La vida en Washington D.C. transcurría con normalidad, Jamie se había recuperado al cien por ciento y estaba de vuelta en sus actividades laborales, no participaba en ningún caso, pero permanecía en la agencia al pendiente de lo que Carl necesitara. No le parecía raro que su amigo estuviera ausente, porque él solía desaparecer siempre que tenía un nuevo proyecto, no obstante, se sentía un poco intranquilo por no saber nada sobre él.— ¿Cuándo llegarán Candy y el Tío Declan? —preguntó su hija de 4 años, dirigiéndole una mirada de pocos amigos—. Dijiste que vendrían pronto —reclamó, frunciendo el ceño.
Jamie sonrió al verla tan enojada, él también extrañaba a Candy y a Declan, estar lejos de ellos estaba siendo más difícil de lo que creía, sobre todo porque no sabía cómo se encontraban.
—Tu prima y tu tío vendrán luego —respondió él, haciendo una seña para que su hija se acercara.
—¿Cuándo es luego?
—Princesa, ellos están trabajando y vendrán cuando tengan vacaciones... Tendrás que esperar —Jamie besó la mejilla de la pequeña, debía ser paciente con ella pues cuando se le metía una idea a la cabeza, no había nadie que la convenciera de calmarse.
—Sophie, ve a jugar con tu hermano y no molestes más a papá —le advirtió Helen.
—Está bien, pero tú no te vayas papá... No me gusta que te vayas — expresó Sophie antes de irse corriendo.
Helen volteó para ver a Jamie y divertida mencionó:
— ¿Qué puedo decir? Esa parte controladora no la heredó de mí...
—A mí me parece que es una perfecta combinación de ambos —aceptó él, tomando una taza para prepararse su café.
—Bueno, en algo concuerdo con ella —Helen colocó un par de panqueques en un plato y agregó—. No me gusta que te vayas.
—A veces tengo qué hacerlo...
—Lo sé... Pero después de lo que pasó esta última vez... —Helen no pudo evitar retener el llanto y Jamie se acercó hasta ella, para reconfortarla—. Sé que no te gusta el trabajo de oficina, pero prometiste que lo aceptarías cuando se resolviera el caso de ese tipejo...
—Helen, ahora mismo estoy en la oficina... No tienes por qué preocuparte más...
— ¿Y Candy? ¿Y Declan? ¿Ellos seguirán?
—Declan continuará con su trabajo de agente encubierto, ya está en espera de otro caso... Y Candy, bueno estoy seguro de que ni Declan, ni el novio la dejarán seguir en esto.
Helen sonrió emocionada.
—Apenas puedo creer que Declan la dejara irse con ese muchacho...
—Pobre de mi cuñado... No le quedó de otra.
— ¿Y tú cómo te sientes con eso? —cuestionó Helen con curiosidad, pues Jamie trataba a Candy como si fuese una niña, no la celaba, pero sí era muy protector con ella.
—El actor me cayó bien, se nota que la ama... Y como le dije a Declan, será mejor hacernos a la idea de que ese hombre se casará con nuestra Candy...
— ¿Candy se va casar con un actor? —preguntó Sophie, sorprendiéndolos—. ¿Cuándo? —volvió a preguntar dejando ver su alegría.
Helen y Jamie sonrieron, pero le hicieron ver a su hijita que no estaba bien escuchar las pláticas de los adultos y la mandaron de vuelta a la estancia para que siguiera jugando con el bebé.
—Lo de escuchar pláticas ajenas tampoco es mío —puntualizó Helen.
—Eso sí viene de mi familia... Sophie es igual a Candy y a mí... —admitió Jamie, recordando cómo fue que su sobrina se enteró de todo lo referente al caso de Lanotte—. Somos entrometidos por naturaleza.
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Venganza el pasado regresó
Fiksi PenggemarUn año despues de la muerte de Susana, Terry intenta recuperar la vida que dejó atrás. Viaja hacia Chicago para buscar a Candy, pero, al llegar a la ciudad se entera de que la joven se ha marchado del país. Dos años después de la fallida búsqueda C...