque—. Declan y yo, hemos decidido mantener una relación exclusivamente para nosotros. Eso quiere decir que ninguno de los dos te «avergonzará» en público. Quédate tranquilo, por favor.

—¿Por qué habría de avergonzarme de que tengas pareja? —cuestionó Terry en un tono que dejaba escuchar la burla en su voz—. ¿Acaso será porque Declan es el padre de mi prometida? —El actor rio con ganas y después guardó silencio—. ¡El hombre es parte de mi familia, ahora! ¿No crees que eso, hace demasiado raro el que tú te enamores de él? —añadió antes de levantarse de su asiento para caminar a través de la estancia.

—Como ya te dije, no tienes por qué preocuparte. Nadie ajeno a nuestro círculo familiar sabrá de la relación. Él es un agente y yo una gran actriz, si algo sabemos hacer, es pasar desapercibidos —reiteró Eleanor—. Pero ya que tocas el tema de las cosas «raras», permíteme recordarte la situación de tu padre; si mal no recuerdo, Richard está casado con una prima suya —señaló solo para dejar en claro su postura ante las «normas morales» que su hijo le trataba de imponer—. ¡Todo mundo lo sabe y además lo celebran! ¿Verdad? No serán primos muy cercanos, pero en mayor o menor grado, la sangre de tu abuela corre por las venas de la duquesa.

Terry negó con un leve movimiento y replicó:

—Esa maldita mujer, es un tema que no me interesa. Además, estamos hablando de ti y de mi suegro —recalcó aquella palabra como para hacer enojar a Eleanor—. ¿Te parece gracioso el hecho de que Candy y yo,  quizá podamos tener un hermano en común? —añadió siendo consciente de que tanto Eleanor como Declan, estaban en edad fértil y aún podían tener familia.

Eleanor soltó una sonora carcajada.

—¡Con que eso es lo que te preocupa! —exclamó la actriz mientras reía a carcajadas, aunque por dentro, se sentía miserable por tener que recordar que su cuerpo era completamente estéril. No le resultaba grato, rememorar la razón por la que quedó así, ni tampoco tenía ganas de revelarla, pero ¿había opción de no hacerlo?—. Querido mío, desde el preciso momento en el que tú naciste, yo perdí la posibilidad de volver a engendrar una vida dentro de mí. Que esté viva y me encuentre hablando contigo, es un auténtico milagro... Me aferré a seguir viviendo solo por ti, porque te amo tanto que no podía dejarte solo —Eleanor se acercó a Terry y acarició una de sus mejillas—. No voy a darte un hermano. Ni tampoco voy hacer de mi relación con Declan, un vulgar espectáculo. Ninguno de los dos hará algo para molestarlos a ti o a Candy —aseguró antes dirigirse a la puerta de la estancia.

Venganza el pasado regresóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora